You are my star, Yaku-san. || Haikyuu!! || [Yaku x Lev]

3☆Fue un simple despiste.

— Uhg... —
Ya había pasado una semana desde las prácticas constantes con Lev. Había mejorado de sobremanera, sin embargo seguía sintiendo un gran vacío en su estómago cada vez que recordaba que perder significaría el último partido para los de tercero. No quería decepcionar a nadie, a su equipo, a sus amigos, a su propia hermana que se había tomado el tiempo de renunciar a sus tareas de universidad solo para ir a verlo. Se sentía pálido, sin mencionar que no había logrado desayunar de la rapidez con la que tuvo que irse, por primera vez no quería llegar tarde, el Nekoma lo mataría. "¿Te encuentras bien?" Escucho de su capitán quien solamente palmeo su hombro diciendole que se relajará. No entendía como podía estar tan relajado, si el sabía que perder era lo peor que podía pasar. ¿Quien podría decirlo? Jugaría en televisión, todos lo verían, esperaba que sus padres pudieran verlo aunque sea unos segundos.

Las luces eran extremadamente brillantes, más de lo que le gustaría admitir, había demasiada gente y el ruido era extremo. Pudo ver a uno que otro miembro de los equipos contrarios antes de llegar, como el dichoso equipo de Bokuto.

Lentamente todos empezaban a "calmarse", menos Fukunaga quien mantenía ambas manos sobre sus orejas infligiendo un poco de presión. Desde que llegó al Nekoma se percato de que el azabache era una persona cuanto menos interesante. Hiper sensible a los ruidos y odiaba el contacto físico, de hecho ahora que lo pensaba y miraba también era algo quisquilloso en forma general. Era imposible no clavar una mirada de interés, sin embargo a cambio solo recibió un golpe de su superior en la espalda baja. ¿Cómo podrían enojarse si Lev tenia razón? Que una persona actuará así sin justificación alguna lo hacía más interesante.

— ¡No deberías de estar mirando así a la gente, Lev! —

— ¡Ay! —
El albino acaricio su espalda para calmar un poco el dolor del golpe reciente que había recibido. Yaku al ser mucho más pequeño que él, sus golpes siempre iban a su espalda baja, costillas o columna
— ¡S-Solo me causa curiosidad! Desde que estoy en el equipo, Fukunaga es un poco...raro tal vez. —

— Bueno...no lo juzgo en realidad... —
Menciono Kai de fondo quien rebuscaba en su mochila sus cosas, claro, había estado de chismoso un buen rato.
— ¿Haz escuchado sobre el "autismo"? —
Exclamo Kai. El albino simplemente asintió con su cabeza, claramente ya sabia por donde iban las cosas pero no creía que Fukunaga fuera justamente una persona autista. No conocía para nada el tema, solo que ese tipo de personas eran el doble de sensibles y diferentes al resto.

— Y-Yo no sabía eso de Fukunaga-san... —

— No te juzgamos, en serio, de hecho para nosotros fue complicado adaptarnos. No fue fácil. —
No mentía en lo absoluto. Para Yaku fue un dolor de cabeza tener que aprender los movimientos, gestos, gustos y disgustos del chico. ¿Estuvo en la obligación? Claro que no, pero quería hacerlo porque quería que el menor se sintiera cómodo, sin embargo por más tiempo que pasara, aún habían cosas que no podía entender. El autismo es en realidad un tema bastante extenso y amplio. Se hubiese alargado a hablar con él y explicarle pero no era el momento ni la hora, de hecho en solamente una hora el Nekoma pasaría a jugar contra el Karasuno, lo que determinaría si seguían calificando o se irían a casa.

La tensión se sentía en el aire, podía sentir miles de miradas en su nuca y personas susurrando cosas como "oh, ese es el chico nuevo del que tanto hablaban, debe de ser bueno, mira su estatura". Sentía el corazón en la boca, casi podría decir que sentía toda la presión encima suyo, sin embargo todo desapareció cuando escucho el silbato de su entrenador. "Relajense, respiren profundo y vayan a dar lo mejor de ustedes" menciono, aveces no entendía como es que podía ser tan buen entrenador sin la necesidad de gritarles o insultarles como lo hacían otros.