En una tarde soleada en el castillo de Austria, Prusia y Austria se encontraban inmersos en una intensa partida de escondidas. Austria, con su elegancia característica, había encontrado un lugar perfecto para esconderse en un armario grande y antiguo lleno de partituras y objetos musicales. Prusia, ansioso por encontrarlo, recorrió cada rincón del castillo hasta que finalmente llegó al pasillo donde se encontraba el armario.
Sin pensarlo dos veces, Prusia se deslizó sigilosamente dentro del armario, esperando asustar a Austria, saltándole de sorpresa cuando pasara por allí. Lo que no sabía era que Austria ya estaba dentro, oculto entre las partituras. Ambos se encontraron cara a cara en la oscuridad del armario, a sólo centímetros de distancia.
Los corazones de Prusia y Austria latían con fuerza en la penumbra mientras se miraban intensamente. La tensión aumentó y, en un momento de impulso, sus rostros se acercaron peligrosamente, a punto de besarse. Estaban a punto de sellar el momento con un beso apasionado cuando, en ese preciso instante, la puerta del armario se abrió de golpe.
Hungría, quien había estado buscando a Austria por toda la casa, los encontró en una situación extremadamente comprometedora. Sus ojos se abrieron de par en par mientras miraba a Prusia y Austria, quienes se apartaron rápidamente y se ruborizaron intensamente.
Hungría no pudo evitar soltar una risa nerviosa y exclamar: "¡Vaya, vaya, parece que los encontré en un momento interesante!". Prusia y Austria tartamudearon excusas y explicaciones mientras salían apresuradamente del armario, pero el daño ya estaba hecho.
Después de la incómoda situación en el armario, Hungría, siempre astuta, aprovechó la confusión en el ambiente y, con un toque de picardía, se acercó a Austria y le dio un beso sorpresa en los labios. Austria, completamente aturdido, se quedó sin palabras mientras Hungría se alejaba, sonriendo.
Austria, finalmente recuperando su compostura, murmuró para sí mismo: "Este es el mejor beso que me han dado hoy... ¿o tal vez no?" mientras miraba a Prusia, quien lo miraba con una ceja arqueada y una sonrisa traviesa. La situación, una vez más, se volvió un enredo cómico, dejando a todos preguntándose quién besó mejor que quién.
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ChatGPT escribe..... historias de Hetalia
FanfictionLe pido al ChatGPT que me escriba historias y luego nos morimos de la risa con lo que una máquina me dio!!! xD Todas y cada una de las palabras (y títulos) de estos relatos fueron creados plenamente con la app, yo no voy a cambiar ni una sola letra...