You are my star, Yaku-san. || Haikyuu!! || [Yaku x Lev]

2☆Entrenamiento privado.

— ¿Vas a perdonarme? —
Exclamo el azabache quien iba detrás del chico de ojos ambar con ambas manos metidas en los bolsillos de su suéter. Le sabía mal que Kenma se enojara con el, sobretodo cuando iban de regreso a casa porque sabía que no le dirigiría la palabra hasta que se le pasara, lo que implicaba que ambos durmieran con el disgusto temporal. La verdad era que el y Kenma mantenían una relación privada. La homosexualidad a la fecha en el Tokyo del entonces no era específicamente bien visto, por eso solían disimular mucho y aunque eso también implicada a sus amigos no era por falta de confianza, era porque no quería que todo cambiará o los tratarán diferente. Quería que ellos siguieran manteniendo esa versión de Kuroo heterosexual y una versión "arromantica" de Kenma.

— Cariño. —
Kenma volteo algo lento hacia el mayor después de escuchar ese apodo "empalagoso" y aunque no mostrará enojo o desagrado con sus movimientos, lo mostraba a través de su mirada. Lo cierto era que con el tiempo aprendías a deducir los gestos del chico y que significaba cada uno.

— Se que hice mal, ¿de acuerdo? No tuve que haberle dicho al entrenador sin antes consultar contigo, pero no quiero que el Nekoma se venga abajo cuando los de tercero pasemos a la universidad. Solamente será un tiempo, después ingresaras a la universidad conmigo, no tendrás que preocuparte otra vez sobre entrenar los fines de semana o levantarte temprano. Te amo y quería...ya sabes...confiarte eso...es realmente importante para mi ese equipo, el volleyball es importante para mi. —

El menor nunca había sido experto en expresarse con facilidad, gran motivo por el cual siempre se quedaba callado y solo decía opiniones directas y frías cuando la situación lo ameritaba, de ahí en fuera era completamente callado, sin embargo cuando se trataba de Kuroo no es que no pudiera hablar, si no que era tan dulce que no podía decirlo con facilidad. Una extraña fusión de vergüenza, timidez y emociones reprimidas.

— No me enoja tener el orden del equipo en un año cuando tu te vayas, solamente sigo sin creer que eso realmente vaya a suceder. —
No había mentiras en sus palabras, era totalmente sincero, generalmente era totalmente sincero con Kuroo porque nunca tenía motivos para mentirle en la cara, incluso si lo hiciera el azabache se daría cuenta porque conocía a Kenma como la palma de su mano.

— Lo vas a hacer bien. —

— Me refiero a que no creo que tu realmente te vayas a la universidad, no es que no quiera, es que alguien como yo no podría. —

— ¿alguien como tu? —
Kuroo se fue acercando de a poco hasta que pudo quedar frente suyo. La diferencia de estatura era muy notoria pero no le molestaba, incluso se le hacía tierno. Sacó sus manos que debido al frío de la ciudad ya estaban congeladas, las puso en las mejillas del contrario recibiendo a cambio un "¡kuroo!" por la temperatura corporal. El azabache echo una carcajada unos segundos y después se puso algo serio, necesitaba que Kenma lo tomara con seriedad.
— Si el nekoma queda a manos de "alguien como tu", me haría feliz. Eres el amor de mi vida, Kozume Kenma, pero también eres humano y eres capaz de equivocarte, conozco ese pensamiento pero también se que eres mejor que eso. —

El chico solo miraba al mayor algo avergonzado sin decir absolutamente nada, no podía creer que tenía a alguien tan comprensivo, lo que provocó que sus mejillas se tornaran un poco rojizas.

—  En un año, si no quieres ser el capitán puedes rechazarlo, pero también puedes pensarlo sobre la marcha. —
Dicho aquello el azabache se inclino para poder entrelazar sus labios con los del menor, quien solamente cerró sus ojos un segundo y luego suspiro.
— Vayamos a casa. —

Después de todo ese momento empalagoso y tantas palabras, Kenma seguía con la preocupación de que Lev no mejorará en ese tiempo o que ambos perdieran las nacionales. A kenma nunca le importo perder, siempre fue algo neutro, pero sabía mejor que nadie que era el último partido para los de tercero, al menos para el nekoma, quería ver a Kuroo feliz. Ambos regresaron tomados de la mano y hablando sobre videojuegos, el tema favorito de Kenma.