Mi pequeña hada🦋

Capitulo 6

Sus dos bebes seguían dormidos mientras estaba con Severus que después de darle pociones quedó todo somnoliento lo dejó dormirse tomándole se apareció en Gringotts sin prestar atención a la poca gente del vestíbulo ya que era media noche camino directamente hacia un cajero sin notar la mirada de los ojos rojos como la sangre que le seguía los pasos frenado por los duendes  y sentía un vínculo con la dama y uno de los bebés que tenían en un tipo de cangurera.

"Saludos maestro Goblin que tus bóvedas se llenen de oro" dijo en voz baja acercándose  recibiendo de respuesta del atónito goblin un 'que tus enemigos caigan a tus pies' puso un hechizo silenciador a través de su voz para que solo lo escuchara el goblin "Quiero hacernos una prueba de herencia por favor a mi y a estos dos pequeños al igual que me gustaría que crearan todos los papeles legales para dar testimonio de que existimos" dijo sonriendo un poco porque sabe que los goblins no son estupidos

El goblin le miro parecía ver su alma y su magia casi tembló si no fuera una loca ella misma lo habría hecho al final el duende simplemente la guió hacia una oficina.

"Bien usted dirá para que es bueno Gringotts" dijo el Duende a lo que sonreí ferozmente con demasiados dientes al parecer mi respuesta le dio humor al duende quien me sonrió de la misma manera

"Primero lo primero" dijo tamborileando los dedos en la mesa colocando a Severus en un sofá a su lado que había aparecido el Goblin con Aurelio a su lado quien estaba dormido mientras Teddy estaba Somnoliento mordiendo su manita en sus piernas "identidades, historias, coartadas" dijo tarareando luego de pensarlo "Soy una Peverell  de hecho estos son los nombres a los que debes poner los documentos no pongas el nombre del padre de los niños ni su herencia ambos tienen la suya en mis baúles" dijo pasándole anotado los nombres Belladona Afrodita Peverell, Romulo Ellis Peverell y Aurelio Thomas Peverell decidiendo que no le importaba si podía sacar alguna herencia como la de Slytherin "tengo 20 años eso quiere decir que nací en el 1955 creo que mi cumpleaños podríamos dejarlo en el 31 de julio mientras que los niños tienen tres años ambos Teddy es mayor nació el 25 de abril mientras que Aurelio nació el dos de mayo" veo como comienza a anotar todo sacando documentos legales "quiero una Bóveda Principal a la que solo pueda entrar yo y mis hijos planeo adoptar a Severus así que tendrán mi sangre" dijo finalizando jugando con los cabellos de Teddy quien está entretenido con un juguete volteo a donde estaba Severus moviéndose para despertarse vio cómo arrugaba la nariz y parpadeaba

"Hey" sonrío un poco cuando vio que su mirada se fijó en ella el tambo sonrío claramente recordando el tirón de su magia reconociéndolo como su hijo vio el momento en el que se fijó en el bebé a su lado y sonrío un poco

"Donde estamos" pregunto suavemente con tranquilidad luego de sentir mi magia arrullándolos miro al Duende quien estaba ocupado sacando documentos tras documentos

"Estamos en Gringotts cariño es el banco de los magos aunque hacen más transacciones que solo cuidar el dinero" dijo a modo de explicación luego suspiro un poco pensando en cómo decir lo siguiente "se que sentiste el tirón a tu magia cariño es mi parte criatura que te reconoció como mi hijo o cria sería la palabra adecuada quiero hacerlo completo y volverte mi hijo por sangre" finalizó mirando como feunce el ceño pensando y luego la mira raro a lo mejor es demasiada explicación para un niño pequeño esto de ser madre es difícil

"Como me harías tu hijo de sangre" pregunto a lo que pienso que no está en contra de la idea

"Es una poción aquí te darán que contendrá mi sangre así que adquirirás algunos rasgos míos dando por hecho de que serás mi hijo tanto por magia como biológicamente" explicó suavemente viendo al duende sacar la poción asintió añadiendo las veinte gotas de sangre "así tendrás tres padres incluso si lo quieres pídele a la madre magia que purgue la sangre del muggle que te daño" dijo haciendo una mueca sin poder evitarlo ya iba a castrar al desgraciado vio como la poción se volvía de un color verde brillante casi del color de mis ojos se la puse en sus manos para que él decidiera

"Lo haré" susurro llevándose el vial a la boca y tomándolo de un solo golpe se apoyó en el sofá veo como sus rasgos van cambiando al igual que la cara de incomodidad vio como la mitad de su cabello era negro y la otra blanca/plateada justo como la suya y sus ojos quedaron negros pero tenía algunas motas verdes oscuras aunque sus rasgos se suavizaron al igual que su nariz se encogió pareciéndose un poco más a la mía conjuró una espejo y este se vio con la boca abierta

Lo dejo por un rato mirándose y pasando las manos por los rulos ordenados, revisando a los bebes  veo a Teddy seguir jugando le paso una tasa con fruta picada y veo que su otro bebé no ha despertado suspiro aún duerme mucho recuperándose de lo que le hicieron esas bestias.

"Necesito un casa o mejor un castillo pequeño" dijo pensativamente sin prestar atención a la criatura codiciosa que anotaba todo obvio estaba haciendo el mejor trato en años "me quedare en el caldero chorreante cuando consigas el castillo mándame una carta Ragnuck deposita todo esto en la bóveda que acabo de abrir" dijo pasándole nada más el baúl que contenía Los galeones que sumando todas las bóvedas que vacío eran 35,000,000,000 G y todas las armas, joyas, reliquias y libros que vacío de las mansiones donde estuvo aunque dejó los de niño al igual que la ropa y la cosas de bebé. El duende casi se desmaya al ver toda la fortuna de la niña aun más al ver la prueba de herencia que agarro.

Tarareando pensó en la prueba de herencia Severus es un Prince que ironía que antes se hacía llamar el príncipe mestizo la suya en realidad no salía información a parientes simplemente la hacía elegible para el título de Lady Peverell Hufflepuff, Ravenclaw y Lefay esa es otra que no tenía en su antigua vida.

"Quiero que unas todas estas bóvedas en la principal a Nombre de Belladona Afrodita Peverell Ravenclaw" dijo señalando las bóvedas diferentes de ella no entendía porque tendría tantas bóvedas regadas "Una bóveda de Fideicomiso para cada uno de mis hijos a nombre dé Aurelio Thomas Riddle Peverell, Romulo Ellis Peverell y Severus Pollux Prince Peverell así como quiero que cambies el nombre anterior de Severus a ese" tamborileó los dedos en el escritorio acomodando un mechón de cabello de Severus detrás de su oreja quien me veía con los ojos bien abiertos "Serás mi gerente de cuentas sé que Gringotts te da el 1% de lo que trabajas cuando un cliente te llama así que serás el nuevo gerente de cuentas de Lady Peverell-Ravenclaw-Hufflepuff-Lefay ganarás el 10% de los ingresos por las buenas inversiones" dijo tranquilamente viendo cómo el duende sonreía ferozmente "ah necesito que me cambies 100 galeones a Dolares" dijo pensando en llevar mañana a los niños a comprar en el mundo muggle transfiguro un cochecito doble metiendo a Teddy que había terminado de comer y se había quedado dormido a lado de Aurelio quien se estaba despertando.

Acomodando a sus bebés con un suspiro dejó que la cría de serpiente se sentara en el cochecito dándole una papilla de frutas como lo hizo con Teddy antes miro a Severus quien parecía tener hambre pero no iba a pedir suspirando bese su frente sintiendo que algo quiere salir de mi espalda me asusto naturalmente.

"Mamá" dijo Aurelio a lo que se volteó en estado de shock y casi solloza al ver a su niño mirándole con vulnerabilidad

"Oh mi niño desearía revivir a esos desgraciados por el daño que te hicieron" lloro suavemente besando su frente suspiro relajándose se dirigió al Goblin firmando con pluma de sangre sus identidades nuevas al igual que la transferencia de bóvedas "vamos cariño al caldero chorreante tengo hambre" dije tranquilamente asintiendo con la cabeza despidiéndome de manera tradicional con su duende encargado agarrando la mano de Severus colgándose la pañalera embijo el cochecito viendo que Aurelio miraba todo con curiosidad pero su rostro estaba inexpresivo se parecía a su padre soltó una risita

Sin darse cuenta de que unos ojos rojos le observaban sin saber porque al escucharle reír sonrío viéndolos desaparecer con dirección al caldero chorreante.