✨︴ Capítulo I

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Jongho se despertó abruptamente, sin haber pensando en tallarse los ojos, ni siquiera razonar que había tenido un sueño o más bien una pesadilla cruel. Cuando pego el grito, se dio cuenta del lugar en donde estaba, de la persona que no lo acompañaba y que si podía experimentar mil veces la misma tortura en una sola vida, incluso un solo año. El sudor helado recorriendo su frente era una sensación molesta y el temor volvía una vez más.

Cuando parpadeo, los residuos de las lágrimas que había liberado durante su sueño, lo hicieron poner la yema de sus dedos sobre su mejilla con asombro, cerciorándose de que si había llorado realmente y no sólo fue producto del sueño. El deseo y la ilusión despertaron durante ese sueño y ahora experimentaba la pérdida, el anhelo y mil veces más el odio "Es tu culpa, fue tu culpa". Lamentablemente ese castaño sabia que nadie era culpable salvó su propia ingenuidad, jamás debió confiar su mayor tesoro a ellos. Era un peso que cargaria el resto de su vida.

Dio un vistazo rápido al interior de la habitación, el resplandor del sol era inexistente pero gracias a las luces de fuera, podía tener una ligera percepción del interior y no sentirse totalmente a oscuras.

Como si no fuese suficiente al intentar tranquilizarse, wooyoung entró a su habitación exaltado y asustado, incluso lo había hecho brincar del susto, al escuchar como es que Woo azotó la puerta y gritaba.

─¡JONG HO! ¿Que te paso? ¿Te duele algo? ¿Te hiciste daño?. Ya estoy aquí. ─Finalmente el pelirojo dio un salto sobre la cama, alcanzando al menor al gatear a la parte superior de la cama, para quitar las cobijas y revisarlo de pies a cabeza en cuestión de segundos.

Jongho solo manoteo la sabana, incluso la inspección innecesaria del mayor que lo asustaba. Resignado se levantó de la cama, el reloj en el mueble a lado de su cama marcaba que eran las seis con ocho de la mañana y Wooyoung ya tenía puesto el pantalón de vestir, la camisa blanca en el interior del pantalón, el cinturón sujetandolo y añadiendo los olores que lo acompañaban tenía una mezcla de perfume, shampoo y pasta dental en todo el.

Dejó escapar un quejido cuando wooyoung lo abrazo por la espalda de manera abrupta, tratando de detener su camino. En cambio el mayor parecía entenderlo, sabía que clase de sueño fue, no era la primera vez que Jongho gritaba entre sueños, que sufría y añoraba. Incluso Wooyoung solía llorar entre sueños, solía llorar con sus pacientes, en los rincones del Hospital, tenía que ser algo parecido, después de todo, ambos compartían dolor y por ello ambos terminaron viviendo juntos.

Wooyoung tenía claro que en las últimas semanas pasaba mucho tiempo en el hospital cubriendo turnos que pudo haber evitado, además de causar estragos en su imagen, puesto que acababa de entrar al hospital y su visual podía ser bonito, pero sus acciones colocaron una fisura en su actitud. Aquellos problemas en el nuevo trabajo provocaban que el menor tratara de ocultar sus sentimientos para evitar más problemas y Woo no tenía ni el tiempo ni las ganas de ser insistente por ahora. Aun que las actividades de Jongho podían ser igual de demandantes, últimamente estaba muy ocupado, dos noches seguidas en las que Woo llegó y el menor no estuvo.

A veces solía preguntarse si ese menor tenía algo mejor que hacer durante las noches y quizá el era una especie de obstáculo para hacer lo que deseaba en su departamento. Con ese último día en donde pasó toda la noche en silencio se preguntó por última vez "Debería mudarme, debería salir de aquí... ¿Realmente debería? No quiero..." recordando el día en que Jongho le sugirió que vivieran juntos y sabiendo que ninguno de los dos tenía manera de soltar sus asuntos. Woo había cambiado de hospital por cuarta ocasión en lo que iba de 8 años, no era normal y sabía que algún día su karma lo alcanzaría por más que huyera. Jongho seguía arrastrando su pasado en un presente, el anillo de matrimonio en su dedo le recordaba la clase de persona que fue, odiaba su pasado, odiaba sus decisiones, odiaba y lamentaba cada maldito día desde esa noche, ser tan débil. Algún día tendría que enfrentar su propio destino y la peor parte era lograr perdonarse a si mismo. Ambos tenían que perdonarse y aún que solo curaban sus heridas con curitas, Woo ya sabía que esas heridas necesitaban más que eso, así que no podían seguir haciendose los tontos. Conocía a Jongho desde sus 22 años y el momento de parar llegaría pronto.

𝐖𝐞 𝐍𝐞𝐞𝐝 𝐋𝐨𝐯𝐞 [²ʰᵒ/ᴹᶦⁿʲᵒᵒⁿᵍ/ˢᵉᵒⁿᵍˢᵃⁿᵍ/ᵂᵒᵒˢᵃⁿ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora