Verde.

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Si había algo que Nie MingJue odiaba de la universidad aparte de la horrible comida, la deficiencia y tardanza en los trámites estudiantiles, la horrible consejera estudiantil que se metía en todo lo que no le correspondía, las materias inútiles que le obligaban a cursar y tragarse los insultos a sus maestros pedantes, era tener más tarea que vida.

Hacía más de un mes que no dormía más de cuatro horas seguidas por entregar trabajos y estudiar para sus finales, especialmente porque su profesor de economía, Jiang Cheng, le había dado ensayos extras de más de 20 cuartillas sobre la extracción, transformación y explotación de los recursos naturales en África por el simple hecho de haber faltado a su clase y “atreverse a hacer que uno de sus profesores diera la cara por el.”

La buena disposición de su profesor de arte al final había sido su condena, razón primaria por la que no había podido pasar demasiado tiempo con su- ¿pareja? En realidad no sabía lo que eran, pero tampoco le importaba demasiado, especialmente ahora que no tenía tiempo ni de dormir.

“Te ves cansado.” Dijo HuaiSang, su voz susurrante perforando su cerebro dormido. No sabía en qué momento exacto se había quedado inconsciente, pero se sintieron como horas, sentado en su silla en el salón de arte vacío y apenas luminoso.

“Hmm, cansado queda corto a como me siento…” murmuró, buscando una mejor posición para volver a dormir, importando poco que en teoría todavía estaba en una clase de la que necesitaba créditos suficientes para poder graduarse.

“¿Puedo ayudarte en algo?” Preguntó HuaiSang, su voz suave mientras acariciaba su cabeza con movimientos circulares y relajantes, haciendo que dormir en una mesa vieja de madera llena de pintura y olor a thinner fuera mil veces más atrayente. Aunque quizás el thinner también tenía algo que ver.

“¿Sabes de economía?” susurró, abriendo un ojo de costado para ver la figura de su profesor.

HuaiSang rió. “Sé gastar dinero, si eso sirve de algo,” contestó, pero Nie MingJue solo pudo verlo con el ceño fruncido, haciendo que HuaiSang suspirara con cansancio.  “Hay una razón por la que estudié arte en vez de negocios, ¿sabes?”

“¿Por qué te gusta el arte?” Preguntó, nuevamente cerrando los ojos para retomar su siesta.

La risa de HuaiSang fue más fuerte ahora, su control perfecto en su voz neutra de: “yo no lo hice, no tengo idea, soy una buena persona”, saliéndose de sus manos al hacer un sonido divertido de cerdo, pero no le importaba lo suficiente como para mencionarlo, especialmente ahora, que solo es capaz de sonreír imperceptiblemente y volver a relajarse en el toque de dedos ágiles y delicados acariciando su cabeza.

“Por una parte,” menciona, su toque grácil moviéndose a sus hombros para levantarlo de la mesa, dejándose llevar por la caricia hasta terminar sentado correctamente, viendo los ojos hermosos de su profesor que parecían brillar a la poca luz del ocaso, HuaiSang le sonrió nuevamente. “por otra, realmente apesto en matemáticas.”

“¿De verdad?”

“¡De verdad!” Grita HuaiSang con felicidad, como si estuviera muy orgulloso de ese hecho  antes de proceder a sentarse en su regazo, el espacio entre la mesa y sus cuerpos apretados en la silla ahora era prácticamente nulo. “Ni siquiera sé cómo llegué a la universidad sin saber multiplicar. Recuerdo una vez en la que Wei Ying me pasó las respuestas de un examen, giro de trama increíble: las copie mal y reprobé.”

Por un momento parpadeo y luego, volvió a parpadear. El sueño yéndose por donde llegó solo para que una mirada de incredulidad se posara en el rostro jovial. “¿Por qué estás orgulloso de algo tan estúpido?”

Hot for teacher. | [Niecest]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora