Había una vez dos naciones llamadas Inglaterra y Francia, pero en realidad se hacían llamar Arthur y Francis respectivamente. Sus personalidades eran tan opuestas como el día y la noche. Arthur, con sus cejas enormes, era conocido por ser un poco serio, reservado y aficionado al té. Por otro lado, Francis era extrovertido, amante del vino y siempre llevaba un ramo de flores frescas consigo.Un día, en una de sus reuniones diplomáticas en una cafetería en París, Arthur y Francis comenzaron a discutir como siempre. Arthur se quejaba de la actitud arrogante de Francis, mientras que Francis se burlaba de la obsesión de Arthur por el té. Sus discusiones eran ruidosas y llenas de insultos, pero esta vez algo diferente estaba en el aire.
A medida que las semanas pasaron, Arthur y Francis continuaron sus peleas constantes, pero algo comenzó a cambiar. Empezaron a notar las cualidades que antes les habían molestado en el otro, de manera distinta. Arthur admiró la pasión y el amor de Francis por su país, mientras que Francis encontró la determinación y el coraje en Arthur para defender sus valores.
Un día, mientras discutían en la Torre Eiffel, Arthur miró a los ojos de Francis y notó algo diferente en su mirada. Ya no había ira, solo una chispa de curiosidad y ternura. Francis, por su parte, vio una vulnerable sinceridad detrás de las cejas de Arthur, que antes le habían parecido impenetrables.
La chispa creció con el tiempo, y Arthur y Francis comenzaron a pasar más tiempo juntos fuera de las negociaciones diplomáticas. Descubrieron que tenían más en común de lo que habían imaginado, compartiendo historias, risas y, por supuesto, más de una taza de té y un vino.
Finalmente, en una tarde lluviosa en Londres, Arthur y Francis admitieron sus sentimientos el uno al otro. Se dieron cuenta de que, a pesar de sus diferencias, habían encontrado algo hermoso en su relación. Sus peleas se habían transformado en una historia de amor única y apasionada que ni siquiera ellos habían previsto.
Así que, con el amor floreciendo entre Inglaterra y Francia, o mejor dicho, entre Arthur y Francis, las cejas enormes de Arthur se elevaron un poco más con la felicidad que había encontrado en los brazos de su rival convertido en amante. Y aunque seguían discutiendo ocasionalmente, ahora lo hacían con un tono mucho más suave y con una sonrisa en el rostro, sabiendo que, al final del día, estaban juntos.
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ChatGPT escribe..... historias de Hetalia
Fiksi PenggemarLe pido al ChatGPT que me escriba historias y luego nos morimos de la risa con lo que una máquina me dio!!! xD Todas y cada una de las palabras (y títulos) de estos relatos fueron creados plenamente con la app, yo no voy a cambiar ni una sola letra...