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—Anúnciame. —dijo Soobin tersamente y caminó hacia la ventana con vista a los jardines reales.

—Por supuesto, Su Alteza. —dijo la IA antes de detenerse.— ¿A quién desea ver? El Príncipe Heredero está ocupado actualmente, pero la Reina y la Reina Consorte no lo están.

Soobin hizo una mueca. Teniendo en cuenta que rara vez había llamado a Kai en todos los años en que supuestamente habían estado vinculados, era probablemente una suposición razonable que no había acudido al Tercer Palacio Real para verlo.

—Príncipe Kai'ngh'veighli. —dijo Soobin, mirando los lujosos jardines de abajo.

Hubo un silencio por un rato antes de que la IA dijera:— El Príncipe estará aquí en un momento.

Pronto, se escucharon pasos.

Soobin enderezó sus hombros, ignorando la forma en que su pulso se había acelerado.

No había visto a Kai en casi seis meses. O bien la pequeña amenaza lo había estado evitando o sus caminos genuinamente nunca se habían cruzado. No sería tan sorprendente si fuera lo último, considerando que Soobin había pasado la mayor parte de su tiempo en otros planetas y rara vez había asistido a eventos sociales de Calluvia este año. Incluso cuando lo había hecho, había estado allí con el único propósito de hablar con las figuras políticas con las que necesitaba aliarse. Aún así, no había visto a Kai ni una vez. Lo que fue... extraño. No es que lo hubiera estado buscando activamente, -Kai habría sido una distracción que no necesitaba- pero era solo un hábito profundamente arraigado buscarlo con los ojos cada vez que Soobin asistía a eventos sociales. Un mal hábito que necesitaba romper.

Soobin adiestró su rostro con una expresión en blanco y se dio la vuelta justo cuando Kai entraba en la habitación, todo cabello pálido y brillante, piel de porcelana y grandes ojos verdes. Para consternación e irritación de Soobin, su cuerpo reaccionó de manera muy predecible ante la visión del mocoso, como si fuera un adolescente sin control sobre su cuerpo. Absolutamente repugnante.

Kai se detuvo en la puerta.— Te ves horrible. —fue lo primero que dijo, antes de sonrojarse, por alguna razón.

—Entonces me veo como me siento. —dijo Soobin con una sonrisa cansada que se sentía como una mueca. Sabía que tenía círculos oscuros bajo los ojos. La falta de sueño le haría eso a cualquiera. Estaba agotado y privado de sueño después de meses de trabajo y viajes constantes, ya que había impulsado leyes que no tenían posibilidad de aprobarse sin todo

el soborno, manipulación y coacción que había hecho. Debería haberse alejado de Kai cuando sus facultades mentales estaban tan comprometidas. Esta conversación podría haber sido necesaria, pero venir en persona ciertamente no lo era.

No sabía qué le había hecho venir aquí en persona.

«Mentiroso,» dijo una voz en el fondo de su mente.

Soobin hizo una mueca interiormente. Sí, él sabía por qué estaba aquí. Simplemente era demasiado vergonzoso admitirlo incluso en la privacidad de sus propios pensamientos. Estaba aquí porque había querido apagar su cerebro y dejar de pensar por un rato. Y aparentemente significaba que quería a Kai. Realmente fue bastante patético.

—He oído lo ocupado que has estado últimamente. —dijo Kai, caminando hacia él.— Me sorprende que hayas encontrado tiempo para mí en tu agenda tan ocupada. —Se detuvo a unos pasos de distancia, sus ojos seguían enfocados en la cara de Soobin con una mirada intensa de disgusto y algo más. Como de costumbre, estaba usando algo casual, su camisa medio transparente, su pálida garganta descubierta.

Los dedos de Soobin se contrajeron. Juntó las manos detrás de la espalda.— Probablemente ya hayas escuchado que la enmienda a la Ley de Vinculación fue aprobada. La ley 156 será revocada en la próxima sesión de la Cámara de los Lores del Ministerio. Todo está en su lugar. Ayer solicité la disolución de mi vínculo, al igual Hikaru.

TIP (Sookai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora