🌹 Capítulo 6

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Su Madre no la había castigado tras la intimidación por parte de Hades. Al llegar a su hogar, Demeter le ordeno que se fuera a su habitación y al cabo de los segundos volvio a salir de nuevo. Había regresado en la mañana con actitudes sospechosas y sin querer hablar con nadie, ni siquiera con su hija.

Persefone se encontraba haciendo sus deberes de Diosa de la Primavera, floreciendo los arboles y las plantas. Era las únicas veces que su Madre le permitía estar sola y sin ordenarle a otras ninfas que fueran a vigilarla.

Encargándose de dar calor a Midgard, podía ver ante sus ojos el rostro del Rey del Infierno y aquella conversación que tuvo con él. Especialmente esa forma en como la defendió de su Madre, nadie la había defendido asi.

—Persefone.

La rubia salió de sus pensamientos tras oir la voz de Ericka. Se dio media vuelta y dejó de producir su magia.

—¿Si, que pasa?

—Afrodita ha venido a visitar a tu Madre.

—¿Afrodita?—arqueo una ceja confundida.—¿Que hace la Diosa de la Belleza visitando a mi Madre?

—No lose, pero Demeter no se ve muy contenta con su llegada.

Demeter y Afrodita no tenían buena relación. Afrodita tenía la costumbre de visitar a Demeter solo para molestarla. La Diosa de la Cosecha siempre veía con aberración a la Diosa de la Belleza como si no fuera más que un error de Diosa. Pero dada la actitud arrogante de Afrodita, gustaba de fastidiarla con su mera presencia, solicitando de vez en cuando ocupar de mensajera de Zeus para la Diosa de la Cosecha.

Persefone dejo lo que estaba haciendo y regreso a casa, necesitaba escuchar que pasaba con Afrodita y del porque deseaba fastidiar a Demeter ahora mismo. Su Madre no se encontraba de buen humor por lo que pasó ayer con Hades, lo que menos necesitaba ahora era la presencia de la Diosa de la Belleza.

Se deslizo a hurtadillas por la mansión hasta la entrada donde estaba Afrodita con una sonrisa divertida en su rostro esperando a Demeter. Su voluptuoso cuerpo llamaba mucho la atención y más el vestido color rosa que traía no dejaba fuera a la imaginación para cualquier hombre. Demeter jamás dejaría que Persefone se acercara a Afrodita, la consideraba un mal ejemplo para su hija.

—Pequeña Persefone es malo espiar.—hablo la Diosa de la Belleza de espaldas.

Persefone se maldijo por no ser lo suficientemente precavida, había aprendido a librar a su Madre pero no a ningún otro Dios. Afrodita la miro sin siquiera borrar su sonrisa burlona.

—Mi Madre...

—No te deja acercarte a mi, si si lose.—interrumpe.— Hasta ella misma me lo ha dicho, no conozco a ningún Dios que Demeter le haya dicho que no se acerque a su preciosa hija.—interrumpe mientras coloca un mechón de cabello rubio detras de su oreja.

La Diosa de la Primavera se queda en silencio y sin saber que decir. Eran raras las veces que estaba cerca de la Diosa de la Belleza, pero para ser una Diosa que todos consideraban dócil resultaba ser peligrosa. Si ofendias a Afrodita podrías llevarte un gran castigo por parte suyo; así que no podía ofenderla tampoco.

Afrodita coloca su brazo debajo de sus enormes senos y da unos cuantos pasos hacia Persefone quien se encogio de hombros asustada.

—Tranquila mi niña no te haré nada, simplemente te analizó.—coloca su mano debajo de la barbilla de Persefone y la obliga a mirarla.

Un silencio inundó a ambas Diosas y lo único que se escuchaba era el viento y el chocar de las hojas de los árboles. Afrodita analizaba con detalle a Persefone, mirando a través de ella. Finalmente una sonrisa acompañada de una risa aparecen en Afrodita y suelta a Persefone suavemente.

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⏰ Última actualización: Oct 01 ⏰

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°PRIMAVERA INFERNAL° // Hades & Persefone // Shuumatsu No ValquirieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora