|Sobrevivientes • Capitulo 19|Jessica

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Vengo de una familia pobre, sin padres. Solo tenía a mi hermano Matías y la pequeña Lunita, aunque estábamos solos éramos felices.

Si no fuera por mi hermano no se que abría pasado con nosotros o donde estaríamos hoy, sin embargo Lunita ya no está y el tiene la culpa.

Le agradezco y aprecio todo lo que hizo por mí, sí cometió un error pero ese error le costó la vida a mi Lunita, el tiene la esperanza de que ella continúe con vida pero es claro que ya no lo está.

Ella era mi niña, mi hermanita, la amaba mucho, ella era la razón por la que estudiaba por la que me quería superar al igual que mi hermano, yo quería darle el mundo si era necesario, por eso me esforzaba tanto y no quería que solo mi hermano cargará con nosotras.

Ella era una niña muy dulce y hermosa, a todos le caía muy bien, le gustaban mucho los conejos siempre veía videos de ellos, se portaba muy bien y era muy saludable.

Pero un día ...

Regrese de la escuela como de costumbre, cuando encuentro cosas fuera de lugar, me pareció raro así que empecé a buscar a mis hermanos, pero no estaban en la casa. Llame a mi hermano y no contestó así que ví una nota sobre la mesa donde me decía que había dejado a la niña con su amigo Marcos.

Marcos, nunca me confíe en ese tipo. Siempre tenía esa mirada que te dice peligro.

Entonces fui directo a la casa de Marcos pero no estaba. Me empecé a asustar y empecé a preguntar por la calle y seguía intentando contactar a mi hermano.

Al no tener respuestas fui por las calles con una foto de el y una de la niña, tenía miedo de que sucediera algo, no lo sabía pero mi corazón lo presentía.

Llegué con un grupo de adolescentes que me dijieron que lo acababan de ver hace dos esquinas, fui allí estaba al lado de un pequeño lago y lo ví. Esta entrando a un vehículo y mi niña comía helado atrás.
Corrí, corrí con todas mis fuerzas.

Cuando lo tuve en frente me miró y me dijo que me apartará el muy descarado, le dije que había venido por la niña la cual me miró con alegría en sus ojos al verme a través de la ventana.

Ella me saludo, tan inocente y dulce.
Que sentí como mi corazón latía.

Me volví hacia Marcos y le grité que me diera a la niña, el como respuesta dijo no conocerme.
Sabía que mentía, ya que había ido más de una vez a nuestra casa.

— Lo siento, no te conozco.
¿Podrías apartarte?

Mire a la niña y pude notar como estaba confundida, así que le dije a Marcos:

—Escucha, soy su hermana. Eh venido a llevarla a casa.
- Le mostré una imagen juntas que llevaba en mi cartera.

—Me la encargaron cuidarla, más tarde podrás verla. Ahora déjame subir a mí auto.
- Dijo con un tono de voz enojado.

Justo recibió una llamada en lo cual lo escuché decir que se había presentado algo, que ya está llegando. Después de esa llamada se volvió violento.

Intentó apartarme a la fuerza, pero no me deje, forcé con el.

—¿¡Que te pasa!?. Grité, pero el solo me miró con desprecio.

En ese momento dijo:

—Saluda a tu hermano de mi parte - Con un tono de voz arrogante.
Entonces me golpeó y me empujó al pequeño lago que estaba a mi lado. Subió al auto y se marchó, solo pude ver cómo se marchaba y se llevaba a mi Lunita con él, ver cómo salían lágrimas de desesperación de sus ojos.

Me quedé ahí, allí en aquel lago no podía creer lo que acababa de pasar, quería creer con todas mis fuerzas que esto era un sueño y si lo era le rogaba a Dios que me ayudara a despertar.

¡Despierta! ¡Despierta! ¡Despierta!

Me grité a mi misma, una y otra vez, solo para darme cuenta que esto no era un sueño y que nunca la volvería a ver.

Al regresar a casa, empapada por el agua, llena de enojo y frustración encuentro a Matías y me preguntó que pasó, no sé por qué, pero esa pregunta me lleno de completo odio hacia él. Tenía tantas ganas de golpearlo una y otra vez hasta que viera lo que había causado sin embargo su mirada de ingenuo me lo impedía. Entonces comencé a llorar, lloré como nunca imaginé que podría llorar, mi corazón estaba lleno de angustia y tristeza, mi cabeza no dejaba de pensar, y tenía esa sensación de que nada volvería a ser igual.

Mi hermano fue con la policía, contrato detectives privados, salía todos los días a la calle a preguntar si alguien la había visto, sin embargo nada de eso funcionó ya que mi hermana nunca apareció.

Mi hermano descuido su proyecto a tal punto que los inversionistas cancelaron el contrato, mi hermano quedó en la quiebra y yo dejé los estudios. Cuando estábamos en nuestro punto más criticó inicio toda esta mierd* de los zombies.

¿Acaso ya la vida no había sido suficientemente dura?, Un virus zombie ¿¡Enserio!?.

Pero de cierta forma, el virus nos volvió a unir.


|JarisbelG • La escritora|

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