WBDSxMC - "What happens next?" [DUXINO - AU]

CAPÍTULO 7

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"INHÓSPITO"

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          Quién sabe cuánto tiempo ya llevaba ahí metido, cuándo fue la última vez que se sintió verdaderamente seguro y con cada minuto que pasaba parte de él empezaba a creer que jamás lograría salir de ahí.
          Sin embargo, por más grande que fuera el dolor, el cansancio o el miedo, trataba de seguir como podía. Escabulléndose de las criaturas hostiles que le rodeaban y evitando a toda costa llegar a estar a la vista de aquella gigantesca bestia alada quien está más que seguro de que no estaba PARA NADA convencida de que el muchacho de cabellera castaña había perecido en aquella mortal caída al vacío; ya habían sido varias ocasiones en las que, a escondidas, logró ver en el cielo al monstruoso animal sobrevolar las islas cercanas (Incluída aquella donde él se encontraba) tratando de rastrear al joven oji-miel y así acabar con su existencia.

          Había tomado como refugio unas ruinas abandonadas que encontró en aquella isla flotante en la que logró teletransportarse para huir de aquel furioso dragón. Sus provisiones eran contadas al igual que sus materiales, por lo que tenía que ser sumamente cuidadoso en no desperdiciar nada y asegurarse que su refugio esté lo suficientemente protegido para evitar alguna oleada de Mobs que quisiera arrancarle la piel y comérselo vivo, o tenerlo como vía de escape en caso de que aquel monstruo con escamas lo llegara a encontrar.

          En fin, sus provisiones se estaban casi por agotar y necesitaba salir de su refugio improvisado para buscar algo, lo que sea, que le pueda llenar el estómago por al menos un día o dos. Encontrar comida era realmente difícil en el End, siendo un sitio tan escaso de básicamente casi todo; los animales eran bastante hostiles la mayor parte del tiempo, los frutos eran amargos y algunos de plano no eran comestibles. El Nether muchas veces se veía como la "Tierra Prometida" a diferencia del sitio maldito donde se encontraba aislado Aquino en este instante.

— Dann, voy a salir ¿Está bien? Quédate aquí y no salgas para nada, ahí te dejé comida ¿Bueno? —

          Decía el joven de cabellera castaña mientras equipaba sus cosas y se subía su característico cubrebocas negro; y antes de salir de tales ruinas, un animal similar a un venado joven cuyos cuernos apenas le empezaban a crecer se acercó al muchacho, restregando su alargado rostro en la cara del chico. Este simplemente le acarició la cabeza buscando confort en él antes de salir, en aquel sitio inhóspito, era su única compañía.

— Portate bien, Danny. Volveré en un rato ¿Va? —

          Le dió un corto pero cariñoso abrazo al animalito por último y sin más, se puso en marcha para buscar provisiones.
          Y no fue nada fácil, era realmente peligroso afuera. Cruzó por varios biomas, mató cuanta cantidad de monstruos, entró por varias mazmorras y colectó lo que pudo para sobrevivir.

          Pasadas unas cuantas horas de sobrevivencia, decidió escabullirse en un bioma frondoso lleno de más vegetación extraterrestre en el cual se pudiera ocultar un rato para reposar y alimentarse con lo que pudo colectar. Y no podía saberlo, puesto que en el vacío del End todo se veía igual, pero le gustaba creer que la noche estaba por caer. Imaginaba la belleza de los atardeceres los cuales añoraba con toda su alma y la dulce caricia de la brisa helada que acompañaba el precioso baile que las ramas de los árboles daban cuando la noche se asomaba.
          En lo que acomodaba algunos extraños troncos en lo que parecía ser una hoguera improvisada, seguía imaginándose que estaba en su planeta, en su mundo. Que el cielo estaba repleto de estrellas, que se podía escuchar el sonido de los grillos y que millones de preciosas libélulas volaban a su alrededor.