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-¿Cómo...?

-¿Cómo lo sé? -pregunta Soomin, me mira fijamente antes de girar hacia la televisión encendida. La película todavía no termina, pero no es lo importante ahora mismo-. Taehyung me interrogó directamente, llegó una tarde y dijo: "Sé que tienes un hermano, háblame de él". Todo su rostro era repleto de incertidumbre.

Se detiene recordándolo, la esquina de sus labios se levanta en un gesto cariñoso.

-¿Le hablaste de mí?

Asiente abrazando sus piernas, me mira de reojo mientras descansa la cabeza en sus rodillas. Parece la misma adolescente que solía venir a mi habitación en las noches después del instituto.

-Sí -susurra-, creo que le hablé de varias cosas, ¿sabes? De tu trabajo como ingeniero en una gran empresa de construcción, que tienes veinticinco, que amas lo de los tatuajes-. Ríe antes de fruncir sus labios en una fina línea y entonces añade-: puede que haya mencionado tu relación con Yugyeom hace dos años un par de veces.

Me congelo, la tensión en mis manos apenas es notoria. Pero es obvio que no pasaría desapercibida para Soomin, por lo que ella exhala evitando mis ojos, probablemente sintiéndose culpable por mi reacción.

-Bien. -Carraspeo, mi voz más rasposa de lo que quisiera-. ¿Te dijo que me conocía? ¿Que nos...?

-No -me detiene. Juega con la copa vacía en sus manos, su voz es ligera y suave-. Taehyung simplemente cortó mi monólogo y preguntó: "¿Jungkook es gay?" me tomó más de dos minutos darme cuenta de que jamás mencioné tu nombre.

Desvío la mirada con el estómago apretado. Mi garganta seca me hace buscar la copa más cercana, ahogo una maldición al ver que está vacía. Debería ir por más, yo debí traer más desde el principio. Maldición. Soomin sostiene la esquina de mi sudadera cuando intento ponerme de pie. La miro, desearía poder describir algo de lo que su lenguaje corporal indica. Sin embargo, lo único que pienso es en beber algo que me permita dejar de sentir esta horrible opresión en el pecho, mezcla de miedo y ansiedad.

-¿Sucede algo, noona?

-No lo sé -responde. Su mano cae a un lado, esquiva mis ojos, mi atención-. ¿No pensabas decírselo? Es que se han estado viendo por más de tres meses...

-Así que -la detengo-, en realidad si sabes por cuanto tiempo nos hemos visto.

-... No es el punto, Jeon. ¿No son amigos?

-No creo que podamos llamarnos amigos.

-Auch -murmura con un puchero en sus labios. Me lanza una mirada que junto a su ceño fruncido se muestra como ofendida. Baja las piernas del sofá y se pone de pie-. Taehyung si te considera su amigo.

-Supongo que es amigo de medio mundo -comento, la imagen de Taehyung golpeando otra puerta con la única finalidad de golpear a alguien aparece en mi cabeza-. Es bastante bueno interactuando.

A mis palabras le sigue un silencio, parpadeo intentando recuperar el control de mis reacciones al darme cuenta de la sonrisa que cruza por mi rostro. Rasco mi cabeza huyendo de Noona mirándome. Ahora mismo no puedo mantener mi cara impasible.

-De hecho, no. -Soomin toma el control de la televisión y la apaga. Un nuevo silencio se instala, un silencio que apenas se rompe por los pasos ligeros de Noona caminando hasta quedar frente a mí-. Taehyung odia hacer amigos. Es bastante ermitaño en ese aspecto. Le presenté a algunos amigos y no mantiene contacto con ninguno.

-Es porque soy tu hermano.

No logro leer la expresión que tiene.

-Quizás. -Su celular brilla con la llegada de un mensaje. La veo inquieta algunos segundos hasta que la pantalla se apaga, Soomin suspira suavemente-. Iré a acostarme.

La Persona Correcta. [Kookv] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora