011

400 40 34
                                    

Todas las imágenes qué salgan en la historia no son mías, derechos al autor de las imágenes (si fueran mías lo diría en algún momento) ¡Sin nada más que decir comencemos!
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Anteriormente:
-¡Sí Dios sí que va a estar bien! Shoto, ¡Por favor deja de hacerme esa pregunta todo el rato! - Se quejó el peli blanco, hartó de su hermano. Este simplemente volvió a hacer silencio, mirando al rubio delante de él, esperando a que se despertase.

-...-

-Natsuo...-

-Dime Shoto...-

-Pero, ¿Estará bie-

-¡¡Shoto cierra la boca!!

Al escuchar eso, el bicolor suspiro, mientras se sentaba, esperando pacientemente a que su hermano acabará de sanar las heridas del rubio.

Solo quedaban algunas vendas y ya habría terminado, pero se notaba como Katsuki iba abriendo lentamente los ojos, removiéndose levemente al estar despertando, sintiéndose algo adolorido y mareado.

-¿Mhm...? ¿Dónde estoy...? - Bakugou se sentó, al estar estirado encima de un futón, ya que en la casa Todoroki no hay camas, solo futones, a ninguno de estos les parecen cómodas las camas, prefiriendo ir al método tradicional de los países de Asia, los futones.

-Bakugou - Llamó Todoroki. Al escuchar la voz del cenizo, se acercó rápidamente, para ver si estaba bien, cómo se encontraba, si le dolía algo, si tenía hambre, sed, sueño...

-¿Mitad-Mitad? - Katsuki comenzó a  enfocar su vista, viendo al principio dos redondas borrosas, una blanca algo más alta que la otra, siendo ésta la que era blanca y roja. Al poder volver a ver normal, se fijó que era Shoto, y alguien que suponía que era el hermano de Shoto.

-¿Cómo te encuentras? - Natsuo se acercó un poco al rubio, ya que tenía que acabar de vendar al contrario, preguntando por educación, y por si tenía algún dolor externo, o interno que no había detectado al no poder hacerle un chequeo correctamente, ya que actualmente no poseía ninguno de los objetos necesarios para hacerlo.

-Estoy, estoy bien, solo que me tengo que ir ya...- Katsuki no tenía ningún ánimo de estar allí en ese momento, solo quería volver a casa para dormir y que se acabará el fin de semana, aún que algo que no sabía, es que, los Todoroki son muy, muy tercos, mucho más que él si se lo proponen.

-No, tú no te vas hasta que Natsuo acabe con las vendas. Y de explicarme que es lo que te paso, y por qué no me dijiste nada - El Todoroki menor se veía muy serio, con él no servía el "Estoy bien no te preocupes" no le servían los trucos que siempre uso él mismo, y que, por suerte, ya no usa al estar más sano mentalmente.

-Además, parece que no has comido nada, así que tendrás que comer algo, es por tu salud - Natsuo estaba a punto de acabar de vendar el brazo del contrario, cuando mencionó eso, ya que había notado que el chico parecía no haber comido durante todo el día.

-No hace fal-

-Sí, sí que hace falta, además mi hermana ya ha preparado la comida, así que no tienes de otra que aceptar - Dicho eso, Natsuo se apartó un poco del rubio, para ver si se había dejado algo, al ver que no, se levantó, sonriendo a su hermano y al rubio, para luego, entender que les tocaba a ellos hablar, yéndose de la habitación, dejándolos a los dos solos.

-Bakugou-

-Ya ya se que mierda preguntarás, pero no sé qué decirte ¿Que quieres que te diga? ¿Que me he caído y me he hecho esta mierda? ¿Que me he peleado? ¿Que me lo he hecho yo mismo? ¿Que me he reventado mientras entrenaba? - Bakugou sentía sus ojos picar, realmente no sé sentía bien, pero ya no sabía que decirle al bicolor, no quería mentirle, pero le daba miedo decir la verdad.

♡Mi preferido♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora