El put0n del barrio

Esto es cine (?)

A no mamen un mes :l
Holi, ando vendiendo preventas de llaveros en mis redes sociales por si gustan

Perona estaba recogiendo su coqueto lugar de uñas aunque hoy era día de brujerías, pero nadie piensa en eso, hacía rato que había cerrado y esperaba la visita de nadie ya que había estado lloviendo toda la tarde, pero repente unos fuertes toquidos llamaron a la puerta

-¡PEROoOoNNAAAA! - grito Ace - ¡Soy yo ábreme!

La chica del pelo rosado de mala gana se acercó a la puerta ya era demasiado tarde como para una limpia o para unas uñas de emergencia, al abrir la puerta se encontró con las pecas de Ace bañadas en un profundo sonrojo y lluvia, llevaba puesta una sudadera con capucha así que no se podía ver su cabello, aunque del cuello de su sudadera sobresalía pequeña cabeza de un gatito negro

-oye que sea bruja no quiere decir que reciba gatos negros – Perona sé acomodo en el marco de la puerta examinando a su inoportuna visita

-sí ya sé que no te gustan los gatos, pero tuve un accidente con mi cabello y no lo quería dejar solo – Ace se bajó la capucha, Perona contuvo el aliento, aquel hermoso cabello que el pecoso se cargaba parecía haber sido cortado al chingadazo, mal hecho y de mala gana - por favor te lo imploro, ¡si quieres hasta te pago!

-¡ay baboso ya te desgraciaste las greñas! ¡ES TU UNICA PINCHE GRACIA! – Gimió Perona – bueno pasa, ya veré qué hacer con tu cabello

Ace se acomodó en el sillón en medio del cuarto frente a un espejo de cuerpo completo, solo sintió pena al verse, Perona salió corriendo hasta un estante de libros y revistas, de donde sacó una revista polvorienta y luego de un par de sacudidas comenzó a hojearla mientras buscaba sus tijeras.

-¿Qué ciclo estás cerrando? - indagó la chica mientras seguía viendo la revista, los cortes que veía en la revista no venían con instrucciones y cabe mencionar que ella nunca ha cortado el cabello de nadie

-¿Ciclo? No lo que yo quería era que el cabello no me estorbara en la cara – gimió Ace viéndose en el espejo más cercano - y ahora parece que me masticó un burro

- ¿y el gatito? – Perona se asomo para ver al pequeñín

- Me lo encontré, esta bonito– explicó el panadero, pero rápidamente recordó su problema - dime la verdad, ¿aún se puede salvar mi cabello?

-bueno si confías en mí, solo tengo 2 opciones. Te hago un corte con un tazón de la cocina o te paso la rasuradora de mi perro y a ver cómo quedas – Perona lo miro con la ceja levantada - aunque por el otro lado con unas uñas bien buchonas nadie se fijaría en tu cabello

-no, no, no quiero uñas, quiero mi cabello o me veré tentado a comprar una de estas estúpidas pelucas de las tiendas chinas, verde fosfo fosfo – Exclamo Ace con tristeza

-Bien es tu cabello y tu mandas, iré por la máquina – explicó Perona sin preocupación- y de paso me llevaré el espejo para que no sufras

Ace estaba nervioso mientras escuchaba Perona buscando la máquina y encendiéndola, de pronto un maullido captó su atención, tomó al pequeño gatito en su regazo y trató de enfocarse en este, mientras el ruido de la máquina zumbaba tras sus orejas y pequeños mechones de cabello negro caían a su alrededor.

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Al otro día

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