Prólogo

264 46 3
                                    


Cuando Gellert Grindelwald siente un núcleo mágico no conocido entrar a Nurmengard, su prisión, tiene una pequeña idea de quien lo mando sin embargo muy dentro de él también sabe que esa misma persona dejo de tener intereses por él. Su corazón llora de dolor y no lo demuestra por eso cuando siente a esa misma persona cerca la ignora por largos minutos.

No lo mira, pero siente su presencia, uno muy parecido al suyo propio por eso voltea a ver y observa a una niña de ojos y cabellos negros, piel pálida que estaba manchada por una amarillenta, golpes esparcidos por su rostro y parte de su cuello como también la nariz rota.

Gellert siente lastima y no dice nada al principio, solo contempla a la pequeña ave que voló a su nido y sabe que Al... Dumbledore no la mando directamente, sabe que Dumbledore ignora a esta niña.

Por eso sonrie con tristeza, no la consuela pero intenta conectar con ella y puede ver qué la vida no  fue justa con ella, una madre maltratada por su propia voluntad y un padre violento por no aceptar lo desconocido. Su ira vuelve a surgir y las ganas de destrozar a los no mágicos se hace más fuerte.

Y es tarde, porque su tiempo como señor oscuro termino y su condena es permanecer en lo que una vez llamo su hogar gracias a la interferencia al hombre que una vez amo.

──Una niña maltratada por su padre y olvidada por su madre── logra decir en lo que deja de ver la vida de la niña.

Ella retrocede y las lágrimas se asoman y hay algo más que lo asquea hasta el punto de querer pensar que es un error.

Gellert no podía creer que eso sea cierto pero lo es, puede ver qué no solo es maltratada dentro de su hogar si no también dentro del colegio que Albus Dumbledore administra. Su amor no es tan ciego y solo por un momento quiere dejar de amar al hombre de cabello rojo-castaño.

Ni siquiera puede atravesar los barrotes para consolar a la niña de nombre Severina, solo extender su mano y tocar el rostro golpeado. Severina como un gato en busca de amor se apega a esa pequeña muestra de afecto y deja salir todo

Dura largos minutos esa pequeña escena antes de sentir como otro núcleo mágico se adentra a su hogar, con una sola mirada deja en claro que es lo que quiera que haga la niña si no quiere ser detectada.

Severina retrocede y se esconde en uno de los armarios viejos que están cerca y en los segundos que parecen ser eternos mira una figura alta adentrarse. De porte elegante y presencia pesada.

Gellert Grindelwald está tranquilo y finge no tener miedo por la niña cuando el hombre está enfrente de él.

──Gellert Grindelwald── su nombre es usado más como un insulto que un buen día.

Y como Gellert es un hombre que no le molesta que un sangre impura use su nombre como le de la gana sonrie a su dirección, oculta todo sus recuerdos para el mismo.

──Voldemort o debo decir: Tom Riddle.

El aire se siente frío y todo se vuelve tenso en la siguiente hora.

𝐌𝐈𝐄𝐍𝐓𝐑𝐀𝐒 𝐍𝐎 𝐄𝐋𝐈𝐉𝐀𝐌𝐎𝐒 | 𝐆𝐄𝐋𝐋𝐄𝐑𝐓 𝐆𝐑𝐈𝐍𝐃𝐄𝐋𝐖𝐀𝐋𝐃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora