You like to watch, we like to use. And we were born to lose.

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—¿Me dejas ver tu tarea? —

El ruido de la cafetería era casi demasiado como para entender la pregunta de Epel.

Aunque el edificio era lo suficientemente amplio para tener a tantas personas juntas sin que se creara una congestión de estudiantes inclusive en los días que las cafeterías del pueblo venían a ofrecer muestras, la curva que creaban los arcos góticos del interior solo hacían todo una cámara de ópera maldita para las orejas más sensibles.

La gente no paraba de hablar de trivialidades por aquí y por allá. Exámenes. Tareas. Lecciones.

Líderes de Dormitorio. Citas. Pendientes. Sueños. Conflictos.

"¿Te has enterado lo que pasó en Heartslabyul?"

"Quisiera presentar la prueba de Magift pero no creo recuperarme de la lesión..."

"No sé si decirle. Si me gusta, pero no creo ser su tipo."

"Y si al final...¿No puedo?"

No era raro que los beastmen no frecuentasen el lugar más que para comprar de comer.

Con razón Leona senpai ni siquiera se paraba por allí. La "sencilla" de Ruggie de comprarle de comer poco a poco le sabía más a sacrificio que a trabajo.

Voces desde todas las direcciones con múltiples acentos que bañaban los sentidos en una densidad similar a la crema de brócoli.

Oraciones con medios significados y con entonaciones que llevaban la vida entera o menos que un vistazo. Suspiros que se entrelazaban entre letras en un tejido que interrumpía sin permiso en sus orejas.

Jack parpadeó otra vez.

El sonido de los cubiertos estaba ahí también. Clic. Clac. Tintineo menos que melodioso, en una categoría apenas superior que la de una pelea de ratas en un bote de basura.

Cada corte, cada roce, cada choque. Una sinfonía del diablo en donde parecían querer atormentarlo.

Clic. Clac. Clic. Clac. Ting. Clic.

—¿Jack? —

Una de sus orejas giró hacia Epel y obligándolo a dejar escapar el aire por su nariz en un lento ejercicio de tetera en cámara lenta que había escuchado de Vil, buscando relajarse.

"Tiene que ser lento. Les permitirá a tus pulmones contraerse lento. Que es lo opuesto que hacen con el miedo, el estrés o el ejercicio. Adentro, cuenta hasta tres y deja salir despacio. Lo más despacio que puedas."

Sabía que tenía que comer y le gustaba estar con los otros de primero, pero había días como ese que incluso existir en ese mismo espacio se estaba volviendo demasiado. ¿Salir corriendo estaba demasiado mal visto?

—¿La del profesor Trein? —Supuso que era esa, puesto que Epel siempre esperaba hasta el último segundo para preguntar permisos en un deje infantil que siempre le recordaba a sus hermanos menores.

Pero la pregunta no era para saber, sino para ganar tiempo. Unos preciosos segundos que raspaba del entorno saturado de información para poder procesar el pensamiento. Como Ruggie tratando de sacar hasta la última gota del bote de helado.

Scratch, scratch.

Cada letra rumeando en su paladar para alimentar la idea: Epel quería ver su tarea. ¿Para qué?

—Ajá. —Pese a que todos sabían el esfuerzo detrás del duro entrenamiento del más chico del trío de Pomefiore, Jack vio con pena como su ansiedad había tomado las riendas en esta ocasión, su mochila ya en sus pequeñas manos sobre su regazo.

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⏰ Última actualización: Oct 07, 2023 ⏰

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