𝗢𝗿 𝗡𝗮𝗵 | 𝗝𝗲𝗻𝗹𝗶𝘀𝗮

𝗖𝗜𝗡𝗖𝗢

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Necesitaba callar a Lisa.

Entre a cocina algo molesta por el comportamiento de mi madre.

No hacía falta pellizcarme!, me había dejado la marca del pellizco, dolía mucho.

No se porque dije que les iba a preparar te, cuando ni un bocadillo se hacerme...

Pero había que intentarlo.

— Manos a la obra. — susurre, me ate el pelo y me remague para empezar.

Aver Ai tuviera mi teléfono ahora podía buscar como hacer un te, pero el teléfono se quedó arriba.

Que mala suerte la mía.

Puse agua en una olla pequeña y intenté encender la estufa eléctrica.

— Como mierda se hace esto...— dije tocando todos los botones esperando que se encienda por arte de magia.

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La madre de Jennie se parecía mucho a Jennie, pero sin ofender Jennie era aún más linda.

Me senté en el sofá con la madre de Jennie esperando a que Jennie viniera con el te.

— Y dime corazón, ¿de que os conocéis tu y mi hija?— me pregunto con un tono de curiosidad la señora Kim.

— Oh, bueno , soy su profesora de anatomía en la universidad.— le conte, viendo que ella se sorprendía,pensé que ya lo sabía.

— Eres su profesora?, deberías de pasar más por aquí a darle clases a mi hija. Como a estado tu madre estos años?— empezó a hablar, estaba muy feliz de verla de nuevo.

Cuando nos conocimos Jennie nisiquiera existía, ella era como una tía para mí hasta que se tubo que mudar a Corea para criar a Jennie.

— A estado muy bien, solo hecha de menos tu compañía, te extraña muchísimo.— le conte riendo.

Justamente cuando iba a decir algo más empezó a oler humo y la madre de Jennie y yo nos giramos a la misma vez.

Venia de la cocina.

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Saló corriendo de la cocina con dos guantes de cocina en la mano.

Las dos estaban paradas ahí mirándome con cara de que había hecho.

Entraron a la cocina y apagaron el horno.