EL GRAN AMOR DEL PRÍNCIPE VEGETA

69 5 2
                                    

Capítulo 10: Declaración

Por mucho qué entrené y me superé a mi mismo no fue suficiente para derrotar a Célula, acabamos luchando todos contra ese maldito pero el único con el suficiente poder para derrotarlo no éramos ni Kakarotto ni yo, Gohan era más fuerte que nosotros, pero a él nunca le ha gustado pelear y sólo saca realmente todo su poder cuando se enfada, y eso es lo que ocurrió después de que Kakarotto se sacrificara teletransportandose con Célula cuando este quiso hacerse estallar al verse acorralado y derrotado.

El problema fue... qué fue en vano, acabó reconstruyendose y regresando matando a Trunks, a mi hijo, grrr..., a su paso y eso despertó toda mi ira e intenté derrotarlo, olvidándome por completo de que con las esferas podríamos revivirlo y que yo no era rival para él, por lo que el derrotado fui yo y encima sufrí la humillación de ser protegido por Gohan, pero eso hizo que al final despertara todo ese poder dormido y derrotara de una vez por todas a ese ser despreciable.

En ese momento decidí que no volvería a entrenar más, Kakarotto no estaba y tanto él como su hijo me habían humillado siendo superiores a mi.

Al día siguiente Trunks se marchó al futuro, regresó con su madre después de haberlo resucitado con las bolas del dragón.

Vinieron todos a despedirlo y le desearon suerte, yo también, aunque a cierta distancia, deseaba que con la fuerza que había logrado pudiera acabar con los androides antes de que Célula los absorbiera y después... a él.

Cuando se marchó me quedé en mi habitación de pie mirando al infinito a través de la ventana, estuve así tres días en los que no dormí, no comí, Bulma me dejó mi espacio porque ella sabía que no era buena idea estar cerca de mí en aquel momento, me conocía ya en ese momento mejor que nadie.

Al cuarto día fui a verla, había estado pensando en ella y en cómo iba a reaccionar a lo que tenía que decirle, aunque tenía la total certeza de que... me rechazaría.

Llegué a su puerta, toqué pero entre antes de obtener respuesta...

Bulma: Vegeta... no te has ido aún...
Vegeta: no
Bulma: Vegetaaaa (y se arrojó llorando a mis brazos)
Vegeta: Bulma... (cogí su barbilla y se la levanté para que me mirara a los ojos)

Ella no dejaba de llorar y no entendía el porqué de ese instante, así que le dije: "BULMA... TE AMO "

Dejó de llorar al instante

Bulma: Vegeta!
Vegeta: si Bulma, te amo, y nunca me atreví a decírtelo, te amaba cuando me besaste la primera vez, te amaba cuando estuvimos juntos en aquella isla pérdida, te amaba cuando me dijiste que me amabas, te amaba cuando me dijiste que tendría un hijo, te amaba en todos esos momentos y en muchos más, y... te amo ahora y no voy a marcharme, si tú me aceptas
Bulma: Vegeta... (me besó), claro que te acepto Vegeta, te amo, siempre te he amado, por eso acepté lo que me ofrecías sin garantías de que cambiaras de opinión
Vegeta: entonces Bulma...
Bulma: si Vegeta...
Vegeta: aceptas ser mi esposa, aceptas ser mi princesa

No me contestó con palabras, me contestó como a mí me gusta, me abrazó y me besó con una fuerza que no había sentido antes y yo... le correspondi mientras mi corazón explotaba de pura emoción.

Era tal la alegría que recorría mi cuerpo, me había aceptado sin tan siquiera pensárselo, así que la hice mía con una pasión que llevaba tiempo clamando por salir, retenida desde la última vez cuando encerré en mi corazón mis sentimientos por ella para concentrarme en algo que ya no volvería a hacer.

Nunca pensé que llegara a agotar mi cuerpo de esa manera, pero ocurrió y me quedé dormido entre sus brazos, un lugar del que jamás me he vuelto a ir, no dejaría que volviéramos a ser dos, a partir de ese instante seríamos uno... para SIEMPRE.

Cuando me desperté la encontré embelesada mirándome con esos preciosos ojos azules que me hicieron ruborizar, pero no por ello dejé de besarla en ese instante.

Bulma: gracias Vegeta por abrir tu corazón y decirme toda la verdad, yo también te he amado desde antes de decidirme a besarte, aunque no estoy segura de en qué momento sucedió
Vegeta: Bulma...
Bulma: déjame terminar, sé que no querrás demostrar tus sentimientos delante de los demás y sabes que lo he respetado y lo seguiré respetando, esto es solo de esa puerta para dentro, fuera seguirás siendo orgulloso y arrogante, pero no importa nunca me ha importado, ambos tenemos un fuerte carácter.
Vegeta: gracias por comprender que para mí que los demás vean este lado mio es vergonzoso, humillante y a mis ojos me hace parecer débil, así es como me lo enseñaron...
Bulma: lo sé, y es por ello que no te voy a pedir una gran boda aunque me encanten las fiestas, sólo te voy a pedir que vayamos a casarnos con mis padres de testigos y nuestro hijo, no me importan los demás, sólo me importas tú (y me dio un suave beso en los labios)
Vegeta: gracias, pon la fecha que quieras a partir de mañana, porque el día de hoy lo vamos a pasar aquí, así...

Y volví a besarla, y a hacerla mía, creo que terminé agotandola demasiado, pero yo también, mi cuerpo rebosaba felicidad, mi corazón explotó cuando me dijo que aceptaba ser mi esposa sin necesidad de que los demás estuvieran ahí.

Amo... como me ama, como me acepta como soy, como aceptó mi pasado, como... creo en mi...

Nos casamos una semana después tal cual había dicho ella, aunque sé que aquel hombre que celebró la ceremonia debió pensar que no estaba feliz por ser el esposo de una mujer tan maravillosa al ver la cara que le puse al preguntar algo tan obvio como si aceptaba a Bulma como esposa, mi cara es la que es, lo mismo mis expresiones, y no me importa lo que pensara, Bulma me conoce bien y sabe tan solo con mirarme a los ojos... lo que siento.

Continuará...

Escrito por Mer Lois

EL GRAN AMOR DEL PRÍNCIPE VEGETA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora