Hilos de Amistad 🕸️❤️

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El refugio se había convertido en un lugar seguro para ellos, por lo menos Noah sentía eso. Mientras los adultos se ocupaban de seguir detallando el plan y asegurar provisiones, Noah y Leo encontraron un rincón tranquilo donde podrían acostarse un rato a descansar, como si ignoraran lo que había afuera.

Las mantas que les habían dado casi al llegar sirvieron para que las usaran de colchón y ya acostados se taparon juntos como cuando eran apenas unos niños pequeños en la comida de sus casas. Empezaron a platicar de las aventuras que habían vivido antes de que todo pasara, reían juntos como no lo habían podido hacer en días.

—Noah, ¿recuerdas cuando nos perdimos en el bosque y tuvimos que encontrar el camino de regreso usando las estrellas?—, preguntó Leo, con una chispa de emoción en sus ojos.

—No lo olvidaré nunca— respondió Noah, con una sonrisa nostálgica. —Fue como si estuviéramos en una de esas aventuras de los libros que solíamos leer juntos.

Mientras pasaba el día, Noah recordaba no solo las aventuras con Leo, recordaba también los días de compras con su familia, cuando salían a jugar al parque, incluso a la calle de afuera de su casa, las cenas y desayunos que sin falta compartían juntos. Entonces la voz de Leo lo distrajo de sus pensamientos.

—¿Viste cómo Emma preparó esa pomada? ¡Es genial!—, exclamó Leo, con admiración en su voz. Emma estaba no muy lejos de ellos, ayudando a preparar las cosas para el viaje, entre todo eso se encargaba de preparar todo lo medico que podían llegar a utilizar, preparando un botiquín especial.

—Sí, es asombroso todo lo que sabe—, respondió Noah igual de sorprendido, asintiendo con entusiasmo.

Mientras seguían observando a la gente del refugio se dieron cuenta de que Marcus era el más fuerte de todos, el que tenía más habilidades de supervivencia, el que cazaba lo poco que había en la ciudad, el que más se aventuraba a salir en busca de comida, el que más se preocupaba por el bienestar de todos. Era sorprendente ver como todos los adultos tenían habilidades que los hacían destacar, cosas que los demás tardarían tiempo en igualar, si alguna vez lo hacían.

"Noah, Leo, si alguna vez se encuentran fuera del refugio, recuerden esto: siempre es mejor cazar en parejas. La seguridad está en la cooperación", ese fue uno de los grandes consejos que les dio Marcus, siempre con su con voz grave pero cálida. Cuando se separaran del grupo, si lo hacían, Noah estaba completamente seguro de que extrañaría mucho a Marcus.

Mientras pasaba el tiempo, Noah se fue sintiendo más cómodo con la situación, se estaba acostumbrando a ese refugio, a la seguridad que emanaba, a la gente que lo conformaba. Podía sentir la esperanza de encontrar a su familia rápido, con esa ayuda no dudaba que lo lograría. Sin embargo, todavía quedaba un poco de duda, principalmente en sí mismo y todavía no se perdonaba por completo el haberse quedado petrificado cuando su mejor amigo más lo necesitaba, quería ser útil, quería ser tan hábil como Emma y fuerte como Marcus, no quería ser un estribo, alguien que pondría en riesgo a todos solo porque vio un par de arañas mutantes, él sabía que tenía que ser mejor, mucho mejor y ya casi no tenía tiempo de sobra para empezar a hacerlo.

Leo colocó una mano reconfortante en el hombro de Noah, al parecer lo estaba observando mientras Noah dudaba de sus habilidades.

—No estás solo, amigo. Estamos juntos en esto, y juntos somos más fuertes de lo que podamos llegar a creer. No te preocupes por lo de hace rato, es cierto que pudimos morir, pero seguimos aquí y eso lo importante.

El tiempo en el refugio parecía detenerse, como si el mundo exterior no existiera más allá de sus paredes. Las risas de los niños resonaban en los pasillos, mezcladas con el murmullo reconfortante de las conversaciones adultas y el crujido del fuego en la chimenea. Vamos, parece que ya están listos para salir.

Los niños se acercaron al grupo de adultos que saldrían a explorar, esperando a que regresara Marcus de la exploración de rutina del camino del gimnasio a la salida de la escuela.

—Algo parece ir mal— Escucharon la voz de Emma. — Marcus no tardaría tanto, solo revisando un pequeño pasillo.

En eso escucharon pasos apresurados, casi a trote.

Cuando las puertas se abrieron súbitamente, todo el lugar se quedó en silencio.

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⏰ Última actualización: Jul 01 ⏰

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