Más que un asesino - KazuRei Omegaverse

Capítulo 5. Pasado.

¡Hola! ¡Hemos vuelto! Lo he dicho un montón de veces que ha pasado tanto tiempo y se siente como si fuera tan poco en realidad. Logré mudarme con éxito, sin embargo, mi salud no había estado del todo bien. A pesar de las complicaciones de la vida, he logrado llevarlo bien, he estado trabajando en mi proyecto de tesis, tratando de comer saludable y descansar en mis tiempos libres. ¡Espero que se encuentren bien!

Disclaimer: Buddy daddies y sus personajes son propiedad de su respectivo dueño, esta historia es hecha sin fines de lucro.

Más que un asesino

Por Franeej

Capítulo 5. Pasado.

Desde el punto de vista de otros, Kazuki podía ser considerado como alguien recto y ejemplar, apasionado, dedicado en cuerpo y alma a su familia, sin embargo, el alfa no estaba de acuerdo con ello. La mayoría del tiempo solía mostrar un semblante tranquilo, sin preocupaciones, se aseguraba de vivir el día a día al máximo, incluso se jactaba de no tener arrepentimientos, sino fuese por aquel accidente que lo seguía atormentando por las noches.

Se había despertado más temprano de lo habitual, salió de su habitación, abrió las persianas del pasillo y no fue recibido por la calidez de los rayos del sol, por el contrario, el cielo estaba completamente nublado, señal de que llovería en cualquier momento. Caminó por el pasillo hacia la habitación de Miri para despertarla, debía alistarla para llevarla a la guardería.

Después de darle las indicaciones a la menor se dirigió a la recamara de Rei. El omega estaba envuelto entre sabanas dentro, tan plácidamente, aun así, Kazuki se tomó el atrevimiento de acercarse y dejar un beso en los labios de su compañero. Apreció la respiración lenta y los murmullos entre sueños del menor, quien en un movimiento ligero logró destaparse, dejando a la vista del mayor su ahora voluminoso vientre. El alfa sonrío, para después acariciar el rostro de Rei. Se despidió del omega, y casi de manera inconsciente le susurró que no dejaría que nada malo le sucediera. No de nuevo.

Al salir del cuarto se fue directo al comedor, después de desayunar con Miri, le colocó un impermeable y le dio un pequeño paraguas amarillo. Salieron del edificio, y todo pareció ir en cámara lenta. Un fuerte viento provocó que Miri soltara su paraguas, por inercia, la pequeña corrió detrás de este en un intento de alcanzarlo. Kazuki se percató de un automóvil que venía sobre la avenida en la misma dirección a la que Miri se dirigía. Corrió lo más rápido que pudo hasta sujetar el diminuto cuerpo de la menor, atrayéndola hacia si mismo. El paraguas fue arrollado por el automóvil quedando completamente destruido, al ver este escenario Miri comenzó a llorar con fuerza.

"¡¿En qué estabas pensando?! ¡Fue peligroso!" Kazuki arremetió con fuerza en contra de la menor, quien no comprendía el enojo de su padre, él le había regalado ese paraguas con mucho cariño para protegerla de la lluvia, era normal que ella quisiese recuperarlo y cuidarlo. Miri se disculpó, sin comprender del todo la situación en la que se había involucrado y el alfa sólo suspiró, resignándose a obtener algo más por parte de su hija.

Miri era sólo una niña, desde el primer día en que había llegado a sus vidas, se había visto envuelta en un montón de situaciones que ponían en riesgo su vida, desde asaltantes hasta las balas perdidas que rebotaban a su alrededor en distintos encuentros durante los encargos de trabajo de sus padres. Aún así, la menor no comprendía lo que ocurría y en todo momento tanto Kazuki como Rei se mantenían a su lado o aparecían en el último momento para salvarla.

La gente a su alrededor comenzaba a acumularse, por lo que el alfa decidió dar por terminada la discusión, siguiendo con su camino hacia la guardería. Después de despedirse de su pequeña hija, decidió pasar al centro comercial por algo de comida. Estaba seguro que Rei despertaría con hambre y él no se sentía con ánimos de cocinar.