TW: violencia descriptiva, se recomienda discreción. En caso de incomodarte en demasía, salta hasta el separador del medio. ⠀⠀ ⠀
⠀⠀⠀⠀En los remotos confines arcaicos del extremo occidental, en las Tierras de la Corona en Poniente, brilla un pequeño y despreciable rayo de luz que no necesariamente son los rayos de una estrella solar. Son las llamas ardientes de un caldero humano proveniente de las catacumbas de la fortaleza del poder Targaryen en donde una mujer agonizaba de dolor.
⠀⠀Cierta reina verde, la condenó por el simple hecho de ser la mujer que dio a luz a los bastardos del rey. Ella y su séquito, tuvieron el sadismo de escoger para ella la muerte más lenta y dolorosa de todas, el morir en agua hirviente. ⠀⠀ ⠀⠀Su piel que alguna vez fue pura y blanquecina ahora se desprendía de su anatomía revelando su carne porque se estaba separando de su cuerpo cual vela derretida. Por más que quisiera moverse, no podía hacerlo, uno de sus verdugos, la Espada Jurada se aseguró en romper sus huesos previo al infierno que ahora mismo estaba viviendo.
⠀⠀Ella yacía desnuda en ese caldero humano, atada cual ternero por las mismas cuerdas con las que en cierto punto de su vida la esclavizaron. Y en lo que aún le restaba de piel, se veían los ematomas que recibio cuando fue tortura.
⠀⠀Sus nervios estaban más activos que nunca y enviaban señales de dolor en todos sus sentidos. Desde su céfalo raquídeo hasta la punta de sus pies, pero eso no era todo. El hecho de estar en agua, un conductor directo a las arterias y órganos internos del cuerpo humano la estaban coser dentro y con el tiempo a comenzaría descomponerse por dentro también. Llevando a su cuerpo a un máximo nivel de dolor. Ella era consciente de cada desgarre, cada quemadura, cada minúscula pizca de ardor que experimentaba en aquel momento, todo al mismo tiempo y a la misma vez.
⠀⠀Por más que quisiera gritar, tampoco podía hacerlo, pues un pedazo de tela verde con la que fue vendada con anterioridad ahora estaba alrededor de su boca. Solo podía sollozar en silencio mientras sus lágrimas caían sobre su mejilla y se mezclaban sobre el agua hervida o se evaporaban.
⠀⠀Lo que más le dolía de aquel incidente, no eran las quemaduras de su piel, ni sus huesos rotos, menos el hecho de haber sido humillada. Era el simple hecho de saber que no iba a morir sola ese día porque en su vientre de tres meses, había vida con ella, un hijo de Sir Gwayne. Vida que se vio arrebatada desde los primeros golpes que recibió de manera intencional en su vientre por ese clan miserable, no pararon de golpearla ni cuando su útero comenzó a sangrar ¿Ese debía ser el precio por amar al hermano de la reina?
