Capítulo 3

532 73 16
                                    

Kirishima entró en la cafetería con su perro en una mano y una humeante taza de café caliente en la otra. Había caminado tan rápido como había podido. Quería volver a encontrarse con el agresivo camarero. Algo le empujaba hacia él. Ahora que habían hablado un poco.

No sabía por qué el otro parecía haber puesto interés en él, pero no le importaba. Quizá se sentía un poco solo. Sus habilidades sociales eran más que salvables. Y se sentía insultado con facilidad. Así que era un poco como nitroglicerina lista para explotar al más mínimo impacto. Pero Eijirou pensaba que estaba bien. Cada persona era diferente y seguro que él tenía sus razones para ser así. Un montón de ira contenida en ese hombre. Quería averiguar de dónde venía, quería quizás incluso ayudarle.

Era como una fuerza de la naturaleza. De carácter fuerte y no iba a ceder. Vivía su vida con principios descarados. Y eso era algo digno de admirar. A Eijirou le recordaba un poco al superhéroe de una película que adoraba de niño. Tal vez quería estar cerca para poder aprender de él también. Tenía la sensación de que serían buenos el uno para el otro. Sólo esperaba que el otro también se diera cuenta.

Sus pasos eran mas seguros esta vez, el sabia que la salida general de la cafeteria sabia que el mayor apuro ya habia pasado.

"¡Hey Bakugou, te traje, café!" Llamó al local, dirigiéndose a la caja registradora mientras escuchaba los ruiditos que hacía la cafetería. Había algunos clientes. Un murmullo de voces profundas que se mezclaban. Y un murmullo adelante que le dijo, Bakugou estaba manejando la caja registradora hoy.

"¡No grites mi nombre por la tienda, por algo no llevo una etiqueta con mi nombre, idiota!" Su voz era más baja de lo habitual, pero no hacía ningún esfuerzo por ser una voz de interior. Simplemente no estaba agitado. Parece que había sido un buen día hasta ahora.

Eijirou no dijo nada a eso. Había aprendido que Bakugou no siempre quería una respuesta, sino que se sentía más cómodo con el silencio. Algo que el pelirrojo no solía manejar demasiado bien pero con el rubio enfadado, estaba bien. Su presencia no podía perderse, incluso cuando no decía nada.

En cambio, se acercó a la caja registradora y le tendió el café aún humeante al camarero. Oyó un resoplido y sintió que lo cogía.

"¿Me tomas el pelo? ¿Primero ganar y luego seguir pagando el precio de perder? ¿Eres estúpido o me estás tomando el pelo?".

Eijirou sólo soltó una risita como respuesta y esperó a oír al otro beber. Hoy la tienda estaba bastante bien iluminada, así que pudo distinguir una silueta de su nuevo amigo. No es que esas vagas formas fueran suficientes para reconocer a la gente, pero aun así le gustaba. Al menos podía ver un poco la forma en que Bakugou se movía, cómo sostenía su cuerpo y realmente encajaba con la imagen que tenía del otro hombre.

"Na, sólo quería traerle a un bro una buena taza de café."

"¡No soy tu bro!", gruñó por lo bajo. Pero Bakugou seguía bebiendo el café. Lo que era señal de que no lo decía en serio como sonaba. Eijirou no entendia que era lo que queria decir, pero tenia tiempo para conocer al otro chico.

"¡Vamos hombre!" se quejó de todos modos. "No seas frío".

"¡Si tienes un problema con mi actitud vete a la mierda!"

"¡Nunca!" Eijirou rió y saboreó el silencio irritado del otro. Le encantaba ponerle nervioso o sorprenderle. Le mostraba el lado lindo de Bakugou.

"¡Basta de esta mierda!" ladró avergonzado y Eijirou se sintió como si hubiera ganado otra competición. "Y llegas demasiado temprano. Aún tengo otros 30 minutos de trabajo".

"No te preocupes. Esperaré allí y no te molestaré". Se dirigió vagamente hacia la mesa. A estas alturas ya tenía su favorita y dejó que Riot le guiara hacia ella.

Formas Deslumbrantes - KiribakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora