El invierno que me enamore ~ Litiago

Tercer Nevada

Mauro ya tenía 17 años!
Iba al instituto como cualquier estudiante y llevaba materias imposibles como cualquiera, iba en bicicleta, tenía una patineta y le gustaba hacer murales junto con su amigo Duki. Bueno lo mucho que se podría hacer en el centro de Villa Langostura.

No era alguien popular y menos tenía un millón de amigos, Duki había Sido su amigo todo ese tiempo. A veces se preguntaba porque el chico no se hacía de más amigos ya que a él las chicas si le pedían su número pero bueno.
Mauro se sentía bien teniendo un solo amigos y no siendo popular, era un tanto tímido y tenía un humor que no todos entendían. Esos años se había hecho de una imagen de chico que le gusta el skate y los videojuegos.

Y estaba bien con eso. A veces se dedicaba a sacar fotografías para el instituto cuando había algunos actos escolares o partidos de fútbol importantes y eso le ayudaba con sus gastos.
Mauro es un chico común y corriente, nunca se había preocupado por como iba al instituto vestido o algo así.

Era la escuela que importaba como te veías era lo que pensaba. Hasta que Tiago comenzó a verse condenadamente bien.

Mauro abrió su casillero porque sí, los institutos en el sur tienen casillero para cada estudiante, saco un libro de biología y agarro su cámara para ir a llevarla al taller de fotografía, había estado fallando ese tiempo.

— Este Duki a qué hora viene… — se fija en su reloj que faltaban 10 para tomar el timbre.

Suspiro empezando a andar mientras veía las paredes tapizadas de afiches con, el último partido de fútbol de la temporada y con el baile de bienvenida.

Tantas diferentes maneras de tortura social.

— Eeh Maurito!! Que hace?! Mira toma una foto de esto! — Ese era Thomas, mauro rodó los ojos mirándolo viendo cómo hacía flexiones con sus brazos, se dió cuenta  que estaba con su grupo de amigos y Tiago a su lado. No quería aceptarlo pero no era un secreto que el menor era de Thomas.

— Porque mierda tomaría una foto de tu estúpido brazo si ni músculos tienes… — Roda los mauro y mira a Tiago. Sus amigos se rien.

— Porque soy capitan del equipo de Fútbol y estrella de este instituto pelotudito… — Thomas le pasa el brazo por su hombro. — Y vos sos nadie …

Mauro se contuvo de golpearlo, no lo haría una vez lo intento y el chico le devolvió el doble de más fuerte, suspiró molesto porque los amigos del imbécil se le rieron.
Mauro poso sus ojos en los de Tiago quien también lo estaba viendo y luego desvío su mirada. Mauro sintió el maldito mismo estremecimiento que hace mucho… una mirada bastaba para tenerlo a sus pies de nuevo.

— Déjalo en paz… — dijo Tiago cruzando el pasillo sin siquiera darle una segunda mirada, solo paso rápido de largo.

Pero si infantil novio no creyó suficiente el molestar a Mauro.
— Como sea, saca muchas fotos del partido y más cuando yo anoté un gol ehh!! Tengamos un año en paz Mauro. — Le sonríe sinicamente Thomas y va a pasar el brazo por los hombros de Tiago, le dijo algo al oído y siguió de largo con sus amigos. Mauro suspiro cuando lo oyó gritar. — Si son buenas quizás te compre una!

Mauro ignoro el golpe filoso en su pecho y suspiro molesto por ser siempre tan débil ante los ojos de todos.

No entendía nada de la vida, como podías conocer tan bien a una persona y de golpe hacer como si fueran desconocidos?

El actual Tiago ya no era ni la sombra de lo que el conocía, había cambiado tanto que hasta se sorprendía de verlo caminar en los pasillos. Se había vuelto tan frío y su carisma había desaparecido por completo. Siempre estaba rodeado por sus amigos frívolos y superficiales.