Pov Tom Kaulitz.
El sol entrando en la ventana, los edificios de la ciudad en la vista y el tráfico de la ciudad, mi mujer en mi cama y en mi pecho desnudo, mirando aquella ventana con una felicidad de tener sexo real.
" Tom te necesitamos en Alemania".
Los mensajes de mi celular sonando como emergencia, el maldito viaje a Alemania...
-liz!.
-Um?.
-necesito que me hagas un favor.
-que favor?- dijo alejándose de mi pecho desnudo y su cabello largo colgando.
-necesito que te vallas directo a tu casa y te quedes solo en tu casa.. y puedes llevar a nick.
-no!, porque!?.
-solo hazme caso!.
Su enojo apareció en su cara, solo tenía miedo a que si me agarran a mi ,agarran a ella, ella no entendía esto, pero solo tenía que hacerme caso.
Me paré de la cama y fui directo al baño, me miré en el espejo y su labial marcado en mi cuello y mis mejillas me enloquecían,
Abrí la llave de agua caliente cayendo en mi cuerpo, mis ojos cerrados recordando aquella noche de sexo, me bañe rápido y me puse la toalla en mi cintura, salí de el baño y miré a esa hermosa peli negra en mi cama, ella me enloquecía, me fui al closet y agarre una playera negra y una chamarra de cuero negra, una gorra y nunca faltaría mi pañuelo en mi frente, me puse mis pantalones holgados y por último los tenis blancos, lamí mis labios y me eche desodorante y perfume."Tom te necesitamos ya!"
Malditos. Salí de ese lugar y miré a Liztth.
-liz, tienes que hacerme caso...- dije lamiendo mis labios de nervios.
-¡cada noche que tenemos sexo tienes que arruinarlo con tus malditos pretextos!?.
-no...liz, es verdad lo que digo...
-¡maldita sea, Kaulitz!- dijo enojada.
Mire con un poco de tristeza y enojo, estaba estresado!.
-liz, solo...
-¡¿que Kaulitz!?.
Me quede callado, me acerqué y le di un beso en su cuello.
-solo hazme caso, muñeca- dije susurrando tomando de sus caderas y acercándome en su oído.
-Tom, sabes que no me gusta que me hagas esto...
-lo se, muñeca..-bese su cuello tratando de convencerla. -solo estamos vez no salgas, puedes estar con nick.
-ok,lo haré.
Le di un último beso en su cuello y le di una camisa mía para que se sintiera cómoda, salí para que no se sintiera incomoda, lo sé, ya le vi el alma y aun así tiene pena de cambiarse frente a mi.
Agarre las llaves de el Audi y la esperé.
-Tom!, no me veo rara?.
Dijo ella saliendo con mi camisa holgada que le quedaba como vestido y su short negro pegado, y unos tenis míos, le quedaban un poco grandes pero amaba lo chaparrita que era.
-no, amor.. te ves como una mini yo- dije mirándola de abajo a arriba,
-no mientas- dijo ella con un puchero.
-enserio, muñeca!- dije mientras me acercaba a ella. -eres hermosa, y amo tus piernas y...tus muslos..-dije con una sonrisa con picardía.
-té odio, Kaulitz- dijo ella con un tono sarcástico y sonriendo.
ESTÁS LEYENDO
RED ROOM
ActionElla es mía... Esa chica es mía, ni un maldito hombre la tratara como yo la traté, y nadie entenderá sus sentimientos como yo la sentí, soy el maldito lucifer que ama a una princesa con ojos de ángel, nos conocimos en una habitación roja y no me arr...