Capítulo 12.

556 119 70
                                    


Los días pasaban uno tras otro y los momentos se acumulaban de a poco. A simple vista podría parecer que nada había cambiado en la mansión de los Han, pero la verdad es que todo comenzaba a hacerlo.

Elina estaba en el jardín tomando el té y dibujando con calma cuando escuchó una carcajada fuerte que la hizo detenerse.

Miró a los lados buscando al responsable, pero no encontró nada, siguió con su dibujo hasta que su paz fue interrumpida nuevamente, entonces sus ojos se dirigieron inmediatamente a la cabaña que estaba a unos cuantos metros de distancia ¿Esa risa era del escultor?

Intentó ignorarlo y no ser entrometida, pero la risa era cada vez más fuerte, así que se dispuso a averiguar que era lo que pasaba.

Levantó su vestido con delicadeza y mirando hacia ambos lados para asegurarse de que su madre no la viera y no la regañara por ello se dispuso a acercarse.

-¡Basta! ¡No puedo más!- La risa era cada vez más estruendosa.

-¿Basta qué? ¡Tu eres el que se está riendo como desquiciado!- Se escuchó otra voz riendo.

-¡Anda! ¡Es completamente tu culpa!- Las carcajadas solo iban en aumento.

-¿Quieres algo que sea mi culpa? ¡Bien, ven para acá, terminarás peor!

Elina se quedó asombrada detrás de la puerta ¿Esa era la voz de Jisung? ¿Del señor "sigamos el protocolo y seamos elegantes"?

Sin ser consciente una enorme sonrisa se dibujó en su rostro y llena de curiosidad tocó a la puerta del estudio, las carcajadas cesaron de inmediato.

Su ceño se furnció después de un largo minuto en el que no obtuvo respuesta.

-¡Ey! ¡Sé que están ahí!- Dijo enojada.

-Abre tú.- Escuchó susurros del otro lado.- Es tu culpa.

-Si bueno, es tu hermana, abre tú no seas maleducado.- Escuchó la otra respuesta en el mismo tono.

-¡Si nadie me abre en este momento le diré a nuestra madre!

La puerta se abrió de inmediato, pero lo hizo de forma lenta, sin mostrar por completo lo que pasaba del otro lado.

-Elina ¿Qué necesitas?- Dijo su hermano mayor, pero no podía verlo por completo ya que la puerta a penas y la habían abierto unos centímetros.

-¿Hanji? ¿Qué están haciendo?- Preguntó curiosa.

-El Sr. Lee trabajaba en unos nuevos modelos... Me a pedido ayuda con unas cosas.

-¿Qué cosas?- Preguntó cruzándose de brazos.

-No es nada Elina, regresa a tus actividades.- Intentó cerrar la puerta de nuevo pero Elina metió el pie impidiéndole hacerlo.

-¿Por qué se reían?- Quiso saber.

-¿Quién se reía?- Jisung desvió la mirada.

-¡No intentes engañarme!

-Por favor, tu risa se escuchaba hasta mi reino, no la tomes por tonta que eres tú quien queda peor.- Se escuchó una voz dentro de la casa seguida de un quejido de dolor por lo que al parecer fue una leve patada callandolo.

-Elina, solo regresa a lo que hacías.- Insistió Jisung.

-No hasta que me digan que pasa ahí ¡Quiero saber!

-Ya te lo he dicho solo...

-¡Lord Han tiene bigote y barba!- Se escuchó un grito que en definitiva era del escultor.

Tallando el alma se esculpe una vida [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora