❝Canto una canción como esta con el que buscaba desesperadamente, sé mi único amor, ya no tengo que ocultar mis sentimientos las palabras que sinceramente quería decirte, "te amo" mi único❞
Me gusta porque es diferente, me gusta por su forma de ser...
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"Eres suave, como los rayos del verano"
THEA EXTRAÑABA mucho a su hermano, y caminar al lado de Mun le recordaba a su hermano mayor, Jun-Seo era su nombre, lo recuerda como si nunca se hubiera ido, como si todavía estuviera allí para acompañarla en las noches y protegerla de las pesadillas que atormentan su cabeza día y noche
Pero él ya no estaba allí, era otro ángel en el cielo que no merecía nada de lo que le pasó, Thea aún recuerda los gritos de agonía de Jun-seo cuando él y su familia habían sido torturados en una noche como cualquier otra, excepto que esa la noche tres de ellos perdieron sus vidas protegieron a Thea, incluso en sus últimos momentos la protegieron
-Creo que es este sí, - exclamó Mun antes de volverse para mirar a Thea -Gracias, Thea
-Para que lo sepas me voy si hay mucha gente- advirtió, Thea odiaba los lugares llenos de gente, siempre lo había hecho, así que no perdió ni un segundo más antes de entrar al local frente a ella
La puerta hizo un sonido al ser abierta por la chica de cabello castaño quien aprovechó para inspeccionar el lugar, era muy acogedor a pesar de que estaba vacío
-Estamos por cerrar- Los ojos de Thea se posaron en la única chica en el lugar, ella tenía un trapeador en sus manos por lo que supuso que era a ella a quien buscaban -Aunque puedes llevártelo para llevar
Ya veo en ese caso, dos tazas de americano- ordenó Thea mientras el chico a su lado giraba la cabeza para mirarla
-Un segundo, por favor- Preguntó la chica antes de dirigirse a la cocina, dejando así solos a ambos adolescentes, aunque Thea rápidamente jaló a Mun por su mochila al notar el las intenciones del chico
Ella lo miró antes de indicarle que la siguiera, ambos se pararon frente al mostrador, esperando impacientes a que la chica terminara de preparar sus bebidas Thea tuvo que admitir que la chica era muy bonita y tanto ella como Mun no podían quitar la vista de la espalda de la chica desconocida cuyo nombre no conocían
-Deja de mirarla- murmuró Thea en voz baja, aunque ella misma tampoco podía dejar de mirar a la chica
-¿Cómo voy a hacer esto?- Mun preguntó con impaciencia -Dijiste que puedo decírselo sin que ella se dé cuenta tienes que decirme cómo
-Toma mi mano
ordenó Thea poniendo su mano frente a él sin siquiera mirarlo, tal vez demostró que no era gran cosa tomar su mano pero por dentro su corazón estaba a punto de colapsar por lo rápido que comenzó a latir
-¿Qué?- Preguntó confundido, sintiendo inevitablemente que los nervios llegaban a su cuerpo
-Toma mi mano rápido- repitió antes de que el chico tomara su mano entre las suyas sin dudarlo
-Aquí está su café- Dijo la chica, poniendo ambos cafés frente a los adolescentes, aunque levantó la cabeza cuando sintió la mano de Thea encima de la suya
