Capítulo 4.

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Ran se cruza de brazos, mientras que Rindou a su lado toma un sorbo de su botella de agua antes de tirarla al basurero más cercano, ambos esperan pacientemente la llegada de su cita.
Muchos dirían que es extraño, que sean capaces de salir con la misma persona, pero han estado acostumbrados a compartir desde bastante pequeños, desde que la comida escaseaba en casa incluso cuando sus padres eran tan ricos que tendrían fortuna hasta saciarse.

—Ran.

Llama Rindou, golpeando el brazo de su hermano mayor, el de trenzas observa a su hermano brevemente y luego dirige su atención a la persona que se acerca, sonriendo casi amenazadoramente cuando nota al adolescente de cabellos rosados que trae a su cita de la mano.
La expresión del amigo de Yamagishi no flaquea ni siquiera cuando nota el aura intimidante del mayor de los Haitani, manteniendo ese aire de desagrado y desconfianza.

—Hola —Saluda Yamagishi, un poco avergonzado— Él es mi amigo, Akkun.

—Hey —Rindou se adelanta, notando la molestia de su hermano mayor— Un placer conocerte.

—Igualmente, y espero que eso se mantenga así —Se cruza de brazos el de cabellos rosados— Debe volver a casa antes de las ocho.

—¿Eres su madre? —Cuestiona Ran, acercándose y alzándose sobre el de cabellos rosados en toda su altura—

—No, si fuese su madre él ni siquiera habría mantenido tú número en su teléfono —Contraataca Akkun, incluso cuando se ve incomodo— Soy su amigo, por ende, me preocupo por su seguridad y no confió en ustedes.

—Qué inteligente —Halaga falsamente Ran, sonriendo con malicia— ¿Qué te da tanto miedo, Akkun?

Yamagishi le dirige una mirada espantada a Rindou, quien se ha quedado junto a Ran con una expresión en blanco, como si no supiese que hacer con la actitud de su hermano en ese momento.

—Basta— Dice finalmente Rindou apartando a su hermano— Estará en casa a las ocho —Acepta el de gafas dirigiendo su mirada al de cabellos rosados— Lo mantendremos a salvo.

Yamagishi mira con atención a su amigo, quien ha permanecido callado durante un rato y finalmente el de cabellos rosados asiente, con resignación, probablemente esperaba poder llevar a Yamagishi a casa en ese mismo momento.

—Y ten cuidado, tiende a perderse fácilmente —Dice por ultimo Akkun, para luego mirar a su amigo— Llámame si pasa algo, hablamos después.

El de cabellos rosados les dirige una última mirada, como si fuese a verse amenazante y luego asiente a modo de despedida, palmeando el brazo de Yamagishi antes de irse.

—Que encantador es tu amigo —Menciona Ran sarcásticamente, recibiendo una mirada de advertencia por parte de Rindou—

El más alto se queda callado ante la mirada escrutadora de Yamagishi, el de lentes parece tentado entre ir detrás de su amigo o quedarse.

—Debes disculparte después con Akkun.

Rindou se ríe, Ran jadea con sorpresa y luego se cruza de brazos, pero al notar la expresión seria del más bajo, suspira y se rinde ante la petición de su cita.

—Bien, cuando lo vea le pediré disculpas.

—Me alegro —Sonríe el más bajo, dejando de lado aquella expresión fría— ¿A dónde iremos?

—Estábamos pensando en ir al cine, ¿Conoces el que está en Roppongi?

—¿En el área de clubes?

—Mm... —Asiente Ran—

—Creo que es bastante caro.

Los hermanos se miran confundidos unos instantes y luego sonríen, para después pasarle sus brazos por los hombros de Yamagishi.

—No te preocupes por el dinero, nosotros te invitamos...

—Por lo que nosotros pagamos.

....

El recinto es bastante grande, con asientos acolchados y cómodos, junto con un agradable aroma. Tiene unas palomitas de gran tamaño en su regazo y un refresco de los pequeños en su mano, los hermanos Haitani llevan sus propias bebidas.
Se sientan en la fila de en medio, no es sorpresa que se hayan comido la mitad de las palomitas antes de que inicie la película.

Es una de terror, bastante reciente que se estrenó hace menos de un mes, es una producción estadounidense.
Yamagishi aprieta los dientes cuando el protagonista se acerca a una de las puertas del segundo piso luego de escuchar un ruido, y se cuestiona por qué los personajes de las películas de terror son tan estúpidos, si él estuviese en una, apenas siente un ruido en su casa, habría salido corriendo sin mirar atrás.

El de cabellos castaños salta de su asiento, arrojando las palomitas por todos lados cuando el rostro espeluznante de una mujer ensangrentada y gritando de forma desenfrenada sale en la pantalla.

—Ah...

Yamagishi se hunde en su asiento, mirando a sus acompañantes quienes le observan con atención y un poco de burla. Rindou le acomoda las gafas, para luego apoyarse contra él, Ran imita las acciones de su hermano, y pronto ambos parecen estar protegiéndolo de los fantasmas ficticios que aparecen en pantalla.

...

Dejan el cine con Yamagishi un poco exaltado, los hermanos Haitani a su lado caminan llenos de confianza, haciendo que las personas en el camino de aparten para dejarlos pasar.

—Mm... Aún tenemos tiempo antes de que tengas que volver a casa, ¿Qué tal si vamos a caminar al Jardín Mōri?

—Estoy de acuerdo, me haría bien estirar un poco las piernas luego de estar dos horas sentado –Yamagishi afirma con un asentimiento— No sé cómo llegar allí, así que ustedes son lo guías.

—¡Por supuesto!, conocemos Roppongi como las palmas de nuestras manos.

—¿Es bonito el Jardín Mōri?

—Sí —Confirma Rindou— Todo un espectáculo de luces en la noche.

—Pero, la mayoría de Roppongi es un espectáculo de luces en la noche.

Rindou se ríe y los hermanos enganchan sus brazos con los de Yamagishi. Caminan durante un rato, con los hermanos señalando varias tiendas las cuales han frecuentado.

—Mira, ¿Ves ese local de ropa?

—Mm... —Asiente Yamagishi—

—Ahí papá llevo a Rindou a raparse.

—¿Qué?

Rindou se ve avergonzado, mientras que Ran se ve entre enternecido por el recuerdo y francamente enojado a la vez, como si el recuerdo fuese agridulce.

—Rindou una vez juntó dinero de su mesada para ir a cortarse el cabello, era un corte de cabello que estaba de moda en ese entonces... A papá no le gustó, lo llevó a esa peluquería e hizo que lo raparan por completo.

—¿Sabes qué fue lo peor? –Cuestiona Rindou con una mueca de desagrado— Que después el cabello me comenzó a crecer bastante raro.

Yamagishi frunce el ceño, sintiendo que realmente eso no es lo peor de la historia, pero pronto los hermanos cambian de tema, casi arrastrándolo por el camino debido a la diferencia de altura.

El jardín Mōri es bastante bonito, con mucha vegetación y también se encuentran muchas parejas sacándose fotos.
Los hermanos Haitani miran a las personas a su alrededor, sonríen juntos y llevan a Yamagishi a una zona cerca de unos árboles de cerezo decorados con brillantes luces en el camino.
El de cabellos castaños comprende sus intenciones cuando ambos sacan sus celulares y termina posando para al menos diez fotos antes de que decidan seguir explorando el lugar.

Terminan sentados un rato en el césped admirando las estrellas, las cuales son apenas perceptibles debido a la contaminación lumínica de Tokio.
Yamagishi siente una mano en su cabello y mira a Ran, quien le sonríe cuando sus ojos se encuentran, es ese tipo de sonrisa suave, no muy característica de una persona como el Haitani mayor.

Siente sus orejas calentarse y mira a Rindou, quien está con la cabeza apoyada en su regazo y con los ojos cerrados, casi como si estuviese dormitando.

Pasan un buen rato ahí hasta que dan las siete y media, por lo que por órdenes de uno de los mejores amigos de Yamagishi, se van a casa. Ran aún se ve entre divertido y molesto ante el recuerdo del adolescente de cabellos rosados.

Los hermanos Haitani lo llevan a casa a pesar de las insistencias de Yamagishi de que puede llegar bien a su hogar por su cuenta, ambos negándose a dejarlo irse solo en metro y mucho menos caminar el resto del camino solo.
En el camino bromean, comparten algunas anécdotas más, es así como se entera que los hermanos Haitani viven solos desde hace algunos años y que no hay ningún adulto supervisándolos, por lo que pueden ir y venir como se les plazca.

Yamagishi les habla sobre su madre, su casa, una mascota que solía tener cuando era niño y sus amigos, ambos parecen reconocer al instante el nombre de Takemichi, lo que resulta bastante extraño. ¿Se habrán topado antes?

Se despiden frente a la casa del más bajo cinco minutos antes de que den las ocho.

Tan pronto entra a su casa, envía un mensaje a su amigo de cabellos rosados quien debe estar quedándose calvo de la preocupación.

''Ya llegué a casa, me lo pasé bastante bien''

Presiona enviar y se va a dar una ducha. Después de ponerse algo más comodo para estar en casa, baja a cenar y revisa el mensaje de Akkun.

''Akkun:
Perfecto, por lo menos cumplieron lo que me dijeron''

''Sé que Ran te ha puesto nervioso, quiere disculparse''

''Akkun:
Tengo que ver eso, dile que estaré esperando mi disculpa''


Su celular vibra y abre el mensaje nuevo, es de Rindou y ha enviado una foto que tomaron en el Jardín Mōri. En la imagen están los tres frente a un árbol de cerezo, las luces le dan cierta calidez a sus rostros y las sonrisas en sus rostros se ven... Como si siempre hubiesen sido así, de aquella forma, sonriendo despreocupadamente.

Guarda la foto en su celular y envía un corazón antes de guardar el celular en su bolsillo.  


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Hola~ Hemos creado un grupo de whatsApp de Yamagishi, si alguien quiera unirse, me envía un mensaje por interno, porque Wattpad no me deja poner el link en los comentarios :'l

Espero que les haya gustado el capítulo~ <3

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⏰ Última actualización: Oct 10, 2023 ⏰

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Haitani's property || Ran x Yamagishi x RindouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora