El lado oscuro

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Miércoles 4:56PM
La tarde seguía sin vida, con tan solo un rallo de esperanza lejano y opaco, los pájaros no cantaban y el sol no estaba presente, mientras tanto:

—¡Bayron!.

—Hola, ¿cuanto tiempo eh?.

—¿Estoy muerto?.

—Si, perdiste tu vida, pero la naturaleza te está dando otra oportunidad, con un precio claro.

—Lo que sea con tal de terminar con esa perra.

—Pues, ¡qué así sea!.

Bayron desapareció y volvió la oscuridad, entonces desperté en las manos de Lucí.

—¡Despierta!.

—Estoy bien, estoy bien.—Dije después de despertar gritando.

—Que susto, creí que estabas muerto.

—¿Nadie a despertado?.

—No, siguen inconscientes pero están bien.

—¡Pues vuela hacia la boca de la cueva necesitamos salir!.—Dije.

—¿Sabes dónde estamos?.

—Si estamos en, ¡olvídalo salgamos de aquí!.

Lucí y yo volamos hacía la salida y fuimos de nuevo a Jinaguayabo, inesperadamente vimos a Samuel con una chica conversando plácidamente, nos acercamos y quedamos impactados.

—¡Clara!.—Gritamos Lucí y yo.

—Dos punto cero.

La abrazamos con fuerza y nos explicó todo lo que había hecho y pasado.

—¿Y Samuel?, ¿mataste a Carlos?.

—No, ¡Clara lo mató!.

—Es increíble que esté involucrado en un asesinato.—Dije yo procesando.

—No es para tanto.—Dijo Lucí.

—No es...

Una presencia horrible y sin alma nos apuñaló con sus malas energías haciendo que nos voltearamos. 

—Hola.—Dijo Carlos.

—¿No deberías estar muerto?.—Dijo Lucí.

—Debería, pero el amor siempre gana.—Dijo con hipocresía.

—¡Así es!.—Dijo Sacha apareciendo detrás de él.

Ambos se besaron enfermizamente flotando en el aire.

—¡Dan asco!.—Dijo Lucí.

—Debí haberles quitado su magia también.

—Debiste.—Grité.

Yo estaba posicionado en Medio de la carretera a mi lado derecho Lucí y a mi izquierda Samuel, mientras que detrás estaban Clara con Lits y junto a ellas Sarín y Kayla.

—Que cansada me tienes ya ma...

Sin siquiera poder decir su frase, dos rayos de energía salieron de ella cada uno adentrándose en Kayla y Sarín.

—Deberías dejar de ofender a las personas.—Le dije.

Después de mis palabras todos nos desaparecimos, dejando a Sacha sin el poder de la luna y totalmente inútil, aparecimos como lo plane, en la loma nuevamente, pero en un lugar diferente pues era un hermoso jardín con distintas y hermosas flores llenas de color y magia rodeado por arbustos de tres metros, ahí estúpidamente estaban Maira y Madt amarrados a espaldas y con los ojos tapados.

Brujería adolescente.(Sin Rectificar Aún)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora