Locos de amor // KookV

Capítulo 6: Descubrimientos

TaeHyung movía nerviosamente su rodilla. Tic que tenía desde niño, y que sólo salía cuando una situación lo rebasaba.

En su mente, el beso que Jeon le había dado se repetía una y otra vez. 

"¿Qué rayos fue eso? " se preguntaba. ¿Por qué Jeon lo había besado?, pero lo más preocupante era, ¿Por qué le había gustado ser besado por el tatuado?

Se suponía que no se soportaban. Él no iba por la vida besando a sus enemigos. 

Además, ¿Eso quería decir que a  JungKook también le gustaban los hombres? Porque TaeHyung sabía que le gustaban los hombres desde que tenía memoria, y a sus tiernos 12 años le había confesado de su gusto a sus padres. Los cuales, ante todo pronóstico, habían reaccionado de la mejor manera. Lo incómodo fue que, a medida que iba creciendo, sus padres se empeñaban en recordarle la importancia del uso de condón. Y lo peor fue cuando un día de compras, su madre le preguntó si era el pasivo o el activo de la relación en pleno pasillo de los embutidos (específicamente, enfrente de las salchichas).  Sólo recordaba los ojos juzgadores de las ancianitas de aquél super mercado.

Pero regresando al tema principal, ¿Era JungKook gay? Su curiosidad lo estaba orillando a ir a buscarlo y preguntarle, pero su orgullo simplemente no lo dejaba.

- ¿Quién se cree para venir a besarme, así como así? Es un total idiota, un aprovechado. Voy a ir a quejarme con su psiquiatra. A ver si le da algo para inhibir sus impulsos sexuales tan descon..-

- ¿Quién te beso y por qué vas a ir de chivato con su psiquiatra? -

 TaeHyung casi avienta su charola donde estaba su cena del susto, pues había jurado que nadie estaba a su lado. Pero pronto la cara de JiMin apareció en su campo de visión.

- ¡Por Dios, JiMin! Me has dado un susto de muerte. ¿No se supone que deberías estar en la enfermería?

El rubio rió, mientras tomaba asiento en frente de su compañero de cuarto.

- ¡Vaya recibimiento! Yo también te he extrañado. Me dieron de alta hace un par de horas, fui a nuestro cuarto, pero no estabas. Así que me quedé ahí hasta que diera la hora de cenar. - respondió mientras llevaba un pedazo de carne a su boca -Pero no me has contestado. ¿Quién te ha besado? - el rubio inquirió.

-Oh, nadie. Seguro has escuchado mal- negó el castaño, nervioso. Volvió a enfocarse en terminar su cena, mientras rogaba a los cielos y a un ser supremo que JiMin dejara de preguntar cosas que él no quería responder. 

Por su parte, JiMin no insistió. Al parecer su mejor amigo todavía no se sentía con la confianza de contarle todo. Pero estaba bien, él tendría paciencia. 

De repente, el silencio del comedor fue interrumpido por la abrupta entrada de Jeon JungKook, el cual iba custodiado por dos enormes enfermeros, que tenían más pinta de jefes de seguridad que de otra cosa. 

-Ve por tu cena, Jeon. Pero recuerda que no tienes permitido comer aquí, así que no te demores. - habló fuerte y claro uno de ellos, mientras empujaba al pelinegro hacia delante.

- Ya oí, no es necesario el contacto físico... idiota. - 

El tatuado, ignorando todas las miradas curiosas que seguían cada uno de sus movimientos y pasos, se dirigió hacia la sección de charolas y, en silencio, recibió todos los platos con comida que las enfermeras le daban.

TaeHyung, al igual que todos, no podía dejar de mirar al pelinegro, pero unos cuchicheos a su derecha lo hicieron voltear.

-¿Qué ha pasado? - preguntaba JiMin a una joven pelirosa, de la cual el castaño desconocía el nombre.