Prólogo

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Nuevo título:
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Un buen Maestro también puede ser un padre para su discípulo.
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El lo sabe muy bien, desde que obtuvo su capacidad de razonamiento el lo tenía muy claro, recordaba y podía ver la indiferencia en la mirada de la persona que siempre admiró, su padre.

Nota que las discusiones de sus padres son cada vez más grande por su culpa, escucha como hablan sobre su futuro como líder y que posiblemente no sea alguien adecuado, digno de obtener ése honor.

Toda persona que lo rodea siempre lo cuida y ve con adoración pero sabe sobre las miradas y las habladurías que dicen a sus espaldas.

Sabe que por ser el hijo de sus padres todos lo respetan, adoran y envidian...

Es conciente de que si no fuera de ése modo nadie pondría sus ojos en él, una persona inútil sin talento, alguien débil.

Fué aún mas conciente de que su padre era totalmente indiferente a él cuando trajo a un niño y dió la orden de expulsar a todos los perros de la secta porque aquél niño les temía, al dar esa orden también incluyó a sus tres cachorros que adoraba, no importó cuánto lloró y rogó, su padre le dejo en claro que ningún perro permanecería en Yunmeng Jiang.

Desde entonces él siente aún mas el desprecio de su madre como la inconformidad que su padre sentía al mirarlo y no ser igual a Wei WuXian.

Una sensación extraña lo invadía cada vez que ese niño se acercaba, primero le arrebató a sus preciados cachorros, después a su padre y también estaba acaparando la atención de su hermana y todos los discípulos.

Oía como todos preferían a Wei WuXian, como lo alababan por cualquier nimiedad, el como él era desplazado y olvidado.

Deseó no exitir, no sentir el dolor en su pecho, deseó... deseaba que Wei WuXian nunca hubiera existido, pero entendía que incluso si ése niño no hubiera llegado no habría un gran cambio y él seguiría siendo el débil hijo del líder de secta y sus padres seguirían tratandolo de la misma forma.

Se obligó a lidiar con la envidia que sentía y convivir con aquél niño, terminaron compartiendo habitación y se hicieron amigos pero aún persistía la envidia cada que lo miraba junto a su padre sonriente sin ninguna preocupación.

Envidió esa relación, quería tener a una persona que lo apreciera, a alguien que lo protegiera y jugará con él, alguien que estuviera dispuesto a guiarlo por un buen camino y lo apoyará cuando tomará una decisión por mas descabellada que fuera....

...

Una noche después de que sus padres de nuevo volvieran a discutir por no obtener buenos resultados en su entrenamiento y siguiera distrayendose al jugar con los demás discípulos, dentro de su habitación esperó a que su compañero de cuarto se durmiera para después levantarse y abrir la ventana. Había escuchado unos días atras a unas niñas decir que pedir deseos a la luna con todo tú corazón haría que esté se cumpliera.

Juntó sus manos y recitó en su mente un deseó mientras veía a la luna con pesar y suplica, podría ser algo ridículo pero era la última opción que tenía. Después de pedir su deseó y ver un rato el cielo decidió volver a su cama resignado pues no creía que realmente ése deseó llegara a cumplirse....

...

Ni en sus sueños más locos pudo imaginar que después de pedir ése deseó desesperado alguien llegaría a su vida para brindarle aquello que su corazón pidió y anheló.

Nunca pensó ser el pequeño discípulo de un Inmortal y estar bajó el cuidado y protección de esté.

Experimento demasiadas aventuras con su maestro, adquirió mucho conocimiento y encontró una razón para darle sentido a su vida, aquél sentimiento de inferioridad y odio a si mismo desapareció, todo el pesar en su corazón fue remplazando por hambre de conocimiento y aventura.

Cultivó y entrenó de una forma muy diferente al restó, su maestro lo instruyó en todo momento y estuvo a su lado apoyándolo, dando consejos y cuidando de él.

Aprendió no solo técnicas y movimientos de espada con su maestro, también la persuasión psicológica con el enemigo, la manera de tratar a las personas que solo saben hablar y temen ser golpeados al enfrentarlos, como imponer autoridad y hacer que su palabra sea escuchada, el hacer que todos temieran ser sus anemigos y sobretodo, su maestro le enseño sobre le constancia y esfuerzo.

Siempre seguiría las enseñanzas y sabiduría de su maestro: “Quien pisa con suavidad va lejos¹.”

Él estaba dispuesto a cumplir con su deber filial con su maestro en cualquier momento, estaría dispuesto a ser reprendido y golpeado, sermoneado o hechado, si su maestro daba una orden para matar a alguien él lo haría, si quería dulces, dinero, un palacio o ser el líder del mundo de cultivo.

Con gusto él, Jiang Cheng, estaría dispuesto a cumplir cualquier orden que su maestro pidiera, después de todo consideró a su maestro su familia, todos sabían que él veía a su maestro como su propio padre.

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¹: Sin hacer mucho ruido y con constancia se llega mucho más lejos y con menos obstáculos.

[Esté libro/historia estará narrada desde el pov del Jiang Cheng Org. De esté mundo].

Un buen Maestro también puede ser un padre para su discípulo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora