♦ Última Parte ♦

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-¡Elena, ya deja de sacar fotos!- ordenó Rubén separándose de su abrazo con Miguel.

-¡JAMÁS! ¡RUBELANGEL DEBE QUEDAR REGISTRADO COMO SEA!- gritó la pequeña comenzando a correr al ver como su padre se proponía a perseguirla.

Elena reía agitada intentando escapar de su padre, el cual corría detrás suya con una cara maliciosa que lograba ponerla aún más nerviosa y eufórica. Desde que había visto los vídeos de su padre sabía que Rubius era un completo loco divertido, sin vergüenza y osado, lo cual la alteraba ya que no sabía de qué era capaz su padre. Pero aún así no se rendiría.

Desde que el castaño les había contado con muchísimas vueltas y nerviosismo que ahora Miguel y él eran pareja, Elena se había encargado de capturar cada pequeño momento cariñoso con su cámara instantánea. Incluso había llenado álbumes enteros con fotos de sus padres. Sí. Para ella Miguel también era su padre ahora, aunque fuera un poco precipitado, moría de ganas por decirle "papá" algunas veces, pero simplemente no se atrevía. No aún.

En esas semanas las niñas pudieron conocer mejor a la persona que siempre hacía reír a su padre en los vídeos. Miguel era un sujeto curioso y amable, que siempre se mostraba seguro y tranquilo. Solo podían verlo titubear cuando Rubén estaba cerca. Se notaba a kilómetros cómo su mirada se iluminaba y su sonrisa se suavizaba. Aquello era sumamente tierno a los ojos de las niñas, que no podían dejar de repetir en sus mentes "Rubelangel... Rubelangel... Rubelangel" como si se tratara de un rezo sagrado. Sin duda exageraban, pero era tan emocionante después de ver tanto tiempo esos vídeos en los cuales los mayores aparentaban un romance que no era mas que una broma... y ahora ver que evidentemente Rubelangel era real... no podían evitar sonreír como tontas ante las escasas muestras de cariño que se daban esos personajes tan amados por ellas.

Y sí que tenían suerte cuando veían una muestra de cariño por parte de aquellos dos. Eran tan pocas las veces que lograban pillarlos besándose y abrazándose o simplemente dándose mimos...

Rubén era consciente de que sus dos hijas (en especial Elena) se habían convertido en unas fangirls locas por Rubelangel, por lo que trataba de no crear tanto "salseo" con Miguel cuando ellas estaban cerca. Aunque no siempre era posible, porque la pequeña parecía necesitar una dosis diaria de su amor con el morocho. ¿En serio algunas fans habían estado así de locas por Rubelangel en el pasado? Siempre se había descojonado con Mangel por las fotos, las novelas, los videos y los disparates que creaban sobre ellos. Incluso algunas veces se habían molestado un poco por la insistencia de sus fans, en especial el morocho. Pero Rubén tal vez ahora comprendía un poco mejor a qué se debía aquella molestia.

Ahora Miguel era muy diferente con respecto a ese tema. En realidad no le importaba mucho que Lena les sacara fotos. Más de una vez se había escabullido en la habitación de las niñas y había robado unas cuantas fotos de los álbumes que creaba la distraída pequeña. Pero ésta ni se percataba de aquello porque, literalmente, debía de tener más de 50 fotos allí.

Eva también amaba ver a su padre con el morocho en plan románticos, pero definitivamente Elena estaba obsesionada, y hasta Ana había podido notar aquello.

-¡Deja de seguirla, Rubius, que está acojonada!- exclamó el pelinegro viendo la persecución y riendo sin levantarse del suave y verde césped del parque al que habían ido esa tarde.

-Ya sabes cómo es... un completo niño.- agregó Ana sentada a su lado, comiendo un pastelillo que ella misma había cocinado con la ayuda de Eva. Miguel revoleó los ojos y tomó un pastelillo de la canasta mirando de reojo a Eva, la cual lucía nerviosa y preocupada sentada a su otro lado.

-¿Eva? ¿Pasa algo?- preguntó, mirándola mientras que de fondo se escuchaban las carcajadas de Rubén y Elena. La castaña pestañeó varias veces, saliendo de sus pensamientos con rapidez para luego observar cómo esos ojos negros la miraban acompañados de una calmada sonrisa comprensiva.

Lo que Dejamos Atrás (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora