CAPÍTULO: 11

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Mía Noelia:

Pase el resto de la semana conectándome con el mundo, mi antiguo mundo, enviando documentos y sirviendo de ayuda a la nueva pasante de la empresa en la que trabajaba, sentirme útil es lo que me encantaba más. No me vi en una semana con Rafael, daba vueltas entre sus llamadas y un "nos veremos la siguiente semana", estado rechazando verlo desde la última vez que nos vimos, recordar la forma en cómo me abrazo hizo que se me estremeciera el cuerpo, estaba ebria y aun sentía el cuerpo acalorado, las mejillas arder y un nudo en mi estómago. Se que tendría que hacer algo nuevo en mi día a día, estaba estancada, llevaba ya dos meses aquí y pronto serian tres, tendría que cambiar mi rutina.

Me pase el resto de la tarde pintando en lienzo, antes mi madre lo hacía y lleve clases de pintura en la escuela, creo que sería algo bueno para mi alma, el poder llevar tener un lugar en donde pueda expresarme. Dicen que es bueno tener un lugar en donde debemos escapar y encontrar refugio.

...

En la tarde estuve realizando algunas actividades de la casa de mis padres, limpieza más que nada, tuve una llamada a las tres de la tarde, me dijeron que él está cerca, estaba tan indispuesta, me empezó a doler el pecho, las respiraciones se hacían lentas, tenía nauseas, fue entonces que me puse a limpiar, eso me tranquiliza y puede poner más paz en mi cabeza. Me eh cansado de no sentir un refugio, de ver como las situaciones en mi vida han tomado más poder sobre mí, que yo sobre ellas.

...

Rafael:

Iba por el aeropuerto a recoger un sobre que les habrían enviado a mis padres el día de ayer, estaba muy distraído y no podía sacármela de la cabeza. No podía creer que una chica haga girar mi mundo entorno a ella.

Voy de camino a casa, le llame dos veces, es mi máximo, de hecho, nunca eh llamado tanto para tener la atención de una mujer. Quería saber de ella, han pasado siete días sin que nos vimos, que extraña sensación. De sentirse tan desesperado por la atención de una mujer.

Las siguientes horas me quede con Cesar en su casa, junto con su novia, ella era agradable, muchas veces estaba ahí con el cuidándolo, a veces los observaba y pensaba, parece más una madre que una novia, pero a él lo veía feliz, tranquilo, en paz. Y creo que al final tratamos de apuntar a eso. A la paz y tranquilidad que nos puede ofrecer una persona, la persona.

-Rafa- dijo su novia, como odiaba que me llamen así RafaE-L, mis ultimas siglas ¿no cuentan? -tienes planeado algo para este abril- pregunto, respire y trate de embozar una media sonrisa -la verdad no- dije, volviendo mi mirada al televisor, -estaba pensando en presentarte a una amiga- dijo, lo pensé y dije -no- pause -gracias- finalice, no me hubiera interesado por ninguna otra chica, aun si traería los condones y me la hubiese puesto fácil, -estas seguro- pregunto -estoy- dije cortándole -seguro- aclare mi garganta y continue -la verdad ando con mucho trabajo, y no tengo cabeza para esta "amiga" tuya- se me escapo el sarcasmo -pero si iré, les aviso- dije al final.

El resto de la noche me quede en Casa de Cesar, pedimos pizza, su novia se fue y estaba bien. Ella hablaba mucho y no estaba mal, solo que muchas veces el silencio es más apreciado que mil palabras que te bombardean por segundo.

- ¿crees que el día de mañana vayas a la fiesta? - me pregunto después de horas de silencio comiendo y jugando.

- ¿Por qué? – pregunte extrañado, de pronto le interesaba?, -solo pregunto – remato al final, no dijo nada más que eso.

Me pregunto si ella está bien, no eh recibido mensajes ni llamadas, preferiría aparecerme para verla. Pero no creo que sea lo más adecuado. 

Entre Sueños y RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora