C.7.

205 32 0
                                    

Fiat se incorporó en cuanto vio entrar al castaño y avanzó tras él. Era temprano, así que sólo había una chica con él, por lo que no tendría problemas esta vez.

- Deja de seguirme, pervertido - siseó Gun, volteando para mirarlo.

Fiat apretó los labios viendo arruinado el factor sorpresa, especialmente porque la preciosa pelirroja le miró de manera amenazante.

Pero Fiat la ignoró.

Sólo era una.

- Déjale en paz - le dijo, prácticamente como la vez anterior -. No es a ti a quien quiere, eso tenlo por seguro.

-Y, como la vez anterior - Gun sonrió - te digo que no sé de qué hablas - tocó la cintura de la chica -. Vamos, Leah. Es raro que no haya tantas chicas.

La chica se abrazó más a Gun, ignorando al muchachito.

- ¡Volverá conmigo! - le informó Fiat, a pesar de que ese castaño no tuviera el más mínimo interés en escucharlo.

Leah volteó para mirar al chico con superioridad y se apretó más a Gun. Ambos se alejaron sin poner el más mínimo interés. No fue hasta llegar al comedor, que Gun suspiró con fastidio.

- Hablemos - dijo Mix, tomando la mano de su hermano y prácticamente echando a la chica.

- Estoy ocupado, hermano - se quejó Gun.

- Hablaremos - Mix se puso recto -. No puedes seguir pasando las noches fuera de casa, sin tan siquiera avisar, Gun.

- Ya no soy un niño para tener horario de regreso a casa - Gun frunció el ceño -. Además, no me pasó nada. Mírame. Estoy bien.

- Dices que no eres un niño, pero no haces más que comportarte como uno - regañó Mix.

- Quizá ya no quiera escucharte lamentar por ese, hermano - acusó Gun con el ceño fruncido - ¿Creías que no lo notaría? Hace tiempo que has dejado de lloriquear por el entrenador. ¿En verdad creíste que no me daría cuenta? - le rodeó para escapar - ¡Tengo derecho a irme a donde quiera! ¡No soporto que le hayas perdonado después de lo que tanto trabajo me costó confiarte!

Mix le abofeteó.

No era algo que tuviera planeado, ni que hubiera querido hacer, pero Gun llevaba necesitando una de esas acciones desde hacía mucho tiempo.

Gun le miró con sorpresa, tocándose la mejilla golpeada y sintiendo lo caliente que estaba su piel.

Algunos estudiantes llegaron para ver justo eso, pero al castaño no le interesó. Tan sólo tenía ojos para su hermano mayor.

- Es hora de que empieces a aceptar las cosas como son Gun, no como tu quieres que sean.

El castaño pareció reponerse de su sorpresa.

- ¿Entonces... ustedes realmente se aman? - le miró de manera retadora - ¿Eso realmente existe, aunque ambos sean hombres? - el castaño no esperó a obtener respuesta - Bien - siseó con determinación -. Entonces quédate con él. No necesitas un hermano menor para eso - levantó la barbilla -. No me esperes en la noche. Tengo dónde dormir - dijo y volteó para escapar.

Mix suspiró y apretó los labios. Gun no hacía más que dejarle cada vez más y más preocupado.

 Gun no hacía más que dejarle cada vez más y más preocupado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era Gun quien había tocado.

Lucía muy entero, para todo lo que Off había escuchado. El castaño sonrió al verlo y mostró una bolsa.

- He traído comida - dijo.

- Como caído del cielo - halagó Off, dejándolo entrar -. Así evitas que me tenga que meter en la cocina, no puedes imaginar la pereza que tenía.

- Soy un héroe - se regodeó el castaño y entró para preparar la mesa - ¿Puedo quedarme esta noche? Mi casa está descartada por el momento.

Off asintió varias veces.

- Si quieres algo cómodo, puedo buscarte algo de ropa - ofreció, viendo lo bien que empezaba a desenvolverse en su propia casa.

La idea de que el castaño comenzara a sentirse cómodo en el lugar, era agradable. También lucía más relajado.

¿Quizá era cansado para Gun estar actuando como el irresistible playboy?

Había tantas chicas detrás de él. Tantas oportunidades de quedarse en cualquier sitio. Y elegía ese, precisamente ese.

Además, tenerlo en casa, le gustaba.

No lo sentía como si fuera una molestia, de esas visitas que se acaban alargando más de la cuenta y empezaban a cansar.

No, a Off le gustaba verlo deslizarse por la casa con esa confianza y se sentía realmente acompañado.

Era como si...

Off suspiró, debería de dejar de imaginar cosas como esa.

Gun, sin embargo, pensaba en cosas totalmente distintas. Mientras comían, permaneció en silencio, hasta mirar a Off con curiosidad.

- Hey, Off - murmuró - ¿Tienes hermanos?

- Hijo único - respondió él -. Siempre quise uno, para ver qué se sentía.

- Tener hermanos apesta - dijo el castaño con calma y se metió un poco de comida a la boca -. Son unos idiotas que no notan nada a su alrededor. Cuando las cosas salen de su contexto, intentan repararlo de la manera equivocada.

- No lo sé - Off parecía tranquilo -. En teoría, así son los hermanos, ¿no?

- Si ya sabe que estoy equivocado, ¿por qué no es más firme? - murmuró Gun con el ceño fruncido. Levantó la mirada hacia Off y colocó una sonrisa -. Abre grande - le acercó un poco de comida.

La sola acción le hizo a Off más feliz que si hubiera estado toda la noche teniendo sexo.

- No todos estamos seguros de todo al 100%, y tenemos que equivocarnos en las decisiones que tomamos - eso fue lo que trató de decir, con la boca llena por la comida que Gun le había dado.

Gun le miró detenidamente y suspiró.

- Pues que tontos - dijo y se puso de pie -. Dormiré temprano, si no te molesta - se frotó un hombro -. Tengo que llegar temprano a la escuela, para evitar a mi hermano en el estacionamiento.

- Bien - Off aceptó con tranquilidad -. Yo tengo que acabar algunas cosas de la universidad - le dijo, mientras empezaba a recoger la mesa.

Era tan injusto que dolía pensar que alguna de ellas llegase a conquistarlo.

Un gatito en busca de casa, acariciado por muchas... Pero...

Off levantó la mirada y vio que Gun acomodaba unas mantas para dormir en el sofá. Tenía esa expresión pensativa, como si hubiese algo que no alcanzaba a comprender. El móvil del chico comenzó a sonar, pero sólo lo levantó para apagarlo y acomodarlo en la mesa, antes de sentarse en el sofá.

- Gun, la cama es más cómoda - susurró Off, mientras sacaba algunos libros para empezar con su tarea.

- Hoy no quiero una cama - dijo, mirando al techo.

"Hoy no quiero sexo", pareció entender Off.

- Pero yo quiero el sofá - insistió Off.

Al final, el moreno acabó por ganar y Gun ocupó la cama y él se quedó hasta bastante tarde con sus cosas en el sofá, hasta que el sueño logró vencerlo.

Look me •𝕆𝕗𝕗-𝔾𝕦𝕟•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora