🌹Capítulo 2

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Todas las noches, esos rugidos en su cabeza hacían eco, aquellos fuertes rugidos la impactaron demasiado como una roca arrojada de un lugar desconocido. Necesitaba volver a esa cueva y descubrir que criatura vivía ahí dentro.

Se asomó por su ventana para pensar y mirar hacia la luna llena. Como si de un foco se hubiese prendido arriba de su cabeza, deduce que lo mejor sería escabullirse de noche e ir hacia esa cueva y regresar antes de que amaneciera. Con esfuerzo tuvo que convencer a Ericka de que la ayudara a ir a aquella cueva nuevamente.

Esa misma noche cenando con su Madre, planeaba irse temprano a su habitación, su curiosidad por esa cueva la mataba. Así que intentaba actuar lo más normal posible para que Demeter no sospechara nada.

—¿Estas segura que no quieres comer más?—pregunta la castaña.

—No.—niega con la cabeza levemente.—Ya no tengo hambre, iré a dormir.—Justo cuando estaba por levantarse, Demeter la detuvo.

—Necesito hablar de algo contigo.

—¿Puede ser en otra ocasión? Tengo mucho sueño.—miente.

—No tardare mucho hija mía, por favor. Es algo importante.

Persefone soltó un resoplido y volvió a su asiento, esperando que la Diosa de la Cosecha hable primero.

—Hace unos días, recibí un mensaje. Al parecer Zeus hara una fiesta por su cumpleaños dentro de una semana.

—Y no iremos, lose.—interrumpe Persefone mientras se cruza de brazos. Ya sabe todas las decisiones de su Madre respecto a las fiestas de ciertos dioses. En casi ninguna asisten.

—Me alegra que lo comprendas.—dice Demeter con una pequeña sonrisa pero después se esfuma y suspira.—Pero lastimosamente tendremos que ir a esta fiesta. Ya que Hera dice que es el cumpleaños más importante de Zeus.

El rostro de Persefone se transforma en uno de conmoción. Ella creía que no irían, pero por órdenes de Hera tienen que ir obligatoriamente, desafiar una orden de la Reina de los Dioses Olímpicos te arriesgas a una muy buena reprimenda. Le agradecía a Hera de darle esa orden a su Madre.

—Asi que tengo unas pequeñas cosas que aclarar contigo desde ahora.—dice Demeter con dureza.—Todo el tiempo estaras a mi lado, no te alejarás de mi.

Los puños de Persefone se cierran y su mandíbula se aprieta. Por un momento, Demeter sintió un poco de escalofríos por su espina dorsal, los ojos del color de la sangre de su hija eran de temer especialmente cuando se enfadaba.

—¿Porque no me puedes dejar por tan solo cinco minutos?—pregunta entre dientes.

—Aun eres una niña.—contesta Demeter con firmeza.

—¡Ya no soy una niña!—Se levanta bruscamente del asiento con los puños apretados.—¡Me harta que todo el tiempo me controles!

—Ya vas a empezar con tus berrinches.

—¿Esto es un berrinche, el que te diga que me harta que todo el maldito tiempo me estés controlando?

—No te estoy controlando.

—¡Claro que lo haces! No me dejas hacer cosas por mí sola más que mis deberes de Diosa de la Primavera. En vez de que me cuides debidamente ¡Me haces una Inútil!

Un fuerte estruendo se escucho por todo el comedor, la mejilla de Persefone dolía y por un momento sintió un líquido caliente deslizarse de su mejilla. Sostuvo su mejilla para sobarse la fuerte bofetada que recibió por parte de su Madre.

—No eres más que una niña malcriada que no valora el esfuerzo que hago por ti.—dice Demeter con dureza.—¡Todo lo que hago es por tu bien! Tu deber es estar siempre conmigo. Yo te crie y te pari, y te quedarás para siempre conmigo porque eres mi hija y yo tu Madre. Soy lo único que necesitas en esta vida ¿Entiendes?—Exclama Demeter furiosa—No permitiré que mi hija se convierta en una Diosa vulgar y asquerosa, así te comportaste cuando te di permiso de irte a esa estúpida fiesta hace dos meses.

°PRIMAVERA INFERNAL° // Hades & Persefone // Shuumatsu No ValquirieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora