Red Soldier [Corregida]

Capítulo 2: «¿Quién soy?»

Llegué a Cooper Black sintiendo un vacío enorme. Me había mentalizado para este día y Chloe llegó a estropearlo en menos de lo que me tomó hacerme a la idea de tener una nueva vida.

Sí, la daba por aludida. Nunca había alucinado en toda mi vida y como conocía a mi cabeza, daba por hecho que esto era cosa de ella.

-Es raro que estés tan callada.

Mierda, Alex. Debía volver a mentalizarme.

Todo está bien, todo está bien.

-Todo está bien -Él bufó. Odiaba que yo le ocultara las cosas, por lo que opté por revelar una verdad a medias-. Alex, estoy nerviosa.

Eso lo hizo empatizar al instante conmigo.

Era verdad, estaba nerviosa, tanto por tener que hacer nuevos amigos como por los cadáveres bajo mi cama. Todo me retorcía el estómago.

Él me tomó de ambos hombros.

-Kate, tranquila. Eres linda y simpática. Les caerás bien.

-¿Y si no?

-En ese caso, tienes un lugar asegurado conmigo y mis amigos.

Sonreí.

-Gracias Alex.

Pero Alex era dos años mayor que yo, por lo que no pudo acompañarme a clase. Tomamos caminos separados tras el toque de timbre.

Encontré mi salón sin mayor problema, estaban etiquetados. Me tomé mi tiempo en la puerta de entrada, dado que me consumían los nervios.

"Eres una buena persona, Kate. Buena persona".

Noté los ojos de un pelirrojo sobre mí, pero lo pasé por alto. Había una chica de cabello castaño en los asientos de fondo, jugando con una pluma sobre su nariz y un muchacho le hablaba a ella mientras miraba por la ventana, otro chico pálido y de cabello oscuro que no soltaba el celular. Y por último, noté a un grupo de chicas, tres, para ser específica, platicando con normalidad. Tomé asiento, dos lugares delante del pelirrojo y volví a mirar de reojo a las chicas hasta que una de ellas se me acercó.

Parecían modelos, como mis anteriores amigas en White Diamond, de facciones finas, siendo una rubia, otra castaña y la última pelinegra. Sus brillantes ojos azules me examinaron de pies a cabeza.

-Hola, soy Anna. Nueva, ¿verdad?

Sonreí.

-¿Se nota mucho?

Me devolvió el gesto.

-Ellas son Elizabeth -apuntó a la castaña-, y Jennifer -la rubia-. Bienvenida a Cooper Black.

El recibimiento fue bueno, lo que vino después, no tanto.

Pese a lo visto, la que lideraba era Elizabeth. No Anna. Esta solo tuvo la idea de que el grupo (es decir, ellas tres) debían darme una oportunidad. Y sí, Anna era simpática conmigo, pero con el resto...

-Anna, ¿qué hace tu hermana con esa pluma en su nariz? -Elizabeth.

-Todo el mundo sabe de su retraso mental. No sé por qué se sorprenden.

Al parecer, Anna era hermana de la castaña de la pluma. Su actitud fue la primera red flag. Estaba cayendo en lo mismo, pero yo estaba decidida a que esta vez sería diferente.

-¿Por qué la tratas así?

-¿Disculpa? -dijo Anna.

Y lo sé, estaba metiéndome donde no me llamaban. Hubiera sido diferente con una provocación de por medio, pero la chica de pelo castaño no había hecho nada. El ataque fue gratuito.