La tarde concluyó y ahora la noche comenzaba a hacerse presente. Sentí como si hubiera pasado una eternidad aunque realmente solo hubieran pasado unas horas, debía admitir que me dolía un poco pensar que mi mejor amigo me hacía sentir incómoda al punto que no quería si quiera hablar como antes con él, y aunque juraba que luego se pasaría ese sentimiento, había algo que me decía que debía alejarme.
Pero Jared insistía en quedarse.
Las últimas dos horas aproveché para llevarlo a hacer el súper conmigo y que se aligerara un poco la carga de tener que llevar tantas bolsas por mi sola, el aceptó con gusto, pero con la condición de que me ayudaría a guardar todo después y el prepararía la cena.
En serio parecía no querer irse de mi casa.
Mientras yo terminaba de guardar la fruta y acomodar el refrigerador, escuché el timbre de la puerta de la entrada haciéndome salir disparada hacia allá.
Al abrir noté a un hombre de algunos 40 años, semblante amable con unos lindos ojos azules. Iba acompañado de dos adolescentes adorables, ambas rubias, una llevaba ropa colorida, una falda de tablones blancas, unos tenis blancos y una sudadera con capucha en tonos rosas, además me estaba dando una enorme sonrisa; la otra era completamente lo contrario, unos mom jeans oscuros, converse café y una sudadera negra con capucha de alguna banda de rock que desconocía -o al menos no podía leer- y parecía no querer estar ahí en ese momento. Era como ver a Enid y a Wednesday en vivo.
Llevaban en brazos una enorme canasta adornada, podía ver su interior y estaba repleto de galletas y pastelitos. Mis ojos brillaron al verlo.—¡Hola vecina!— Exclamó la rubia colorida dando pequeños saltitos mientras extendía la canasta.
—Ellie, te dije que sin gritar, no a todos les gustan las sorpresas.— El hombre parecía ser muy paciente, miraba con ternura a la chica y luego se giró a verme de nuevo. Yo les sonreí. —Me disculpo, solo pasábamos a darles la bienvenida.
—Oh! No te disculpes, a mi me encantan las sorpresas.— Dije con notoria ternura hacia la pequeña.
—Que bueno escuchar eso, trajimos una canasta como presente, las chicas acaban de hornearlas ellas solitas.— él parecía estar realmente orgulloso de aquel par, era simplemente adorable.
—Suena delicioso... Por favor pasen.
—Es bueno ver gente nueva por aquí.— Sonrió el hombre mientras caminaban hacia dentro de mi nuevo hogar. —Me presento, soy Misha Collins, vivimos al final de la calle— Con que Alexa hablaba de él —Ella es mi hija Ellie y ella es Jane, es nuestra invitada el día de hoy.
Les dije mi nombre y un poco sobre mi, Padalecki no tardo en unirse también en la conversación. Se comportó muy amigable con el hombre y sus niñas.
Al final de las presentaciones formales fue casi como si los conociéramos, fue muy agradable todo lo que contaba que estuvimos hablando de todo un poco durante horas, los invité a cenar así que ellos nos acompañaban en la mesa esa noche.
Y era mejor que estar sola con Jared.
—Cuando supimos que teníamos vecino nuevo, no sabíamos que era un matrimonio joven.— Habló de manera agradable el hombre mientras nos veía a Jared y a mí, casi me atraganto con un bocado de carne de la cena.
—¡Oh! No no, no somos un matrimonio...
—Por el momento.— Jared ni siquiera había sonreído al decir eso, ni siquiera había una pizca de comedia en aquello, pero igual fue suficiente para hacer reír a Misha.
—Ignórenlo, solo bromea. Somos mejores amigos, nos conocemos desde que éramos niños.— Sonreí nuevamente y le pegue un codazo al castaño a mi lado.
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Sounds of someday (Jensen Ackles, Jared Padalecki)
Fanfic"Siempre supe que rumbo quería que tomara mi vida en cuanto al amor, todo este tiempo solo tuve ojos para Jared. Y pensé que el mejor amor era aquel que siempre estuvo desde la infancia. Pero en esta vida nada está escrito en piedra, todo puede camb...