Presidential | larry stylinson |

Capitulo 7.

Mantenme en el lugar, pero no me empujes hacia abajo.

Con el paso del tiempo ambos chicos habían aprendido a llevarse mejor, ya casi no había gritos de parte de Louis hacia Harry aunque siempre lograba sacarlo de sus casillas. Harry había comprendido que Louis era alguien bueno, solo un poco lastimado. Louis había aprendido que Harry no era la persona que esperaba y había decidido darle una oportunidad.

Las cosas marchaban mejor de lo que se esperaba, el presidente iba encabezando la lista de las elecciones y estaba feliz por eso, podía ver la reelección mas segura que antes, su familia estaba entusiasmada pero cabe destacar que Louis no se sentía de esa manera.

Estos últimos días para el castaño habían sido difíciles, tenia que ir todos los días a reuniones con candidatos, se tenía que poner un estupido smoking y poner una cara de felicidad falsa. Esa tarde sus padres habían decidido que la reunión se llevaría acabo en la Casa Blanca, vendría un importante candidato el cual había volado 17 horas para llegar ahí, así que tenía que salir todo perfecto.

Louis estaba en su habitación terminando de secarse el cuerpo mojado después de la ducha con una toalla, estaba parado delante del espejo, desnudó. Su mirada recorría su cuerpo con detenimiento, no era feo. Termino de alistarse después de una hora y decidió salir de ahí para buscar algo en lo que entretenerse.

Ese día, Harry estaba libre, ya que Louis no saldría a ningún lado había decidido darle el día, aunque para ese entonces no lo pensó ahora estaba arrepentido porque no tenía a nadie a quien molestar.

Unos gritos llamaron su atención, provenían de la habitación de su hermana pequeña. Esta tenía apenas siete años, era totalmente rubia y sus mejillas estaban extremadamente rojas. Era la niña mas hermosa que Louis había visto y no lo pensaba únicamente porque fuera su hermana. Para el, Lauren era la persona mas importante en su vida aunque no se lo demostrara tanto. Rara vez se acercaba a ella y si lo hacia solo conseguía que la niña lo abrazara y besara y eso lo inquietaba un poco, así que con el paso del tiempo, Lauren se alejo de el y aunque Louis no lo aceptara se sentía triste por eso.

Sin tocar la puerta entro y vio a la niña con los cabellos rubios esponjados y con su bata de princesas rosa. Se veía realmente adorable. A su lado se encontraba su nana, y le estaba dando a escoger entre dos vestidos pero la niña se negaba a ponerse cualquiera de esos y esta comenzaba a desesperarse.

-Retírese.- ordenó Louis.

Lauren miro con sus enormes ojos a su hermano sorprendida. La nana salió sin decir una palabra y cerró la puerta detrás de ella.

-¿Que pasa, Lauren?

-Nana quería ponerme el vestido amarillo o azul pero no quiero ninguno.- hablo la niña con el ceño fruncido.

Louis se acercó al armario enorme que estaba en la pared y comenzó a buscar algo que le llamara la atención. Finalmente y con la mirada extrañada de su hermana en su espalda saco un vestido hermoso. Era totalmente rosa, con muchas piedritas en la parte final que brillaban con mucha intensidad.

Lauren lo observo con un brillo especial en sus ojos, ese vestido era hermoso y la niña lo sabia.

-Seré como Cenicienta.- se emociono.

El castaño no hablo, solamente comenzó a quitarle la bata de princesas y le ajusto el vestido y le puso unas zapatillas rosas de ballet. Lauren se veía hermosa, solo le faltaba un buen peinado. Louis se acercó al tocador y busco un cepillo y comenzó a cepillarle el cabello, la niña daba pequeños gritos cuando su hermano se encontraba con un nudo y trataba de deshacerlo.