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Todas las imágenes que salgan en la historia, no son mías, derechos al autor de las imágenes (Si fueran mías lo diría en algún momento) Sin nada más que decir ¡¡Comencemos!!
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Anteriormente:
“La cabaña no puede ser encontrada por quien sea, solo los que de verdad merecen encontrarla, la encontraran. Las tontas leyendas que inventan no tienen por qué ser siempre verdad, y en este caso, no lo es”

Ese comentario se le quedó rondando por la mente.

-No lo sé, no mucha gente visita el lago, algunos dicen que sí, otros dicen que no, pero ¿Tú que crees? ¿Qué sí o que no? - Le preguntó esta vez el bicolor al cenizo, este, se quedó pensando, no sabía qué pensar, tenía un pequeño debate dentro de su mente, en el cual, ninguno parecía que iba a ganar pronto.

-No sé ¿Tú dejarías de ser rey para cuidar un lago que visitabas con alguien que te gustaba? - Preguntó, sin ningún tipo de vacilación en su tono de voz, sin levantar aún la vista del suelo, esperando pacientemente por la respuesta de Shoto. Este, solo se le quedó mirando, mientras en su mente solo rondaba el pensamiento de lo tierno que se le estaba haciendo el cenizo.

-Lo dejaría todo para proteger la única cosa que me quedase de la persona que yo amaba - Respondió, había meditado esa respuesta, no fue involuntaria, él daría y lo dejaría todo para que la persona que quiere estuviese bien. Daría la vida de cientos de personas con tal de que estuviese bien.

-Entonces sí, creo que hay una cabaña en la que vivió el rey ese…- Respondió el cenizo, viendo a los ojos del Todoroki, el cual, realmente, sintió su corazón, dar un vuelco, esas palabras dieron más respuestas de las que pensaba el cenizo, y dio paso a muchas esperanzas que el rubio desconocía.

Los ojos bicolores, normalmente fríos, se sentían extrañamente acalorados, siendo los responsables esos ojos carmesí que lo miraban con una inocencia escondida por una gruesa capa de salvajez, es algo fuera de lo común, pero a la vez tan familiar que le llega a provocar cierta nostalgia.

Así hubiera podido pasar toda la tarde, pero, los brillantes ojos rubí, se fueron cerrando, privándolo de ese adictivo color rojo grana. 

Con una sonrisa, desconocida por muchos, se recostó en el árbol detrás de él, para poder apreciar las vistas, en las cuales, obviamente, el cenizo estaba incluido. 

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-Hey, Bakugou, hey…- Shoto movía suavemente al cenizo, no quería asustarlo por despertarlo bruscamente, sabía que si eso sucedía, se llevaría una explosión directa a la cara, además de que se sentiría algo mal por el cenizo por despertarlo con un susto.

-*Lo intenté*- Pensó Todoroki, mientras lo acomodaba en sus brazos, para poder cargarlo en modo princesa, para llevarlo hacia el coche, el cual estaba a unos largos treinta minutos, pero, estaba dispuesto a caminar por él, además, de que no lo sentía como una carga, la contrario, se sentía bien haciendo esto.

Todo estaba muy tranquilo, solo se oían las aves canturrear, el leve silbido del viento y el ligero sonido del agua del lago. Era un ambiente perfecto para relajarse, por eso, no piensa que el cenizo vaya a despertarse, no había ruido por el que tuviese que hacerlo. De cierto modo, eso alegra el frío corazón del bicolor.

Aunque es cierto que el rubio tiene un muy ligero sueño, de momento no ve indicios de que este vaya a despertar. Ya llevaba quince minutos de caminata, solo le quedaban otros quince minutos y ya habría llegado, eran alrededor de las 18:15, así que llegarían a la U.A sobre las 20:30, media hora después de la hora límite que les puso All Might y Endeavor. Cuando llegasen al coche, les avisaría, para que supiesen de su retraso. 

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