Tallando el alma se esculpe una vida [Minsung]

Capítulo 10.

Después de ese día, de aquella mañana nadando en el lago aún cuando ninguno de los dos sabía hacerlo, Minho y Han comenzaron a ser más cercanos.

La rutina de la cabaña, esa dónde el castaño se sentaba y hablaba de todo mientras el escultor asentía y seguía trabajando en silencio con breves pero inteligentes aportaciones se había instaurado en todos sus días.

Aunque les gustara discutirlo y negarlo sin parar, ambos disfrutaban de la compañía del otro.

Era una mañana fresca y despejada la de aquel día.

Minho se encontraba en la fuente del jardín tomando medidas y haciendo anotaciones, Jisung lo veía desde dentro de la casa intrigado.

-Fue una buena inversión.- Escuchó a su madre decir mientras se acercaba.

-¿Minho?

La mujer alzó una ceja.- Sí, el Sr. Lee.- Jisung se dió cuenta de su falta de formalidad y se sintió avergonzado.

-¿Qué hace?- Intentó cambiar el tema mientras lo observaban por el ventanal.

-Le he pedido que re diseñe la fuente, sus diseños tienen una delicadeza muy elegante.

-Es bueno en lo que hace, es cierto.

-Los pilares han quedado fantásticos, estoy segura que en la siguiente cena que organicemos nos los elogiaran.- Dijo la mujer orgullosa.

Jisung seguía viendo al escultor completamente concentrado en su trabajo cuando vió a una figura hermosa acercarse a él con cautela.

Minho se levantó con una sonrisa y vió como comenzaron a conversar de forma amena.

-Además es todo un caballero, trata a Elina de forma excepcional.

-Lástima que no es un noble, sino ya le hubieran organizado una boda.- Contestó Jisung de forma golpeada.

-Sí, lástima.- Contestó la mujer mirándolos por la ventana a la par.

-Tengo cosas que hacer, con permiso.- Se disculpó con una reverencia y fue directo al jardín.

-Elina.- Le llamó a su hermana mientras se acercaba.- Tus bordados están tirados en la alcoba, deberías organizarlos.

-¿Mis bordados?- volteó Elina confundida.

Minho lo miró.- Lord Han.- Saludó con una reverencia.

-Sr. Lee.- Contestó igual.

-¿Qué lo trae al jardín?- Preguntó relajado.

-Vine a avisarle a mi hermana sobre sus bordados.

-Ni siquiera recordaba dónde los había dejado, le pediré a alguna criada que los recoja.- Dijo Elina confundida.

-¿Usted borda, señorita?- Le preguntó el pelinegro.

-Por supuesto Sr. Lee.- Sonrió.- ¡Soy muy buena en ello!

-Que maravillosa destreza, se pueden crear verdaderas obras de arte con ello.

-Oh, no sé si arte... Pero disfruto de hacer cosas para la familia.- Sonrió.- ¡A Hanji siempre le bordo sus pijamas!

-¡No siempre!- Jisung enrojeció avergonzado.

-¿Y qué bordados lleva Hanji en sus pijamas?- Preguntó con una sonrisa.

-¡Ey!- Jisung interrumpió.- No es necesario seguir está conversación.- Carraspeó.

-Una vez le hice unas flores en uno de sus pares de ropa int...