Dos

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Kyungsoo había visitado en el pasado muchos especialistas y ninguno le ofrecía buenas noticias o siquiera tratamientos eficaces para poder quedar en embarazo, por ello había pensado que la subrogación sería lo más indicado.

¿Había cometido un error? Frente a su puerta hacía un mes había aparecido un omega hermoso, su piel estaba bronceada, sus labios rojos, sus ojos llenos de vida y confianza, tenía una estatura similar a la suya, con unos brazos bien formados y aroma a durazno. Lo dejo embelesado a él, y por supuesto que la espina de la desconfianza presiono su corazón cuando noto como esos ojos marrones se centraban en las caderas de su esposo.

Peor fue la sensación en su pecho al notar el brillo en los ojos de Chanyeol que siempre había sido dedicado únicamente para él, pero que ahora estaban siendo entregados a Byun Baekhyun.

—… Amor… — Kyungsoo levantó la cabeza, estaban reunidos los tres en la cafetería de su esposo concretando los ajustes finales del contrato para el proceso de subrogación por enésima vez.

—¿Hmm?

—Baek te acaba de hacer una pregunta, mi amor.

“¿Baek?”, Kyungsoo frunció sus cejas y acarició el puente de su nariz. ¿Cómo es que ese hermoso hombre de piel bronceada había pasado a ser llamado Baek en un mes y a Chanyeol le tomo seis meses llamarle a él por un apodo bonito?

—No hay problema Yeol —dijo Byun, al escuchar aquello Kyungsoo mordió su lengua y miró fríamente a Baekhyun —. ¿No hay problema alguno si durante los nueve meses me mudo con ustedes?

“¿Qué puedo decir?.... han estado hablando entre ustedes dos la mejor forma de cuidar al bebé y no me han tenido en cuenta en ninguna de esas conversaciones, que importa ahora si no quiero que te mudes conmigo… es mi casa.”

Kyungsoo sonrió de manera fingida, tomo un sorbo de su malteada de vainilla y negó, aunque el nudo de su garganta le estaba haciendo difícil la tarea de tragar o si quiera respirar bien.

—No hay problema… sé que necesitas del dinero, y nosotros tenemos las facilidades económicas. Es un favor muy grande el que nos estás haciendo.

—¡Por fin tendremos familia, amor! — dijo Chanyeol con sus mejillas ligeramente rosas, sus labios creando una maravilla en su rostro y sus ojos tan brillantes que se asemejaban a las estrellas.

Aquello antes de hacerle sentir feliz, le hizo sentir miserable. ¿Acaso tenerlo a él no era suficiente? ¿Ser los dos no era ya ser una familia? Durante todos esos años él así lo había creído, pero se acababa de dar cuenta que no era el caso.

—Perfecto, entonces cuando me indiquen iremos a hacer el procedimiento de fertilización. —Habló con elegancia Baekhyun.

Kyungsoo asintió, pese a que su esposo no tendría relaciones con Baekhyun… ¿por qué su corazón se sentía tan inquieto? “Tal vez Chanyeol sería más feliz con un omega que si le pueda dar hijos”, mordió su labio y sintiendo el estómago algo revuelto se levantó rápidamente de la mesa para ir al baño.

Tan pronto abrió la puerta de uno de los cubículos, todo lo que había comido salió por su boca e incluso por su nariz, acarició su abdomen y le ataco el dolor de cabeza. Eran síntomas habituales en los omega recesivos, los problemas de salud eran pan de cada día y por ello mismo estaba preparado con medicamento en su mochila e incluso unas molestas inyecciones por si tenía ataques de estrés.

Su aspecto era miserable, tenía ojeras bajo sus ojos, su piel se veía reseca y su cabello se veía muerto. No era para nada como Baekhyun, siempre sonriente, seguro, un estudiante esperando graduarse de derecho y que necesitaba el dinero para pagar los requisitos de grado. No era como él, que dejo la carrera inconclusa y que dependía de Chanyeol. Baekhyun era un mejor partido. No era un perdedor.

Antes nunca le había puesto tantos ‘peros’ al asunto, ni tampoco había sido tan detallista al respecto pero ahora se daba cuenta que tenía un fuerte rival frente a sus narices… todo cambiaba, él no era nada comparado a Baekhyun.

Miró hacia la puerta, pasaban los minutos, pero su esposo no venía en su búsqueda cosa que era habitual cada que tenía uno de sus episodios. Con un fuerte dolor en la boca de su estómago se sostuvo de la pared volviendo a la mesa donde estaban los tres.

Grande fue su sorpresa al ver como Baekhyun acariciaba el rostro de Chanyeol, y lo peor, Chanyeol estaba permitiendo tal contacto.  Les escucho reír, y luego una daga más a su corazón. Chanyeol estiro su mano y acarició con ternura el cabello del omega de sonrisa rectangular.

“Los monstruos no tenemos finales felices”, pensó con dolor Kyungsoo quien se tragó su orgullo y volvió a su puesto. Miró el plato de Chanyeol, estaba comiendo durazno… como la fruta que definía el aroma de Baekhyun.

10 Años Amándote|| ChanSoo [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora