🌹Capítulo 3

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Como si fuera una lanza, Persefone salió disparada de la cueva atravesando las enormes hierbas que la ocultaban y tropezo al suelo con la respiración agitada y el corazón latiendo a mil por hora.

—¡Persefone!

Escucho a Ericka ir hacia su lado a toda prisa, la tomo de los hombros y se arrodillo a su altura.

—¿Que paso? ¿Estas bien?—la inundó de preguntas y analizaba que ella estuviera en buenas condiciones. Que ninguna parte de su cuerpo faltara.

—¡Corre!—agarra a la ninfa de cabellos azulados del brazo y tira de ella levantándose del suelo y empezar a correr.

Corrieron por largos minutos hasta estar lo suficientemente alejadas de aquella extraña cueva. Persefone se apoyo contra un árbol y ponía una de sus manos sobre su corazón. Sentía la adrenalina llenar cada parte de su cuerpo tras lo vivido en esa cueva. La mente de Persefone inundaba aquella mirada de desdén de aquel hombre que vio adentro. Algo en él la inquietaba y la ponía tensa.

Se sobresalto al sentir la mano de Ericka sobre su hombro

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Se sobresalto al sentir la mano de Ericka sobre su hombro.

—¿Puedes decirme que sucedio ahí dentro?—pregunta preocupada e igualmente agitada tras haber corrido.

Persefone se sento en el suelo, recargando su espalda en el árbol y poniendo ambos brazos encima de sus rodillas.

—Vi a muchas... criaturas... todas eran muy aterradoras... una de esas fue... quién devoró al Alce...—dice mientras respira agitadamente.

—¿Te atacaron?

—Si.—confirma la rubia y echa su cabeza hacia atrás en el árbol.

-¡Por Zeus! ¿Y estas bien?

—No te preocupes, estoy bien. Logré matar a uno...—dice inhalando y exhalando.

—¿Mataste uno? ¿Pero como?

—Invoque lianas para que tropezará y me dejara en paz, su cabeza impacto contra una roca puntiaguda y se la perforo, solo quería que dejara de perseguirme.—Dice Persefone nerviosa.

No sentia alguna especie de lastima o culpa por haber matado a ese gigante monstruo, se lo merecía por intentar comérsela. Más bien le preocupaba que sermón le daría su amiga.

—Oye no te preocupes, solo te defendiste. No tiene nada de malo.

Bueno, fue mejor de lo que imaginaba.

Persefone dio una leve sonrisa y suspiro para seguirle contando a Ericka.

—Después de que lo mate, empezó a perseguirme una especie de cuervo gigante con dientes y...

Al recordar aquello Persefone sentía su cuerpo estremecerse y la adrenalina empezar a inundar nuevamente su cuerpo, la mirada de aquel hombre que la salvo seguía atormentandola.

°PRIMAVERA INFERNAL° // Hades & Persefone // Shuumatsu No ValquirieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora