Confieso que me dejé ahogar por el dolor de amarte. Amar a alguien tan intensamente como lo hice contigo a veces se sintió como una tormenta desatada en mi interior, una tormenta que amenazaba con arrastrarme hacia aguas profundas y desconocidas.
Cada día que pasaba, sentía cómo el peso de mis sentimientos se volvía más abrumador. Amar a alguien como tú, con pasión y entrega, me hizo sentir que no había límites para el amor ni para el sufrimiento. Me sumergí tan profundamente en el abismo de nuestras emociones compartidas que perdí de vista mi propio bienestar.
Cada sonrisa tuya era una fuente de alegría, pero cada lágrima tuya me causaba un dolor que parecía insuperable. Me encontré buscando desesperadamente maneras de aliviar el tormento de mi propio corazón mientras trataba de ser un apoyo para ti en tus momentos de necesidad.
Me dejé ahogar por el dolor de verte sufrir, y en ese proceso, perdí mi propio rumbo. Me olvidé de cuidar de mí mismo y de encontrar mi propia felicidad. Fue como si estuviera atrapado en un ciclo interminable de amor y sufrimiento, sin saber cómo escapar.
A pesar de todo, quiero que sepas que nunca dejaré de apreciar los momentos felices que compartimos y la intensidad de nuestro amor. Pero también entiendo que el amor no debe hacernos daño, y que es necesario encontrar un equilibrio entre amar a alguien y cuidar de nosotros mismos.
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Tan dentro de mí pero muerta
RomansEn este libro, se exploran con sinceridad crucial los altibajos emocionales, desde la tristeza abrumadora hasta la esperanza vacilante. El autor no se retrae al hablar de cómo las lágrimas caen como testigos silenciosos de un amor que persiste inclu...