¿Qué tan malo podría ser mandar a 100 jóvenes criminales a la tierra...?
Leah Ford llega a la tierra junto con 100 jóvenes más.
Todo lo que ella pensaba creer sobre la tierra era completamente falso, y junto su grupo irán descubriendo cada verdad d...
ABRO LOS OJOS, tratando de recordar lo que había pasado. El sudor cae por mi frente y un ardor se hace presente en mi muñeca.
Comienzo a mirar a todos lados tratando de distinguir donde estoy, a pesar de que mi vista es algo borrosa logro distinguir a varios jóvenes... en ¿una nave? ¿Estaba en una nave?
Mis pensamientos se vieron interrumpidos por una voz femenina.
- Hasta que despiertas chica, soy Octavia - Hablo la chica extendiendo su mano hacia mi.
Tome su mano con nerviosismo ya que llevaba 2 años sin haber entablado una conversación con alguien que no fuera mi subconsciente.
- Mucho gusto, soy Leah - Le dedique una leve sonrisa, aun estaba desconcertada, no tenía idea de a donde estábamos llendo.
- Octavia... ¿a dónde nos están mandando? -
- ¿De verdad no sabes- Negué con la cabeza - Nos mandaron a la tierra, al parecer el Arca nesecita saber si la tierra es habitable, y nosotros somos sus ratas de laboratorio.
Mis ojos se abrieron con sorpresa al escuchar las palabras de la chica, no podía creer que nos mandarían a la tierra.
Estaba a punto de responderle a Octavia cuando la nave comenzó a moverse de una manera brusca. Siento como Octavia de aferra a mi brazo y como los demás prisioneros empiezan a gritar aterrados.
La nave deja de moverse de forma brusca y todo el ambiente se relaja, suelto un suspiro al notar que todo había acabado, una voz masculina se hace presente.
- Entramos en la Atmósfera - Reconocería esa voz donde fuera, Wells, el hijo del canciller. Dirije mi mirada hacia el chico de tez morena mirándolo de forma seria.
Murmullos comienzan a escucharse por toda la nave cuando el canciller aparece en una de las pantallas de la nave
- Prisioneros del Arca, escuchen - los prisioneros no estaban felices de escuchar al canciller, y era obvio por la forma en la que abucheaban y decían cosas ofensivas hacia el hijo de este. - Tienen una segunda oportunidad. Y como su canciller espero vean esto, no como una oportunidad para ustedes, si no para todos. - Rodé los ojos y solté un suspiro.
- No sabemos que les espera ahí abajo. Si hubiera una mejor posibilidad de sobrevivir, mandaríamos a otros. Pero los enviamos a ustedes por sus crímenes. Pero si logran - Todos los prisioneros comenzaron a abuchear sin cesar. - Sus delitos serán perdonados y no tendránningún antecedente. Estén tranquilos, aterrizaran en un lugar escogido. Antes de la tierra, había una base militar en Monte Weather. Almacenaba suficientes provisiones para sustentar a trescientas personas durante más de dos años. -
Noto como uno de los prisioneros se suelta de su asiento, y gracias a la fuerza de gravedad, está flotando y dando vueltas. Suelto una leve carcajada gracias a las acciones realizadas por el joven. El muchacho se posición frente a Wells.
- Mira, al final tu padre si me hizo flotar -
- Sujetate antes de que se abran los paracaídas - Fue lo único que pudo decir el moreno.
- Abrochanse los cinturones si quieren sobrevivir - Hablo una chica rubia que estaba sentada a lado de Wells.
Observe la escena de forma divertida, pero terminé haciéndole caso a la rubia.
- Solo tienen una misión: Mantenerse con vida -
La nave comenzó a tener más turbulencias y varias de las personas que habían desabrochado sus cinturones salieron volando de forma brusca.
- Estamos aterrizando - Susurre mientras me aferraba al brazo de Octavia. Los siguientes minutos estuvieron llenos de casos, confusión y miedo.
El tiempo pasa y el silencio se hace presente en la nave, la situación se calma y ya no se escucha ningún zumbido y mucho menos se sienten las turbulencias. Habíamos aterrizado...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
