⪼𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 VI⪻

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Las cosas seguían transcurriendo como siempre,normales y de costumbre entre el alquimista y el caballero,este último posando y el alquimista retratando lo en sus bocetos y dibujos, mientras tenían charlas de lo más usuales y comunes entre ellos,ambos habían decidido dejar a un costado lo sucedido hace apenas segundos pues sentían que de nada servía retomar aquello. Mientras la irá recorría el cuerpo del enfadado heraldo, mordiendo su labio inferior en un claro intento de retener aquella irá que invadía su mente en aquel momento mientras apretaba sus puños en un intento de retener con todas sus fuerzas aquella irá ardiente en él.

El rubio por más que intentará prestar atención a sus bocetos y en dibujar bien aquellos no lo conseguía, pues sencillamente no podía concentrarse en ello corriendo el riesgo de que en cualquier momento salga el Heraldo y kaeya identifique quien era este. Era notorio la poca atención que estaba poniendo al dibujo, pues era constante los momentos en donde más de una vez tomaba la goma en mano para borrar algún error o de que debía tirar aquella hoja a la basura. Cosa que no quedó desapercibido por el de piel morena, volviendo a una postura un poco más común y relajada. El Heraldo tampoco quedaba atrás ante esto, notaba lo despistado que estaba siendo el alquimista en aquel momento ¿era acaso que se ponía nervioso con la presencia del caballero de Favonius? ¿Le atraía? No... No debía ser eso, era de lo que trataba de decir para él mismo y evitar que su ira creciera más, pues sabia que no sería capaz de controlarse, pero ¿por qué? Si él y el alquimista no eran nada, solo los unía un trato entre sí, y no estaba relacionado con ser parejas ni nada por el estilo... Y él... No poseía de corazón alguno para tener dichoso sentimientos, pero si así era ¿por qué se sintió tan vivo al momento de dar placer al alquimista?¿por que se enojaba si el principe de ceniza tenía alguien más a su alrededor? ¿Por qué de dichos sentimientos si no poseía corazón alguno? No encontraba respuesta, y eso lo desesperaba,quería respuestas, no más preguntas, y sabía que solo las encontraría cerca del alquimista, pero sabía que si se quedaba solo viendo como otro hombre robaba su oportunidad de descubrir dichosos sentimientos, nunca lo conseguiría, incluso si tenía que usar al rubio ceniza para ello.

─Albedo... Dices que somos amigos, de que incluso soy tu unico amigo más cercano ─Dijo kaeya cabizbajo con un frío tono de voz. ─ Pero me mientes... Dices que nada sucedido pero estas con raras marcas sobre tu piel buscando evitar dicho tema y no sólo eso, si no que hoy no logras concentrar te en dibujar... Y se lo mucho que te gusta eso,como para poder evitar ver lo que sucede a tu alrededor.

Dijo kaeya mientras el silencio invadía aquella sala, el alquimista se quedó en silencio ante lo dicho, pues tenía razón en ello, estaba mintiendo le a su amigo más cercano a él... Y gracias a ello lo estaba perdiendo, y fue cuando cruzó en su mente de que quizás podría contarle a él, pues kaeya nunca lo había juzgado en ningún momento por nada, pues de lo contrario este siempre lo había apoyado y ayudado. Pero quizás esto es distinto, estamos hablando de que en su casa se encontraba uno de los fatui, no cualquier persona, pero si seguía así perdería a su amigo, y eso era algo que no quería que sucediera, pensaba cabizbajo evitando ver la obvia mirada de decepción del caballero de favonius, mientras apretaba aquel lápiz en su mano con fuerza, sintiendo como este estaba por partirse por la fuerza ejercida.

─Acaso... ¿Tan grave es lo que me estas ocultando... Que ni siquiera a mi puedes decirmelo?

Dijo kaeya mientras el alquimista aun guardaba silencio sin levantar su vista, sin percatarse que el de piel más morena se había aproximado a él tomandolo del mentón levantando su vista en dirección a él, mientras ahora en su mirada había un brillo comprensivo, mientras su mano libre tomó suavemente la cintura del alquimista.

─Si no te sientes seguro aún de decirme que és, puedo esperar... Pero quiero que entiendas, no soy tu enemigo, te lo juro Albedo... ─Dijo kaeya en un suave tono de voz mientras sutilmente acortaba la distancia entre ambos acercándose al oído del alquimista. ─ Yo te ayudaría... Incluso si matas a alguién.

Albedo solo permanecía en silencio, pensando de si debería comentarle, es que kaeya actuaba tan comprensivo con él, y en su parte tenia razón. Mientras que desde aquel ropero había estaba el fatui ya cansado de lo que estaba viendo, pues veía como el caballero de favonius usaba una especie de chantaje emocional con el alquimista y eso ya era la gota que rebalso el vaso. Sin más rodeó tomó en sus manos una escoba que se encontraba junto a él en aquel armario, para abrir la puerta de aquel armario de una patada, tomando por sorpresa al caballero de favonius, que en sus brazos tomó al alquimista para apartarlo de aquel ataque, pues el fatui no espero mucho y en solo cuestión de segundos golpeo con aquel palo a kaeya, el cuál cubrio con sus brazos aquel golpe. Mientras Scaramouche había aprovechado la oportunidad para poner detrás suyo al alquimista el cual estaba sorprendido por lo sucedido.

Ya me has hartado maldito inútil, más vale y te largues sin hacer ningún tipo de escándalo si aprecias verdaderamente tu vida.

Dijo Scaramouche tirando aquel palo de escoba y sacar su arma, estando preparado para cualquier cosa. Mientras que kaeya no se había quedado atrás, sacando de igual modo su espada. Estando ambos dispuestos a enfrentarse en ese mismo instante.

─¿Quien eres tú? Nunca te había visto en monstad... En especial casa de albedo.

Dijo kaeya casi en un grito mientras que el alquimista seguía en el suelo mirando como ambos presentes estaban más que dispuestos a pelear, mientras que aquel Heraldo se reía de las palabras contrarias.

Me haces reír, te estoy dando la oportunidad de irte ya que veo que albedo te tiene cierto cariño y tu decides quedarte ¡HAHAHA! ¿No te percatas que contra él no es la pelea si no contigo? Albedo esta más que afuera de esta pelea, no puedo matar a mi herra-

─¡Scaramouche! ¿Q-que es lo que haces? Déjalo.

Interrumpió el alquimista antes de que el Heraldo pudiera terminar su oración, mientras se levantaba de el suelo.

─¿De que habla albedo? ¿Quien es este?

Dijo el caballero de favonius con una fría mirada y seco tono de voz, mientras que Scaramouche no perdía esa sonrisa en su rostro, para tomar de la cintura al alquimista y atraerlo a él, lamiendo su mejilla,tomando sus mejillas fuertemente obligando al alquimista a mirarlo a su dirección y besar sus labios a la fuerza, sin perder su mirada del adversario mientras su lengua entró a la fuerza a la boca del alquimista, mientras este busca apartarlo mediante golpes y empujones, pero al igual que esa misma noche, de nada servía, el Heraldo le ganaba en fuerza, para que este luego lo suelte suavemente y de forma lento mientras un hilo de saliva aún los unía, mientras aquel Heraldo no dejaba de sonreír con arrogancia y egocentrismo.

─Lo lamento amigo pero este rubio ya tiene dueño, consigue el tuyo.

Dijo con una sonrisa para que diera comienzo a una batalla en la casa del alquimista, siendo kaeya el primero en atacar,mientras Scaramouche sencillamente bloqueo con sus brazos retrocediendo tan sólo dos pasos por la fuerza ejercida por el de cabellos azules, para que el heraldo no perdiera tiempo y devolviera dicho golpe siendo este certero en su abdomen, convirtiéndose en un ida y vuelta de ambas partes lleno de golpes, mientras aquel alquimista buscaba separar a ambas partes.

❧Se que es poco pero tenía que actualizar ante tantos comentarios bonitos Jsjsj. Se que tampoco tiene mucho sentido así que lo dejaré aquí y actualizará más seguido Jsjs.
Besitos.

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⏰ Última actualización: Sep 29 ⏰

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ೄྀ  𝙋𝙧𝙤𝙮𝙚𝙘𝙩𝙤𝙨 ──┅ 𝑺𝒄𝒂𝒓𝒂𝒃𝒆𝒅𝒐‧₊˚꒷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora