Henko

Vigésimo tercer paso

— Itachi ha estado muy distante últimamente con Sasuke, pensé que todo el asunto de las finales acabaría pronto. Él debería entender que su hermano solo está haciendo lo que puede por ayudar a su compañera — se quejaba Mikoto, estaba preocupada por lo que pasaba con sus hijos.

Se suponía que los había criado bien, eran buenos chicos con futuros brillantes; si todo salía bien Itachi sería el siguiente líder del clan y Sasuke el jefe de policía.

Pero habían llegado rumores... sobre Sasuke y su equipo teniendo... cierto... comportamientos con Sakura-chan. La niña era una civil, no iba a negar que Fugaku tuvo sus dudas en un principio, había pensamientos arraigados en todo el clan acerca de la combinación de shinobis con civiles, especialmente al momento de hacer un equipo.

Ella no compartía los pensamientos de su esposo y otros miembros del clan, si la niña había llegado hasta ahí debía ser por una razón y confiaba en el juicio de los profesores de la academia. Ella también lo había tenido difícil al querer ser kunoichi cuando se suponía que su destino ya estaba escrito al ser la próxima matriarca.

Por eso, y por la educación que le había dado a sus hijos estaba negada; no creía que su hijo fuera capaz de eso, a veces era algo arisco con las niñas que lo perseguían... pero ¿de eso a tanto... ?prefería pensar que solo eran calumnias sin sentido.

— no crees en eso ¿verdad? Lo de Sakura-chan... la niña era algo delicada, solo estaban protegiéndola... — le preguntó nerviosa a su amiga, aunque, desde que llegó a la casa de té en la que citó a la pelirroja esta había estado algo distante.

Cuando mencionó a la antigua compañera de sus hijos la mirada de su mejor amiga se ensombreció, parecía que había visto un fantasma.

— ¿pasa algo?

— creo que Minato tiene una hija ilegítima — ¿había escuchado bien? — y creo que es Sakura...

De repente Mikoto olvidó dónde estaban, y que era una Uchiha... y todos sus modales.

— ¡¿qué?! — hasta se levantó golpeando la mesa estrepitosamente, las personas en el local voltearon a verlas entre asustados y curiosos. Mikoto les dio una mirada marca Uchiha de la que seguro su esposo estaría orgulloso y se aclaró la garganta volviendo a sentarse con elegancia digna de una mujer de su categoría— ¿cómo sabes eso?

Necesitaba más información si quería iniciar una especie de guerra con el Hokage.

Kushina suspiró, cansada después de esos días en los que estuvo más pensativa, afortunadamente Naruto seguía entrenando y Minato se iba temprano a la oficina y regresaba tarde por los de las finales.

— cuando éramos novios solía mencionar el nombre de esta mujer... Mebuki.. incluso se vio con ella una vez después de que supimos que estaba embarazada de Naruto... y el... estuvo en el nacimiento de Sakura — explicó con la mirada gacha — estuve investigando más y escuché que últimamente esta muy interesado en ella... ¿por qué más le interesaría si no es su hija? Minato ni siquiera tiene más familia, es el último miembro de los Namikaze...

— ¿es eso así? — murmuró la peli negra — aún así no creo que sean pruebas suficientes.

— ¡¿qué más necesito?! — exclamó la Uzumaki — ¡solo quiero ir y retorcerlo hasta que no quede nada de él, Mikoto! — gritó haciendo gestos con las manos.

Mikoto suspiró cansada, su amiga era demasiado apasionada; después de todo le hacía justicia a su apodo, pero necesitaban más, la información era clave, no es que confiara ciegamente en Minato, pero el hombre se veía tan devoto a Kushina... aún así, bueno, si es que su amiga tenía razón tendrían que tener las herramientas para hundirlo.