Capítulo 8.

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Miraba la boca de Aiden, no había dejado de moverse por un largo rato, aunque ni una sola de las palabras que pronunciaba lograban quedarse en la mente del castaño, algo más ocupaba su mente en ese momento, algo que estaba esperándolo en el sendero, o más bien alguien.

Observaba ansioso la puerta, estaba tan cerca de ella ¿Qué tan raro sería decirle a Aiden la verdad? No era nada malo, era solo una salida ¿Verdad?

-Tal vez no ha sido tan mala la apuesta de tu madre al parecer.- Jisung seguía mirando la salida.- Escuché varios comentarios sobre el tipo ese, el escultorsillo.

Jisung volteó de inmediato.- ¿De Minho?

-¿Así se llama?- Cuestionó Aiden.

-Lee Minho.- Le dijo.

-Sí, de él.- Lo miró alzando una ceja.- No le digas solo "Minho" sonará como que son cercanos.

-Como sea ¿Qué escuchaste de él?.- Preguntó intrigado.

-Las señoritas están bastante entusiasmadas con su llegada, incluso las madres lo están.- Resopló.- Al parecer encandiló a bastantes en el baile.

-Algo así percibí.- Se encogió de hombros.

-Me parecía absurdo e indignante tanta efusión por un pobretón.- Explicó Aiden.- Pero, mi padre me ha explicado la magnitud del negocio.

-¿Cuál negocio?

-Pues precisamente la razón por la que tu madre lo ha traído, parece que no es falso, el tipo es una verdadera promesa en el extranjero.

Jisung pensó en como lo había visto trabajar los últimos días, ahora esa afirmación no le parecía para nada absurdo, podía entender que lo fuera.

-Hace bien su trabajo.- Apuntó.

-Son sólo esculturas, nada espacial.- Le dijo Aiden.- Sin embargo, a muchas personas parece gustarles, es ideal.

-¿Qué es ideal?- Seguía cuestionando Jisung.

-Es una promesa, ya te lo dicho.- Se acomodó en su asiento.- Lo que significa que aún no es un escultor famoso como tal, lo tienen en la palma de su mano, le están financiando el alojamiento, la comida, los servicios, todo.- Le explicaba.- Si se apropian de ello y saben jugar sus cartas serán ustedes quienes puedan manejar su carrera en un futuro, quienes le construyan el nombre y al mismo tiempo quienes sean dueños de ello.

Jisung pensó en una de las primeras conversaciones que había tenido con el escultor y dejó escapar una risa burlona sin darse cuenta, ganando una mirada enojada de Aiden.

-Escucha, podría ser un buen plan con alguien que fuera cuerdo y ordinario, pero el Sr Lee... No parece razonar de la misma forma.

Pensó en como lo había dejado como tonto cuando le había respondido que "era un trabajo, no le debía nada" y por un segundo deseo haber visto la escena desde fuera y que esa conversación la hubieran tenido Minho y Aiden.

En un principio le había parecido la persona más desagradecida del mundo y aunque aún no le quitaba de todo el título, le causaba gracia imaginar la escena si hubiera estado ahí él.

-¿No razona de la misma manera? ¿Qué quieres decir, es tonto?

Para la desgracia de Jisung, no. "Al revés, es todo lo contrario" pensó.

-Para nada, simplemente no es algo que vea factible por su forma de ser.- Se encogió de hombros.

-¿Y qué sabes tú de su forma de ser?- Alzó una ceja.- ¿Qué tanto sabes de él?

Tallando el alma se esculpe una vida [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora