Prologo.

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Todo tiene un principio, un fin, un desarrollo y un propósito, al final cuando todo terminé, simplemente abrazamos a la muerte ,pero antes de eso, nos sumergimos en el caos absoluto, la depravación, la falta de moral y ética, el egoísmo, la desesperanza, el orgullo, la vanidad, la avaricia, la gula, la pereza y la irá. Está es la historia de como conseguí absolutamente todo lo que siempre quise, no me importa realmente enfatizar contigo, no me importa que me recriminen las atrocidades que perpetré y como me rebaje al nivel de ustedes llamados los humanos para alcanzar mi propósito, realmente no es de mi interés.

El Comienzo*

Por primera vez, pise la tierra, no entendía absolutamente nada ¿El por qué he llegado aquí? El sol reflejado en mi cara, el pasto haciéndole cosquillas a mis pies y la brisa de viento que golpeaba mi poco cabello. 

-Camina más rápido-decía el hombre con traje a mi lado el cuál me jalaba la mano con fuerza.

-¿A dónde vamos?-pregunté con voz determinada.

-Vamos a tu jaula-respondió el tipo de cabello negro y con una cicatriz en el labio acercándose a mi y tomándome de los hombros con una mirada cansada-En cuánto llegues ahí haces lo que quieras, pero no empieces a llorar ni nada por qué no estoy para hacer de niñera.

-Te exijo que me dejes ir-respondí ahora con un grito, casi un chillido pero lo único que recibí fue un golpecito en la frente por parte de él.

-No soy un tipo que se deje llevar por las ordenes de una mocosa, así que cállate y camina más rápido que la próxima vez te tiraré a un río.

-Malvado-grite sacándole la lengua. Uno de los primeros grandes errores de mi vida, el viejo sin vacilar me tiró al estanque que estaba a unos pocos metros del edificio al que nos dirigíamos.-¡Me tiraste al estanque, maldito fantoche, carcunda, mangurrián! 

-¿Eh? ¿Qué clase de insultos son esos?

-¡Son de la edad media!-grito Makima sacándole la lengua-¡Mamert...!

El viejo maldito me interrumpió tirándome una colilla de cigarro y la embocó justo en mi lengua.

-Si vas a insultarme, por lo menos utiliza insultos del siglo veinte...maldición ¿Qué demonios harán contigo ahí adentro?

-¡No me importa, yo no entraré ahí adentro con usted! Y eso es punto cerrado-dio por terminado el tema Makima dándole la espalda...mala idea, en cuanto sintió que algo se ató a su cuello y escucho el clic, supo que ese viejo mangurrián ya le había hecho una de las suyas-¿Qué es esto?

-Es un collar para perros , como te mantienes obstinada de entrar ahí adentro y yo todavía no estoy pedo para firmar papeles para tu ejecución...

-¡¿EJECUCIÓN?!

-¡Perdón! Confinamiento preventivo...iremos a pasear un rato y comer algo ¿Te parece?

-Es-Está bien...

***

El viaje fue por así decirlo muy bonito, pude observar curiosa la existencia humana y su estructura, aves a todo mi alrededor, bonitos animales con collares como el mío, solo me pareció extraño ver a otros humanos con mi misma altura que no estuvieran atados como yo con sus respectivos adultos pero deje pasar ese hecho cuando Kishibe dijo que me tiraría enfrente de esas carrocerías de metal de cuatro ruedas, estoy totalmente en duda de que el sea un adulto responsable y llevado por la moral, ya que vi por lo menos que levantó cincuenta y dos faldas de mujeres y les dio una nalgada antes de salir corriendo...lo que terminó ahorcándome y arrastrándome por el suelo por su increíble velocidad hacia los ataques enemigos. ¿Dónde me quedé? Oh si, los bonitos edificios con sus grandes ventanales, dicho lugar el cuál estamos ahora mismo, me sorprendí en cuánto pude leer la lengua de los humanos de un lugar llamado "Pízza"

-¿Qué tal está tu pizza, mocosa?-pregunto el señor Kishibe degustando una enorme porción.

-Está un poco seca y difícil de masticar, sin mencionar su falta de sabor-respondí levantando el material blanco-¿Por qué la mía es tan distinta a la tuya?

-Por qué estás comiendo servilletas.

-¡Agh! Te exijo que me des un poco del tu...¡Ahh!-Grite sobándome la cabeza por la tapa de cerveza que el viejo me lanzó-Deja de lastimarme.

-Pues deja de quejarte, encima que te he dado más minutos de vida.

-¿Eh?

-Digo que te he traído a un hermoso lugar, con excelente vista ¿No crees?

-Esté lugar es una pocilga-observé a mi alrededor y todo era de dudosa procedencia-¿Es normal el exceso de cucarachas y ratas en el establecimiento?

-Es algo absolutamente normal.

-¿Es normal que esos insectos dejen sus heces en los alimentos que son servidos al público?

-Lo que no te mata te fortalece-respondió Kishibe dándole otro bocado a su enorme pizza-¿Tu servilleta está buena?

-No, es una basura.

-Mmm está bien ¿Quieres probar un poco de mi pizza?

-¡¿Enserio?!

-No.

-Viejo tacaño-respondí cruzándome de brazos-Oye...¿Te puedo hacer una pregunta?

-Pero claro que no-carcajeo el viejo asintiendo.

-¿Qué es lo que me depara el destino?

-¿Por qué haces preguntas tan profundas?

-Son mis dudas. Ese edificio al que me llevas ¿Qué es exactamente?

-Mmm es un lugar en el que los niños como tu son demasiado felices, les dan pizzas como estás todos los días, le dan alcohol y cigarros y mantienen las fiestas todo el tiempo.

-¿Tu crees que seré muy feliz ahí?

-No, sea lo que sea, será algo que te dejará depresiva de por vida<<Si logras sobrevivir>>Aunque sinceramente, yo que tú no me preocupo tanto, tal vez...sea un lugar bueno.

-¿Me lo prometes?-susurré mostrándole mi meñique, pero acto seguido, el viejo malvado me lo rompió y me amenazó de que si chillaba me rompería el cuello.

El tiempo de felicidad terminó como todo, disfrute cada segundo por más que para los niños normales esto sea horrendo, para mi fue uno de los mejores momentos de mi vida, ya que, de alguna manera, fue divertido. En cuánto llegamos con Kishibe de regreso al edificio, unas personas me ataron las manos y taparon la boca, mientras me cargaban hacia adentró, pude observar la mirada neutra de aquel mi acompañante en mi viaje, solo susurró algo y yo lo entendí al leer sus labios "Me debes dinero, mocosa"

 En cuánto llegamos con Kishibe de regreso al edificio, unas personas me ataron las manos y taparon la boca, mientras me cargaban hacia adentró, pude observar la mirada neutra de aquel mi acompañante en mi viaje, solo susurró algo y yo lo entendí ...

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Esté es mi prologo para ustedes, curiosos de la historia.

Continuara...

Me pareció chistoso hacer esté prologo sinceramente, espero que a ustedes también les guste.


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