¿Puedes ayudar a tu maestro a relajarse...

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Una vez que abrió sus ojos, no pudo evitar recordar lo que pasó el día anterior.

¿Por qué un complemento extraño lo entendía tan bien?

La primera impresión que tuvo de aquél hombre fue que era confiable al ayudarlo aún cuando no lo conocía como también aquellos consejos que le había dado.

Sin embargo ahora lo único que mortificaba su mente era ver a sus padres, no tenía la cara necesaria para verlos después de que ambos se hayan enterado de su comportamiento tan débil y provocar problemas… además la forma en que fué protegido y mimado por su ahora maestro solo lo hacía sentirse avergonzado.

Rodó varías veces en su cama mientras pateaba las cobijas al recordar aquello, quería que la tierra se lo tragara y no salir de su habitación pero como es costumbre nada de lo que él quería resultaba bien.

— Joven maestro Jiang, Madam Yu y el líder de secta lo esperan para tomar el desayuno.

Una doncella informó fuera de su habitación haciendo que dejará de rodar en su cama, pensó entonces en mentir sobre un dolor de estómago para no ir a desayunar.

— También está el invitado que le brindó ayuda el día de ayer, todos están esperando-

No dejó terminar a la doncella y gritó su respuesta desde su cama mientras intentaba desenredarse de las mismas cobijas que hace unos momentos estaba pateando.

—Yo… En un momento iré, solo, ¡¡Ah!!-

Se cayó de la cama al todavía estar enredado en las cobijas y ni siquiera tuvo oportunidad de poner las manos, su espalda fue la que sufrió en la caída.

— Joven maestro.. ¿Se encuentra bien?

La doncella preguntó preocupada después de escuchar el golpe y quejido dentro del cuarto pero en cuanto lo escuchó decir que estaba bien aún se quedó un momento fuera de la puerta inmóvil esperando por si realmente estaba bien o si había resultado herido para entrar y ayudarlo.

Al no escuchar quejas, la doncella retomó su camino para informar que el joven maestro Jiang iría en unos momentos.

◌˚。ೃ˚。...

Se sorprendió lo rápido que podía alistarse para ir a desayunar, tal vez era porque había una razón por la cuál ese desayuno ya no sería tan asfixiante e incómodo pues su maestro se encontraba ahí.

Al salir de su habitación e ir por los pasillos sintió la mirada de los demás discípulos y doncellas así como ver que susurraban a sus espaldas cuando lo observaban pasar al mismo tiempo que hacían una pequeña reverencia.

Siempre fué consciente de ello pero ahora lo hacían sin siquiera ocultarlo, su humor pasó de estar feliz a uno impaciente por llegar al salón y salir del radar de esas personas que solo lo criticaban, se sentía tan asfixiado solo por los miradas y susurros tras de él.

Y en cuanto llegó a su destino sintió una sensación de dolor en su pecho al oír a su madre discutir con su padre, porsupuesto para él no era extraño aquello pero se sintió vulnerable al escuchar que la razón de esa discusión era él.

Ni siquiera se atrevió a dar la orden de abrir las puertas para pasar, estaba tan avergonzado de que su maestro presenciará tal momento, quería que su madre dejará de hablar ¿Porque no podía dejar de discutir solo por un día? ¡¡Tenían un invitado!!

— Vamos Fengmian, dile porque no te enteraste de la condición de tú hijo, dile porque no es dignó de tu atención.

¿Tenían que humillarlo hasta ese punto?

Un buen Maestro también puede ser un padre para su discípulo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora