Extra.1.

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Cuando Nanon conoció a Gun - al verdadero Gun- comprobó que el castaño no razonaba igual que los demás, sin embargo el chico no era malo, no mientras no le impacientaran, y Nanon se hizo su amigo. Fue entonces que Gun puso sus ojos en Off y se propuso llamar su atención de la manera que Nanon jamás hubiese imaginado.

- Esta teniendo problemas al estudiar - explicó Mix Phunsawat con pena -, parece que no entiende bien el tema - miró a su estudiante -

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- Esta teniendo problemas al estudiar - explicó Mix Phunsawat con pena -, parece que no entiende bien el tema - miró a su estudiante -. Tú eres bueno con la materia, así que pensé que podrías ir con él algunas tardes, para que no suspenda el curso; sería una molestia que eso pasara, cuando es tan listo con lo demás.

Nanon permaneció sereno, escuchando la explicación y se acomodó el cabello.

- Supongo que podría ir algunas tardes - aceptó.

Mix se mostró satisfecho con la respuesta. Nanon más con la propuesta.

Según el pelirrojo eso podría favorecerle algún día, ya que Mix era su profesor, así que lo hizo sin tener duda alguna.

Mix se encargó de anotarle su dirección y concertaron la primera cita.

El día en que Nanon llegó a la casa se encontró con un montón de chicas afuera, a las que tuvo que sortear de alguna manera, no sin antes sonreírles con un descarado coqueteo.

Cuando por fin estuvo dentro, soltó un silbido.

- Vaya, ¿eres cantante o algo así? - Nanon saludó a Gun por primera vez de esa forma.

Un castaño le sonrió, al verlo de cerca, Nanon comprobó lo mucho que se parecía al profesor Phunsawat.

- No soy cantante - dijo y se asomó -. Hey, chicas. Necesitaré concentración para estudiar. Nos veremos en la escuela.

Las jóvenes no parecieron felices, pero se fueron poco a poco.

¿Quizá eso distrajera al chico?

- Sí que las tienes en la palma de tu mano - sonrió el pelirrojo -. Nanon Korapat, a partir de ahora seré quien te ayude.

- Atthaphan Phunsawat - el castaño se ruborizó un poco -. Me da un poco de pena necesitar asesoría, pero creo que soy un poco despistado en esa clase.

- No te preocupes, yo te pondré en el camino correcto - y Nanon miró a la sala, dejando su mochila - ¿Aquí?

- Sip - Gun sonrió -. Traeré algunos alimentos para estudiar.

Gun se concentró lo mejor que pudo en la asesoría, pero debía admitir que no lograba darle sentido a la asignatura. Pese a ello le pareció que Nanon le encontraba el sentido suficiente y se esforzaba por entenderle.

Tampoco se le podía pedir demasiado en los primeros días. Según Nanon, en su gran sabiduría eso tenía que ser progresivo, lo que consiguió al final de la semana cuando Gun pareció comprender una de las cosas en las que estuvieron trabajando esos días.

- ¡Muy bien! - exclamó el pelirrojo - Y para celebrarlo, nos vamos de bares - Nanon levantó las cejas varias veces seguidas, quedando un tono muy chistoso.

- ¿A un bar? - Gun le miró con interés - ¿Puedo?

- Claro, tú te bebes una coca-cola y yo me encargo del alcohol - Nanon le guiñó un ojo -. Y comida basura, es lo mejor para celebrar.

- ¿Y cómo harás para que mi hermano me deje ir a semejante lugar? - preguntó Gun con una sonrisa.

Claro que no esperaba que su hermano mayor le tuviera tanta confianza a Nanon y sólo bastaron quince minutos de charla para que el castaño estuviese montado en el coche, viendo a su feliz hermano pidiéndole que se portara bien.

Vaya sorpresa.

Fue así como lo celebraron.

Nanon parecía darle ánimo al chico prometiéndole que cada vez que lograran avances, le enseñaría más cosas interesante del mundo de los "mayores".

Gun comprendió que Nanon le miraba como alguien que no conocía de eso; lo que era un tanto divertido, a decir verdad. Su asesor le miraba como si fuera un niño, tal como su hermano mayor hacía.

Pese a que la asesoría debía significar algún avance, Gun la encontraba cada vez más complicada.

- Es que es absurdo - dijo un día -. No son decisiones adecuadas, pese a lo apasionado que resulta el momento. Por eso el escrito crea un personaje ficticio, porque no puede actuar con la misma pasión.

De hecho a Gun le molestaba. Todo lo referente a literatura le molestaba.

- Te equivocas - Nanon señaló el párrafo en el que Gun había estallado -, no es ficticio. El escritor realmente se dejó llevar, solo que lo camufló bajo otro personaje ya que no sería visto con buenas maneras.

- Ficticio o no, es irritante - murmuró Gun y recargó la mejilla encima del libro -. No seré escritor, eso seguro.

- No tienes por qué serlo - rió Nanon -. Con que apruebes, bastará.

-¡Exactamente! - se animó Gun -. Sólo basta con que apruebe para librarme de esto - canturreó.

A decir verdad a Gun le gustaba Nanon. En la instituto tenía sólo amigas. Los chicos le odiaban o buscaban pleito.

Ese pensamiento fue lo que incentivó la amistad entre ambos. Nanon había pasado de ser el tutor divertido a ser el amigo divertido con el que Gun jugaba a videoconsolas, machacaba en partidos 1 a 1 en fútbol y hablaba de chicas.

Sobre todo de chicas.

- No realmente - confió Gun -. Sólo se acercan y ya - se encogió de hombros -. Aunque eso de que se junten es nuevo. Usualmente lo hacen de a una en una.

A Nanon parecía serle un misterio que Gun tuviese tanta compañía femenina. El castaño jamás lo había visto como algo espectacular, al menos hasta ahora.

- Pues si eso es en el instituto... - susurró Nanon -... no quiero ni imaginar en la universidad, que hay muchas más.

- ¿Sí? -Gun miró a Nanon con interés - ¿Y son igual de... - se puso rojo - atrevidas?

- Atrevidas es poco - exageró Nanon y con razón - ¿Eres virgen? Porque si lo eres, vas a tener que ir con mucho cuidado.

- ¿Y cómo se hace eso? - Gun hizo a un lado el libro, sin poder abandonar su rubor -. Ellas suelen ser muy insistentes.

- Conténtalas con algo - Nanon se encogió de hombros -. Besos, toqueteos... pero eso tienes que perderlo con quien verdaderamente te guste, no por lo que piense tu bragueta.

Gun miró a su asesor en silencio y permaneció pensativo.

- Entonces supongo que lo he hecho bien - meditó.

- Y vas a ser mejor - Nanon le miró de manera pervertida.

- En ese caso... debes enseñarme más - decidió Gun -. He oído que el sexo oral puede ser incluso mejor que la penetración. Esa es la solución.

Nanon aceptó en darle algunos consejos básicos para lo que Gun pretendía. Cabe destacar que eso precisamente sí sabía entenderlo a la primera.

Ese chico iba a ser un rompecorazones el día de mañana.

Aunque Gun no lo hacía por maldad. Sencillamente era un chico que creía en el amor con una firmeza tan enfermiza como la literatura que se empeñaba en negar. El castaño estaba seguro que entre alguna de esas chicas se encontraba aquella a la que amaría; por ello no las apartaba del todo.

Una vez que aprendió a hacer el sexo oral, pareció encontrar la manera de no ofenderlas ni utilizarlas.

Sólo quedaba ser paciente, pasar la maldita materia y comenzar a buscar al amor de su vida. Lo que no esperaba es que fuese precisamente eso quien tocara a su puerta, una de esas tardes.

El moreno que estaba en la puerta a la que había llamado, sonrió con suavidad cuando Gun le abrió la puerta.

Gun parpadeó totalmente tomado por sorpresa por esa bella sonrisa. De hecho se encontró pensando que no había visto un gesto más honesto y atractivo, mucho menos en un hombre; cosa que le causó un novedoso palpitar del que se obligó a reponerse, ya que se recordó con dureza que ese joven era un total desconocido.

- Hola - saludó - Soy Off.

- ¿Se le ofrece algo? - preguntó Gun con cautela.

Off pareció descolocado al darse con esa respuesta.

- Amigo de Nanon - le dijo - ¿No te avisó? - y al ver esa expresión bufó - Jodido pelirrojo, me lía de tal manera y encima es incapaz de avisarte.

- ¿Nanon no vendrá? - Gun pareció más tranquilo y se hizo a un lado para permitir que el moreno entrara.

- Ligó - respondió Off, pasando a la casa, como si eso explicara todo.

- Oh - musitó Gun y no hizo comentario alguno.

La verdad es que ese día Gun entendió menos de literatura, pero no tenía importancia. Fingir que entendía hacía que ese moreno se sintiera menos frustrado; y que la asesoría se extendiera quince minutos más.

Al final del día, Gun tuvo la amarga sensación de que todo era una broma, especialmente cuando ese atractivo joven llegó a casa, preguntando por Off, identificándose como su novio.

- ¿Ya acabaste? - dijo ese sonriente morenito cuando su novio asomó la cabeza.

- Sí, aunque me temo que soy un desastre enseñando - Off se burló de sí mismo tomando sus cosas - Siento la poca ayuda, Nanon es mucho mejor que yo en estas cosas.

Cuando el moreno llegó al lado de su novio, le dio un escueto beso sonriente.

Gun hizo un escueto ademán y le dio las gracias, para verlos partir.

Unos novios; ambos hombres. ¿Qué tan confiable era una relación así? ¿Qué tan justo era que Gun deseara destrozar esa relación para tener al atractivo amigo de Nanon para sí? ¿Podría? ¿Esos lazos serían lo suficientemente fuertes para resistir el ataque que Gun planeaba dar? El castaño enarcó una ceja; tenía que averiguarlo.

Gun siempre había pensado de manera independiente a su familia. Había momentos en los que no se sentía parte de ellos, pero no lo demostraba. El chico se esforzaba por estar integrado, ya que estaba seguro del amor que se tenían.

El castaño se había vuelto un perfecto actor para hacerles feliz a ellos; y estaba conforme. Fue cuando ocurrió eso: su hermano mayor llegó a casa con "novio".

Para entonces, Gun estaba bastante turbado debido al descubrimiento de su "retorcido amor". Descubrir que Mix estaba tan retorcido como él sólo le dio una siniestra idea y tardó dos semanas exactas en romper la relación.

Eso decepcionó mucho a Gun, viendo que su hipótesis estaba comprobada; una relación gay no era nada confiable.

- Hermano... - susurró al verle llegar a casa, esa tarde y se acercó para confortarlo un poco. Que Mix no se diera cuenta que él era el culpable de su rompimiento, no significaba que no deseara confortarlo -. Es injusto que estés triste por un idiota - susurró.

Pese a que Gun parecía intentar reconfortarlo de alguna manera, siendo el culpable de esa situación, no surtía efecto, Su hermano tan solo le miró con una suave sonrisa y le besó la sien de la frente con cariño para ir directamente a su habitación.

Gun siguió a su hermano.

- ...él no merece que estés así, hermano - insistió Gun -. Deja de satisfacerlo, al estar en ese estado. No te merece.

- No puedo evitarlo - suspiró él -. Me gustaba mucho, y aún no sé el verdadero motivo...

- ¿Importa el motivo cuando ese tonto no fue lo suficientemente fuerte para luchar por tí? - cuestionó Gun -. Se te pasará. De todos modos no te merecía.

Gun tuvo que ver la misma expresión en su hermano durante algunos meses más, entre tanto eso solo le afianzaba que las relaciones gays eran todas un fracaso, ya que el desgraciado que lo dejó, no se había molestado en insistir. Mix lo había llamado, pero él nunca le regresó las llamadas , así que su corazón tardó algo en cuidarse.

Gun tenía la certeza de que eso no era sano.

Eso fue lo mismo que pensaría ese día Nanon, cuando decidió ir a ver a Gun a su instituto de sorpresa e ir a comer unas hamburguesas. El pelirrojo se extrañó no ver a Gun por ninguna parte, sin embargo un pequeño jaleo llamó su atención y caminó hacia donde escuchaba esos gritos: alguien se estaba peleando.

- Ohm estaba muy molesto, así que fue a provocarlo - dijo una bella muchachita -. Tengo miedo, ¿Qué pasará si Ohm lo lastima?

Nanon miró a la chica y jadeó, la conocía. Era una de las chicas que había estado visitando a Gun. El chico corrió hasta donde se escuchaba el alboroto, alcanzando a escuchar súplicas de estudiantes, que rogaban que eso parara.

Pero lo que vio fue algo totalmente diferente a lo que hubiera esperado:

Nanon nunca hubiera podido creer que el chico que tenía como amigo, con esa cara de no haber roto nunca un plato en su vida, fuera el que tuviera la mano ensangrentada de la brutal paliza que le estaba dando a Ohm.

Sí, Gun era el que ganaba y Ohm el que rogaba.

Nanon sintió un verdadero escalofrío al ver la brutalidad con que su amigo podía seguir y seguir, que realmente le tuvo miedo esa vez. Esa y todas las demás.

Fue hasta que Ohm dejó de rogar, que Gun se detuvo y lo dejó tirado en el suelo, mirándolo con frialdad.

- Sé que me escuchas - dijo, arrodillándose junto a él -. Si vuelves a molestarme, me encargaré de que sea la última vez que lo intentes.

Gun se levantó y caminó entre los estudiantes asustados, hasta percatarse de la presencia de Nanon.

El pelirrojo reaccionó con una sonrisa nerviosa hasta que sacó un clínex de uno de sus bolsillos y se lo extendió.

- Límpiate eso, si vamos a ir a cenar definitivamente será asqueroso - le dijo, apoyando un brazo en su como siempre lo hacía.

Gun le obedeció y se limpió lo mejor que pudo, claro que el castaño tenía los nudillos muy lastimados, así que Nanon terminó comprando banditas para cubrir las heridas.

- Es un adorno poco varonil - dijo Gun, mirando las banditas con corazones estampados - ¿Realmente no había más?

- No - mintió Nanon -. Mira que monada, te pegan y todo.

- No me gustan - suspiró Gun - ¿Por qué debo ser quien lleva banditas, de todos modos? - miró a Nanon -. Con una venda habría bastado.

- Tampoco tenían - Nanon arqueó una ceja -. Anda, no te quejes tanto, dar una paliza a alguien no siempre obtiene los mejores resultados.

- Espero que ese imbécil haya quedado realmente inservible - susurró Gun y suspiró -. De todos modos, que me visites en el instituto es algo raro.

Nanon sonrió. La percepción de Gun en ocasiones era impresionante.

- Necesitaba algo de aire fresco, si no acabaría haciendo lo mismo que has hecho tú.

- ¿Lo mismo que yo? - Gun le miró - ¿Ha pasado algo? - parecía preocupado -. Quizá... pueda hacerlo por tí.

- No merece la pena - Nanon se apoyó en el castaño -. Uno de mis mejores amigos pilló a su novio con otro, y no contento con eso también ha tenido que humillarlo - suspiró -. Pequeño hijo de puta, Off es mucho más de lo que se merecía ese desgraciado.

- ¿Off? - Gun parpadeó con sorpresa e interés -¿Tu amigo Off ya no tiene novio?

- Ni novio, ni ánimos, ni nada - el pelirrojo hizo un chasquido con la lengua - ¿Cómo puede pasarle esa clase de cosas a gente legal? Es que no lo puedo entender.

- Las relaciones homosexuales son tan inestables, que decepcionan - dijo Gun con serenidad -. Mi hermano está en las mismas... su relación fue tan débil que no pudo soportar un sólo ataque... Al menos debió aguantar hasta que moviera la siguiente estrategia.

- ¿Estrategia? - Nanon no entendió.

- Separé a mi hermano de su novio - dijo Gun con serenidad -. Estaba probando la fortaleza de su relación, y resultó que no había nada... El idiota se ha rendido.

El pelirrojo hizo una mueca de indignación.

- Gun - regañó -, eso deberían de elegirlo entre ellos, no que lo hagas tú por ellos.

- Si realmente hubiese futuro entre dos hombres, debieron demostrarlo - Gun no parecía intimidado en lo más mínimo -. No puedo confiar en un hombre, si el resto de las parejas son así de inestables. Al final resultará que sólo desean algo físico. Es indignante.

Nanon guardó silencio. En verdad, después de lo que acababa de vivir su amigo, no podía llevarle la contraria a Gun en ese aspecto.

- Me gusta tu amigo - dijo Gun de repente, fue extraño ver un rubor en sus mejillas, luego de decir semejante crueldad -. Pero mis experimentos han arrojado resultados desalentadores.

- Perdona, creo que me he quedado en lo primero - Nanon intentó salir de su asombro - ¿Qué te gusta mi amigo? ¿Mi amigo Off? ¿...ése al que solo has visto una vez?

- ¿Debí verlo más veces? - preguntó Gun.

A Nanon le quedó claro que ese castaño no tenía el sentido común que los demás.

Pensó que a Gun se le pasaría, pero cada día, desde que lo había admitido quiso saber más cosas de Off, lo que no era sano. El castaño no quería ninguna relación y era feliz cada poco, sabiendo algún detalle de su amigo; y su amigo no quería saber nada de novios, ni de ligues, así que estaban a la par.

Por lo menos Nanon pensó que cuando Mix se eche un nuevo novio, se centraría en hacer lo mismo con Earth, quien justamente era el hermano de su otro mejor amigo Neo, y se olvidaría de Off.

Y no se equivocó. Gun era una fiera, si de espantar a los novios de su hermano se trataba; sólo que... el entrenador Earth parecía ser más fuerte, y Gun no logró nada, teniendo que tolerar la presencia del "novio" en plena graduación.

Si Nanon pensó que Gun se calmaría, una vez graduado y siendo recibido como nuevo alumno en la Universidad, se había equivocado. Claro que Gun parecía más ocupado en ignorar a Off de quien estaba embobado, que en espantar a Earth, así que hubo una relativa calma; si Nanon podía llamarlo así, ya que muchos chicos comenzaron a odiar a Gun, por llamar tanto la atención de las chicas.

Gun pateó ese día la máquina de refrescos.

Usualmente las solía comprar en la cafetería, pero ese día tenía algo de prisa y hacía tanto calor que esa estaba más a la mano, pero para su fastidio la dichosa máquina no quería colaborar.

Fue hasta que una mano dio un golpe cerca de donde se insertaban las monedas y mágicamente el refresco salió, junto con otro de regalo.

- Esta tiene su truco - era Off, quien había acudido al rescate - Lleva años así y aún no la arreglan - se inclinó para recoger las latas y dárselas al castaño.

Gun recibió la bebida y miró al chico. Cielos, era nocivo tenerlo así de cerca.

- Gracias - dijo con serenidad, la que había sido difícil reunir -. Es una suerte que no todos los chicos de los cursos superiores sean unos imbéciles.

- Bueno, todos sabemos que Nanon no tiene remedio - bromeó Off, sin darle la menor importancia.

Gun soltó una risita. Y tenía que ser simpático, el muy cabrón. No había derecho.

- Pero si Nanon no es tan malo - dijo y abrió la lata para beber.

- Solo cuando se niega a que le meta mano - espetó el moreno, con las manos en las caderas con un fingido fastidio.

- Humm - Gun permaneció en silencio -. Creo que le gustan las chicas. A lo mejor eso por eso - ironizó.

- Sí, qué desperdicio - el moreno meneó una mano.

- ¡Off! - El aludido giró hacia donde un compañero de clase lo llamaba, el cual llegaba corriendo y lo atrapó de un brazo - ¡Tienes que verlo! Alguien ha soltado las ranas del laboratorio de ciencias.

Eso sonaba como lo más divertido del mundo, y antes de que ese chico arrastrara a Off lejos del castaño, éste alcanzó a despedirse con la mano mientras doblaban una esquina.

Gun volvió a beber de su refresco y suspiró. Se tocó el pecho y frunció el ceño al sentir sus latidos acelerados.

Era ridículo. No quería reaccionar así cada que viera a Off.

Quizá... debiera... ceder un poco e intentar ligárselo.

- Voy a hacerme amante de tu amigo - anunció con toda calma a Nanon, una semana después de haberlo estado analizando, mientras revisaba la tarea de matemáticas.

- Definitivamente te has vuelto loco - sentenció el pelirrojo - ¿No se te había pasado ya?

- Que no hablase de ello, no significa que pasara - dijo Gun, mirando a Nanon con enfado -. Odio sentirme así, cada que lo veo. Es una completa estupidez.

- Lo es - dijo Nanon -. Aún más cuando no sé como lo vas a lograr - silbó, por la dificultad del asunto.

- Voy a seducirlo - dijo Gun, como si fuera lo más obvio del mundo y miró a Nanon -. Dijiste que no había agua caliente en su departamento y que no tardarían en conseguirle la llave de las regaderas.

- ¿Lo asaltarás en las duchas? - Nanon hizo una exclamación de sorpresa - ¡Gun, no creí que fueras tan directo!

- No seas ridículo - el castaño bufó -. Haré que sea él quien me asalte - sonrió -. Lo voy a calentar lo suficiente, para que lo haga, sin que le importe que sea el play boy de la Universidad.

Nanon rió incrédulo.

Si Gun conseguía eso, a pesar de lo mucho que Off lo criticaba a sus espaldas, sería digno de un gran aplauso. Así, que decidió ayudarlo con eso.

Según sus informaciones o las sospechas de Nanon, Neo debería de entregarle la llave tarde o temprano, lo que aún no sabía Nanon. El pelirrojo tenía la certeza de que su amigo no le diría porque acabaría pidiéndole la llave él también para hurgar en las duchas de las chicas, ya que ambas llaves eran la misma.

Por eso Gun empezó antes.

El castaño había descubierto ese cuarto de materiales cuando su hermano se encargó de enseñarle la universidad y reparó en él cuando se le ocurrió ese plan.

Era el tercer día que espiaba por aquel agujero que había hecho en las duchas y tan solo veía a los chicos de otros equipos.

¿Dónde estaba Off? ¿Cuándo aparecería?

Gun estaba impaciente, imaginar a Off desnudo le hacía arder; imaginar el agua cayéndole por el cuerpo, le daban ganas de tocarse.

Gun tardó sólo dos días en tolerar la excitación. Al tercero cedió. Era un chico virgen y ansioso, después de todo. Alguien que practicaba sexo oral, sin quedar del todo satisfecho, asé que, sucumbir a sus necesidades físicas, le pareció lo más natural, aún cuando no fuera a Off a quien estuviera viendo por el orificio que se encargó de preparar desde la bodega.

Tanto era, que se podía llegar a escucharlo desde el otro lado.

Los rumores de que un fantasma habitaba las duchas se extendieron como la pólvora, lo que solo hacía a Nanon partirse de risa literalmente cada que lo podía comentar con Gun.

- En serio, eres demasiado - rió de nuevo Nanon.

- Y te dije que fue un accidente - gruñó Gun, rojo de vergüenza -. ¿Crees que no vaya a las duchas por lo del fantasma?

- Nah, a Off no le asusta - ronroneó Nanon con misterio -. Neo le dio la llave... Así que lo tendrás allí entrada la tarde.

Gun suspiró.

- Estoy impaciente - admitió.

Fin.

Pαυ

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Pαυ.🤍

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