Capitulo 2

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Se encontraba rodeado de arboles, en un tipo bosque. No podía ver nada mas que no fuera el musgo verde de los arboles o la niebla que se comenzaba a formar en sus pies. No tenia miedo eso estaba claro, pero se sentía agobiado, aunque estuviera en un lugar abierto. Dio una vuelta alrededor de el mismo buscando una salida pero no había nada. De pronto le entro el pánico de quedarse ahí para siempre, sin nadie con el.

Soledad.

Despertó lleno de sudor y la respiración agitada. No había sido un gran sueño. Cruzo las manos por su cabeza mirando el techo de su habitación en un intento por tranquilizarse. No tenia a nadie con quien hablar y menos a esas horas. Tres de la madrugada se leía en su reloj de mesa. No podría volver a dormir, aun sentía la necesidad de no sentirse solo.
Salió de la cama y de su cajón de ropa saco un cigarrillo que quien sabe cuanto tiempo había estado ahí. Lo encendió y abrió la ventana que daba hacia la calle.

Esa misma tarde le habían entregado su uniforme, un celular nuevo para emergencias y todas las instrucciones que necesitaba. Cuidar al hijo del presidente no era poca cosa.
Aun no sabia nada de el, ni siquiera su nombre. No era que Harry se informara sobre cosas políticas solo sabia lo que le convenía saber.

Cuando Harry entro a la "Escuela Especializada para Proteger" pensó que era una broma. Tenia solo 17 años, quería estudiar arte. Pero su padre lo había obligado a entrar a esa escuela y su ridículo nombre. Y un día sin darse cuenta le gustaba lo que hacia. Cuidar a la gente.
Salió preparado, de los mejores, decían todos.
Los primeros años los disfruto enormemente, hacia su trabajo como guardaespaldas bien, no había ningún error. Hasta esa noche. Esa noche del verano de 2012 la cual Harry había bloqueado de su mente. No la recordaba a la perfección y le parecía perfecto. Los doctores habían dicho que era cosa de el, que no era grave que el no recordara.

Termino el cigarrillo y lo tiro por la ventana que enseguida cerro. Prendió la televisión y la dejo en un programa de concursos aunque en realidad no sabia de que se trataba porque su vista estaba perdida.

Estaba consiente de que al día siguiente probablemente se encontrara demasiado cansado, pero el sueño no llegaba a el, estaba demasiado ansioso.
Hacia tiempo que no trabajaba, sentía que había perdido el toque. No se sentía capaz de volver a proteger a alguien.

Mañana seria un gran día, conocería al hijo del presidente de los Estados Unidos.

Despertó gracias a un dolor de cabeza, se encontraba sentado en el sofá donde se había sentado por ultima vez en la madrugada.
Eran las siete en punto y tenia que presentarse a las nueve. Tomo una ducha rápida y se vistió con el elegante traje que de seguro costaba mas que su vida.
Se preparo un sándwich con un jugo de naranja el cual trago casi de un bocado porque faltaba menos de media hora y no tenia coche. Necesitaba darse prisa.

Tomo un taxi, dándole la dirección de la famosa Casa Blanca. No tardo ni 15 minutos en llegar y pararse enfrente de las enormes puertas blancas. Un guardia lo esperaba afuera, entraron después de que avisaran que el nuevo empleado había llegado. Lo dirigieron hacia la sala principal diciéndole que el presidente se presentaría ante el en cualquier momento.

Mientras esperaba admiro todo a su alrededor. Cosas bastante valiosas que a la vista de Harry podrían haber sido para personas que las necesitaran enserio. Harry siempre preocupándose por los demás.

-Señor Styles- lo sorprendió la voz del presidente.

-Buenos días- respondió de manera educada.

-Desde hoy comienza tu trabajo y no te preocupes por el dinero, cada semana será ingresada una fuerte cantidad de dinero en tu cuenta bancaria.

Harry asintió con la cabeza ante sus palabras.

-Hora de que conozcas a mi hijo.

Subieron por una escalera blanca, bastante amplia y ancha. Harry se sintió nervioso en ese momento.
El presidente estaba por tocar una puerta pero unos gritos bastante fuertes lo detuvieron.

-Por una mierda, no entiendes que no quiero lo que me has traído- se escucho una voz aguda.

-Pero joven...- insistió lo que parecía ser una mujer.

En ese momento el presidente abrió la puerta encontrándose con una escena bastante incomoda.
Había una mujer con una bandeja de comida recién preparada, en su rostro se podía ver el miedo que estaba sintiendo. Por otro lado de la habitación, estaba un joven de mediana estatura, despeinado y con los ojos rojos. Una camisa blanca desabotonada y unos jeans negros era lo único que traía encima.

-Hola, padre- hablo el muchacho en tono burlón al mismo tiempo que hacia una reverencia.

-Por todos los cielos, ¿que ha pasado?- hablo el hombre preocupado.

-No me apetece comer, pero a ella perece no importarle.

-Sara, puedes retirarte.

Harry veía la escena recargado en el marco de la puerta y cuando Sara paso a su lado le dedicó una sonrisa apenas visible.

-¿Que es lo que quieres?- hablo el muchacho de cabello despeinado.

-Te presento al señor Styles- el presidente le hizo ademan a Harry par que se acercara- el será tu nuevo guardia, estará contigo las 24 horas del día y no quiero que repeles.

-Estas de joda- comenzó a hablar mientras reía descontroladamente.

-Mira, no me importa si te gusta o no, ya lo decidí y así será- después hablo para dirigirse al rizado- a partir de ahora esto esta en tus manos. Muchas gracias.

El hombre estaba por retirarse y antes de cruzar la puerta volvió a hablar.

-Tus cosas ya están a un lado del departamento de mi hijo para que te instales ahí.

Harry se claro la garganta a modo de respuesta.

El muchacho despeinado no dajaba de observarle y Harry no podía decirle nada porque así seria su trabajo. Respetar aunque no quisiera.

-¿Así que eres el señor Styles?- pregunto con burla.

-Si, señor- respondió con la vista enfrente.

-Bien señor Styles, veamos cuanto le dura su trabajo.

El joven salió de la habitación mientras Harry se mantenía a una buena distancia de el.
Llegaron hasta la entrada principal, un guardia le entrego una llaves a Harry, al parecer de la camioneta negra en la cual el hijo del presidente se acababa de adentrar.
Tomo las llaves y se dirigió al coche dispuesto a manejar sin decir ninguna palabra. Al parecer seria su guardia y su chofer. Nada podía ser mejor, pensó Harry sarcásticamente.
El rizado había recibido todas las direcciones de los lugares que el joven sentado atrás solia frecuentar. Justo ahora se dirigían a su departamento.
Harry poso su vista en el retrovisor para ver a los coche de atrás pero sin querer cruzo miradas con la persona que tenia que cuidar.

-Por cierto señor Styles, me llamo Louis... Louis Tomlinson.

Presidential | larry stylinson |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora